“Warrara kirisanabada. Dachi wadodai entidadeba”, que significa “gente, no piensen mal. Seremos llevados por las entidades”. Este es el mensaje que Bladimir Queragama, líder indígena de 22 años, le dijo a su comunidad para tranquilizarla, tras llegar desplazados a Cali y ver cómo los organismos del Estado ofrecían transportarlos a un albergue temporal.
Bladimir hace parte del pueblo Embera Katío, pertenecientes a la Asociación Asorewa, que salió el pasado 27 de junio hacia la capital del Valle provenientes del municipio de Bagadó, en Chocó, donde está su asentamiento tradicional.
“Nosotros madrugamos a las 2:30 de la mañana para salir a la carretera. Duramos como seis horas caminando, cargando maletas, con ropa, con los niños, todo. A las diez y media cogimos un bus directo a esta ciudad”, contó Bladimir.
Este grupo de 104 personas, entre las que hay 65 niños y niñas en 38 núcleos familiares, está resguardado en una vivienda del barrio Santa Isabel, en el sur de Cali, que proporcionó la Gobernación del departamento para ayudar en la manutención de estos individuos, mientras la Secretaría de Bienestar Social de la Alcaldía les brinda la alimentación y la atención requerida.
Durante las dos últimas semanas, tiempo en que el grupo Embera Katío ha habitado este lugar, los vecinos del sector han manifestado su molestia, pues un daño en las tuberías de la vivienda ha generado que las aguas residuales fluyan a otras casas, generando corrientes líquidas con malos olores.
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José Berardo García, de 91 años, es el propietario de la vivienda ubicada dos predios a la derecha de donde se resguarda el grupo indígena, lugar hasta el que llegan las aguas residuales. Él comentó que “no tengo nada en contra ellos ni de que estén ahí, entiendo que hay que ayudarlos. Lo que pido es que arreglen el daño en las tuberías, porque la humedad y el olor que llega son insoportables”.
Pero Rodrigo Manugama, líder de los Embera que habló en representación de su comunidad, expresó que ellos sí esperan dejar la casa en el barrio Santa Isabel para ser reubicados en un espacio mejor.
“En este albergue estamos muy estrechos. Nosotros estamos pidiendo un sitio libre donde ubicarnos. Aquí hay solo un baño y para bañarnos todos, nos demoramos siete horas. Además, cuando llueve, esto tiene goteras por donde se entra el agua”, mencionó Rodrigo.
El líder indígena, de 34 años, también declaró que su comunidad está cansada de estar todos los días encerrada, pues los organismos de la Alcaldía solo dejan que salgan algunos individuos –por razones de seguridad– para comprar y conseguir algunos elementos que necesitan.
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La Secretaría de Bienestar Social de Cali reveló que están realizando los trámites necesarios para reubicar a esta comunidad. María Fernanda Penilla es la titular de este organismo, y manifestó que “nosotros tenemos un contrato para albergue y atención humanitaria de las personas desplazadas que llegan a Cali, pero como la demanda ha sido tan alta, el cupo del contrato se nos acabó y estamos en el proceso de adición”.
Cuando esto ocurra, la comunidad de los Embera Katío será llevada al barrio La Isla, donde se encuentra otro albergue actualmente ocupado por otra comunidad desplazada, quienes también serán reubicados.
A lo largo del 2022 han llegado a Cali 2746 individuos. Solo en el mes de junio arribaron 508 personas, pertenecientes a cuatro grupos indígenas de la región. Pero no todos ellos continúan en la ciudad; un grupo de 60 personas que había llegado el 15 de junio ya regresó hacia su territorio.
Los que continúan en la capital del Valle son ubicados en diferentes lugares de acogida. Uno de ellos ha sido el albergue de Santa Isabel, otro el de La Isla, pero también existe uno en el barrio El Lido, que es el contratado inicialmente por la Secretaría de Bienestar de Cali para resguardar a este tipo de víctimas.
“Normalmente, los espacios son del Estado y están sin uso. Son albergues temporales porque hay dos opciones, los recibimos y se quedan en la Plazoleta de San Francisco o el CAM en carpas, o los llevamos a un inmueble desocupado”, sostuvo la secretaria de Bienestar Social.
Penilla también comunicó que tiene información sobre otros grupos que llegarían a la ciudad, pero dijo que no tendrá más detalles hasta que estas comunidades no completen su arribo.