En Reva los residuos son aprovechables

La joven caleña María Camila Velasco junto a su mamá lideran Reva, una empresa que trabaja en iniciativas de economía circular, apoyando a la industria en la transformación de sus residuos y así, evitan más impactos negativos al medio ambiente.

De acuerdo con esta diseñadora industrial de la Universidad Icesi, entre las labores que desempeñan está la de aprovechar empaques y productos de empresas de la industria de consumo masivo que ya no se pueden comercializar porque han sufrido algún golpe, se acerca su fecha de vencimiento o no selló bien su empaque. Entonces, sacan los alimentos de sus envases y con ellos hacen mezclas que luego entregan a empresas que fabrican núcleos balanceados y concentrados para animales. Si ya definitivamente es un producto dañado, vencido, con un problema microbiológico, con este se hace un proceso de compostaje.

Nosotras estuvimos en el programa Valle Impacta, de la Cámara de Comercio de Cali y nos cambió la vida. Ese programa es para uno trabajar en la estrategia de su negocio, dice Velasco.

En esta compañía, ubicada en Yumbo, también vuelven materia prima los empaques de plástico para que otras empresas que trabajan con este material lo puedan reincorporar en sus procesos. Y tienen una tercera línea que en la que hacen “una especie de reciclaje químico”. Reciben productos de higiene personal y de cuidado del hogar (champús, cremas, detergentes) y los vuelven a formular y fabrican productos de limpieza. Entonces, por ejemplo, con el champú, hacen detergente desengrasante; con las cremas, lustramuebles; con los acondicionadores, suavizantes textiles, etc.

“Somos una opción en donde las empresas están protegiendo su marca, pero con un proceso ambiental, porque estamos aprovechando nuevamente todos los residuos y también les ayudamos a que tengan un ahorro comparado con lo que les cuesta incinerar”. Y además, entregan productos terminados de “buena calidad”.

Wekall factura cerca de dos millones de dólares al año

Felipe es bogotano, pero se considera caleño de corazón porque su esposa, sus dos hijos y sus empresas son de Cali. | Foto: El País

Felipe Sánchez es el gerente de Wekall, un emprendimiento digital que nació hace tres años y hoy factura “cerca de dos millones de dólares anualmente”.

Después de entrar en bancarrota en la anterior empresa que tenían él y su hermano Julián, dejaron de revender sistemas de comunicación de compañías americanas y crearon su propio sistema de comunicación, “con nuestro propio software telefónico, con un único objetivo: democratizar el acceso a las comunicaciones en América Latina”.

Así nació Wekall: una central telefónica en la nube que ayuda a los equipos de ventas y de servicio al cliente a hacer más eficientes sus procesos. Hoy tiene más de 200 clientes en Latinoamérica, con cerca de 10.000 usuarios operando. La firma caleña ha sido exaltada, entre otros, por Amazon Web Services, como la empresa más innovadora de América Latina; por la Price Waterhouse Cooper como una compañía que facilita la transformación digital de las empresas en Colombia. Y durante dos años consecutivos ha estado en el listado de Forbes como una de las 100 mejores startups de Colombia. Además, ha conseguido más de $5600 millones de inversión extranjera para expandir el negocio “y ese dinero ha servido para generar más de 30 nuevos empleos en Cali”.

Una compañía que quiera una planta telefónica para recibir las llamadas de sus clientes tiene que ir a comprarla físicamente. “Nosotros lo que estamos haciendo es volver todo virtual”, dice Felipe Sánchez

Los hermanos Sánchez han logrado este éxito junto a su socio, el caleño Fabián Saavedra, exvicepresidente de DirecTv para América Latina durante 25 años.

Felipe destaca la colaboración que recibieron por parte de la Cámara de Comercio de Cali “que tiene todo un ecosistema completo para fomentar y ayudar los emprendimientos de la ciudad. Nos entrenó, nos generó oportunidades comerciales y nos consiguió el último inversionista que recibimos en la ciudad, un fondo de inversión”.

El administrador de empresas con especialización en mercadeo y en mercadeo digital, resalta el triple impacto que genera Wekall.

1. A nivel ambiental: Porque se evita que la gente siga comprando plantas telefónicas tradicionales que generan un montón de desperdicios. “Para utilizar la nube de Wekall, el mismo computador sirve para atender el servicio al cliente y se deja de contaminar”.

2. Impacto económico: Porque es una empresa que está diseñada para generar beneficios económicos para sus empleados, para sus proveedores y para sus socios.

3. Impacto social: Porque en nuestra compañía, asegura Sánchez, la media salarial de los empleados supera la brecha de los dos millones de pesos, lo cual mejora la calidad de vida de todas las personas que trabajan en la empresa y tenemos un sistema de incentivos para los empleados como tener derecho a dos días extras de vacaciones al año, pueden hacer trabajo híbrido, y desde cualquier otro lugar del mundo.

Vimob: Viviendas sustentables y con un alto nivel estético

Felipe dice que con Vimob muestran ideas innovadoras de talla mundial. | Foto: El País

Junto a su equipo, Felipe Lerma desarrolló un sistema de vivienda industrializada que logra reducir y simplificar radicalmente el proceso de diseño y construcción de una vivienda, haciéndola más eficiente, más rápida de armar, durable, sustentable y con alto nivel estético.

Vimob, dice este arquitecto egresado de la Univalle, es una casa que fabricamos en taller y enviamos desarmada en un camión, para su ensamble rápido en el lugar deseado.

Su iniciativa nació de identificar una creciente tendencia de vivienda rural o suburbana y el problema para la construcción óptima de estas en lugares de difícil acceso; sumado a las complicaciones comunes de construir de forma tradicional, sobrecostos, tiempos que no se cumplen, desperdicios, líos con el personal de obra, que al final convierten ese sueño de construir en una pesadilla.

“Somos una empresa de triple impacto. Con nuestra iniciativa buscamos impactar no solo desde lo financiero sino fuertemente desde lo ambiental y social. Nuestra propuesta tiene unos componentes de sostenibilidad que han merecido diferentes reconocimientos. Es, por ejemplo, una casa que ha sido pensada desde el diseño para no convertirse en residuo en un futuro, es decir, tiene el concepto de economía circular intrínseco en su propuesta. Frente a una construcción tradicional, Vimob requiere una mínima adecuación del terreno, consume solo el 3 % de agua potable, genera 60 % menos huella de carbono y el 75 % menos de desperdicios de materiales. Para cristalizar su idea, dice Lerma, el apoyo de la Cámara de Comercio de Cali ha sido invaluable, “aportándonos mucho valor con sus programas empresariales, conexiones con mentores de amplia experiencia que nos han brindado direccionamiento estratégico y herramientas para el crecimiento rápido, rentable y sostenido”.

Felipe inició solo, en el comedor de la casa de sus papás, con un computador y “muchas ganas”, asevera. “Hoy somos 12 personas en este camino de revolucionar la forma en la que se construyen y se habitan las viviendas”. Su iniciativa recibirá un galardón en el V Foro Latinoamericano y del Caribe de Vivienda y Hábitat organizado por Habitat for Humanity, que se celebrará en Bogotá del 31 de julio al 2 de agosto.

Aude: ropa amigable con el ambiente

Aude es la primera marca en Colombia en incluir el sistema Braille en sus marquillas. Modelos: Valentina Agudelo, Héctor Caicedo, Daniela Lerma (diseñadora) y Tomás Guerrero. | Foto: El País

El estallido social en Cali en 2021 motivó a la diseñadora de moda Daniela Lerma, hoy de 25 años, a crear una empresa “donde las personas trabajen de manera digna, ya que la cuestión no es de uno solo quejarse, sino también mirar de qué manera aporta”.

Inició su microempresa de ropa juvenil hace un año con ocho millones de pesos que ahorró de su trabajo como instructora de modistas durante la pandemia. Llamó a su marca Aude, inspirada en una expresión filosófica que significa “atrévete”. Su taller de diseño lo tiene en su residencia del barrio Atanasio Girardot. Y la confección la tercerizó con dos modistas.

Uno de los empaques de Aude son botellas de plástico recicladas que se pueden convertir en materas de autorriego. Daniela empezará a exportar su ropa en 2024.

Los productos o los textiles que usa para sus creaciones son amigables con el medio ambiente. “Tenemos prendas hechas con botellas de plástico recicladas, algodón orgánico y algodón recuperado. En caso de que algunos textiles estén agotados siempre opto porque el proveedor sea uno cuyos procesos sean amigables con el medio ambiente”, asegura.

La marca tiene una línea caleña llamativa. En esta hay camisetas con expresiones muy caleñas como ‘voj jabes’; otras con la palabra Cali y en cada letra se pueden hallar, por ejemplo, en la C, expresiones de Cali; en la A, sitios turísticos; en la L personajes, y en la I, referentes gastronómicos.

Su prenda más costosa, una camisa elaborada con botellas de plástico recicladas, botones hechos con residuo de coco, tiene un valor de $125.000. Dona el 3 % de cada producto para la recuperación del medio ambiente. Además, todo el papel que sale de la moldería lo convierten en etiquetas. Estas son entregadas al cliente con semillas de plantas que las puede sembrar.