Por Gerson David Hincapié, periodista de Cali
Las luces de cientos de velitas adornaron los antejardines de los hogares caleños, las cuales eran encendidas con la esperanza de que cada una de ellas sirviera para cumplir un deseo y, a la vez, para marcar el inicio de las festividades tradicionales del mes de diciembre.
Según la tradición católica, el 7 de diciembre también es la antesala al Día de la Virgen María (8 de diciembre), por lo que los faroles con la imagen de esta figura divina fueron los más comunes.
Esta festividad también sirvió en los hogares caleños como un motivo para celebrar, muchos de los cuales acataron los pedidos de prudencia que hizo temprano la Administración Municipal, advirtiendo a los padres que, a la hora de prender las velitas, evitaran quemaduras en los menores. También se recomendó no quemar pólvora.
“La pólvora deja consecuencias de por vida. Por eso es importante que entre la comunidad y la familia se evite su manipulación, porque puede afectar a niños y adultos con lesiones en la cara, ojos y manos”, dijo la Alcaldía.
Hasta el momento, en la capital del Valle solo se ha reportado una persona quemada, lastimosamente un menor de edad, por manipulación de pólvora a causa de un tote.
“En lo corrido del año, haciendo el barrido por todas las IPS de nuestras instituciones, tenemos un caso de quemadura de un niño de 7 años y no hemos tenido más casos hasta el momento”, afirmó Lila Mattos, referente de Vigilancia Intensificada de Lesiones por Pólvora, adscrita a la Secretaría de Salud de Cali.
El año pasado, la temporada decembrina en su totalidad dejó 23 casos de personas quemadas por pólvora, por lo que se espera que en esta Navidad no se repitan esas cifras. Durante este 8 de diciembre, autoridades distritales y departamentales estarán informando cuántos ciudadanos terminaron afectados en este Día de las Velitas.
Mientras tanto, El País realizó un recorrido por varias cuadras de la ciudad para evidenciar la devoción, el espíritu navideño y la alegría de los caleños.