En Cali hay registradas 235.953 motocicletas, pero se estima que por la ciudad circulan unos 600 mil vehículos de este tipo, teniendo en cuenta las motos que se desplazan todos los días desde municipios vecinos o son matriculadas en ellos.
Son muchas las bondades de estos aparatos, que se han convertido en el principal medio de transporte para las familias caleñas. Alrededor de un 30 % de la población se desplaza en ellas debido, entre otras cosas, a su agilidad, versatilidad y, sobre todo, por economía.
En ese sentido, Kathleen Salazar Serna, profesora del Departamento de Ingeniería Civil e Industrial de la Universidad Javeriana de Cali, quien realiza su tesis de doctorado sobre las problemáticas de movilidad en Cali, indicó que “frente a la ineficiencia y baja calidad de la oferta pública de transporte, la demanda de movilidad es atendida en un alto porcentaje por la motocicleta, que se ha convertido en la solución de transporte preferida entre la población joven de ingresos bajos y medios, debido a su fácil adquisición, bajos costos y rápidos tiempos de desplazamiento”.
Paola Cruz, docente también de la Universidad Javeriana de Cali, coincidió en que una de las ventajas de la motocicleta es que es de más fácil acceso para los hogares de estratos bajos, donde se concentra el 90 % de los propietarios.
El otro punto a favor es que ocupa muy poco espacio público, dependiendo del cilindraje y tamaño, además es de fácil parqueo y no paga peajes. “En este momento de tanta congestión, a las personas que requieren desplazarse todo el día les resulta mucho más favorable que un vehículo que ocupa más espacio”, subrayó Cruz.
Las profesionales advierten que la moto en sí no es mala. Es simplemente un medio de transporte más que, como todos los demás, tiene impactos positivos y negativos, y que requiere ser incluida en los planes de gestión de movilidad de la ciudad.
Siniestralidad, sin control
Así como estos aparatos son el principal medio de transporte para miles de caleños, e incluso son su herramienta de trabajo, las conductas riesgosas de muchos usuarios se han convertido en un verdadero dolor de cabeza en las vías de la ciudad.
El ingeniero Darío Hidalgo, profesor del Departamento de Ingeniería Industrial de la Pontificia Universidad Javeriana de Bogotá, señaló que el principal problema es la siniestralidad.
Hasta el 14 de mayo, según datos de la Secretaria de Movilidad de Cali, han muerto 52 motociclistas y al menos una moto ha estado involucrada en los 1052 siniestros viales con lesionados.
Lo anterior, afirma Hidalgo, muestra las dificultades que pueden tener las motos, además de ser vehículos altamente contaminantes debido a que no tienen elementos de control de emisiones, una situación preocupante, teniendo en cuenta que la moto representa alrededor del 30 % del parque automotor registrado en la ciudad.
“Las motos están para quedarse, por eso en el tema de siniestralidad hay unos aspectos básicos a abordar para que sean seguras. Uno es el control del exceso de velocidad, que es la conducta más común que genera muertes, pese a que Cali ha reducido la velocidad en los corredores principales a 50 kilómetros por hora y a 30 en las vías locales e instalado reductores de velocidad”, dijo el docente.
La falta de pericia de los conductores también estaría provocando la alta siniestralidad con víctimas fatales, pues muchos de los incidentes suceden contra objetos fijos o por caídas.
Algunas academias, apuntan los expertos, estarían entregando licencias a personas con poca experiencia y que desconocen las normas de tránsito, mientras los concesionarios las entregan con la cédula como único requisito, sin verificar si tienen o no licencia de conducción vigente. De hecho, según el reporte nacional, el 42 % de los fallecidos en moto no tenía licencia.
Conductas anárquicas
Henry Martin, experto en movilidad y seguridad vial, sostuvo que uno de los grandes problemas asociados a la motocicleta es la ausencia de datos que permitan generar una política pública.
En los diez últimos años, aseguró, este vehículo creció de 4 a 10 millones en el país, pero las matrículas no crecieron en la misma proporción. Solo en el 2021 hubo un incremento de 210.000 motos. Según un estudio del Runt del 2021, 6 de las 10 millones de motocicletas no tenían Soat y solo el 39 % lo tenían vigente. En cuanto al estado de la revisión técnico mecánica, el 71 % de las motos no la tenía.
“Esto tiene un costo muy grande para el Estado, más cuando, como sucede en Cali, el motociclista se mata solo por falta de pericia. Hay una responsabilidad de todos: de quien compra la moto que no sabe conducir, de las distribuidoras que no exigen la licencia y de las academias que les dan una vuelta a las personas y les dicen: ‘Listo, vengan en ocho días por su licencia’. El otro tema es el mal estado de las vías”, repuso Martin.
De otro lado, Carlos David García, también experto en movilidad, expresó que la falta de cultura de los motociclistas se observa en la invasión de carriles y espacios, él no uso del casco reglamentario, el irrespeto a las señales de tránsito, la utilización de andenes y ciclorrutas, etcétera.
“Los usuarios de este medio de transporte se han vuelto anárquicos, hacen lo que les parece”, cuestionó.
¿Qué dicen moteros y autoridades?
La Asociación de Clubes de Moteros de Cali respondió que no se les puede endilgar toda la responsabilidad a ellos.
Según afirma Paola Sánchez, líder de esta organización, las estadísticas de accidentalidad de las autoridades se basan solo en los reportes de las clínicas, pero “cuando hay un accidente entre un carro y una moto, utilizan es el seguro de la misma, razón por la cual aparece el motociclista como responsable del siniestro”. A lo anterior se suma el mal estado de las vías, por eso cuando llueve los huecos se empozan y son un peligro para todos los vehículos.
Señaló también a las escuelas de conducción, que estarían entregarían licencias a menores de edad.
“Desde la Asociación hemos querido que seguridad vial sea una materia en los colegios, porque si empezamos a implementar la cultura desde la educación y a los niños se les enseña el respeto por las señales de tránsito, por la vida, solo así se podrá mejorar el tema de la siniestralidad. Se lo hemos dicho a la Secretaría de Educación y hasta al mismo Alcalde”, anotó Sánchez.
El subsecretario de Movilidad Sostenible y Seguridad Vial de Cali, Javier Arias, manifestó que el incremento en el número de motos es exponencial año tras año y aunque puedan estar circulando unas 600.000 motocicletas, no todas están registradas en la ciudad. Infortunadamente, confirmó, son los jóvenes, entre 18 y 26 años, quienes están muriendo en los siniestros.
Explicó que se vienen generando unas acciones aparte de los controles, en programas de capacitación para motociclistas desde el área de cultura, orientados a la responsabilidad y al compromiso del usuario para crear conciencia en ellos. Adicionalmente, en un trabajo de cooperación con la agencia Bloomberg se está construyendo el Plan Vial de Seguridad para Motociclistas en Cali.
“Esta es una herramienta de gestión encaminada a generar hábitos de comportamiento y conducta segura en la población de motociclistas en las diferentes vías de la ciudad, buscando prevenir los riesgos, la accidentalidad y, sobre todo, los fallecimientos en siniestros viales”, precisó Arias.