En el antiguo basurero de Navarro, la empresa Emsirva realizó una siempre simbólica de 200 árboles, ya que este espacio se quiere convertir en un gran parque para la ciudad.
En este lugar de 40 hectáreas ya existen varias especies de árboles sembradas e incluso se pueden ver algunas tortugas, conejos y varias especies de aves.
Esto eso un gran paso en el camino de la preservación y conservación del medio ambiente en la región, ya que, antiguamente en esa misma zona existió el basurero a cielo abierto desde 1969 hasta el año 2008, cuando las autoridades ambientales decidieron intervenir ante el inminente riesgo que representaba el basurero para los ecosistemas de la zona.
Precisamente, para redimir estas afectaciones a los ecosistemas, Emsirva llevó a cabo la jornada de siembra de árboles en donde se plantaron 200 ejemplares de diferentes especies.
“Para la jornada, el Dagma, aportó 200 materiales vegetales, divididos entre ornamentales, arbustivos y árboles. Tenemos alrededor de 7 especies, chirlobirlo, ramo de novia, tenemos los guayacanes, entre otros”, sostuvo Paula Andrea Dorado, técnica del área del Grupo de Gestión Integral de Residuos Sólidos del Dagma.
La funcionaria también explicó que “el antiguo basurero de Navarro corresponde a la zona de expansión, al corregimiento de Navarro, y no es jurisdicción del Dagma. Sin embargo, desde la Autoridad Ambiental en Cali, brindamos apoyo para la jornada de hoy por ser, en el marco de la COP16, un evento convocado por Emsirva y por la Secretaría del Deporte”, recalcó.
Por último, señaló que el propósito fundamental de esta actividad es recuperar los suelos y atraer más biodiversidad a esta zona.
Cabe resaltar que este proyecto tiene un vertedero que cuenta con ocho piscinas de lixiviados y una planta de tratamiento de los mismos desde 2014, por donde han pasado más de 380.000 metros cúbicos de líquido en la última década, que son sacados del subsuelo y que quedaron luego de tantos años de arrojar basuras.
“La meta ambiciosa con el vertedero de Navarro es lograr su cierre técnico y ambientalmente seguro, así como la recuperación del terreno para darle un nuevo uso, preferiblemente uno que beneficie a la comunidad y al medio ambiente de la ciudad”, aseguró en su momento Adriana Betancourt Ortiz, gerente liquidadora de Emsirva.