El escándalo que se cierne sobre el secretario de Cultura de Cali, Brayan Hurtado Salazar, sobre el presunto abuso sexual a una joven en una finca el pasado mes de septiembre ha dejado muchas dudas a su paso. El expersonero de Cali y exdefensor regional del Pueblo, Andrés Santamaría Garrido, evidenció algunas conductas irregulares en el proceso.
“Señor Alcalde, Jorge Iván Ospina: ¿Intervino ante el Personero de Cali para proteger a su Secretario de Cultura tras la denuncia de la víctima realizada el pasado 20 de septiembre ante la Personería de Cali, entidad protectora de derechos? (...) Aquí, no solo enfrentamos la brutalidad de una presunta violación, sino también un intento de encubrir al presunto agresor”, sostuvo el exfuncionario en una carta compartida con este medio.
Las fuertes declaraciones surgen a partir de la inexplicable falta de protección a la víctima, de quien se ha resaltado su valentía para interponer la denuncia ante las entidades competentes contra un individuo que ostenta un alto cargo y poder en la ciudad, como es el ser secretario de despacho.
Santamaría Garrido contrarió al alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, y señaló que no solo conocía del caso, sino que no ha actuado acorde a lo que una denuncia de este tipo requiere de un alcalde.
“¿Sabía que la ruta por violencia sexual no se activó en tres meses? ¿Sabía que la activación de esta ruta es indispensable e implica investigación, seguimiento por parte de Policía, Fiscalía y acompañar a la víctima con un enfoque psicosocial y de género? ¿Se solicitó públicamente, aunque demasiado tarde, la ruta de protección por violencia sexual a la víctima?”, son las preguntas que le hizo al Mandatario de los caleños.
El exdefensor del Pueblo calificó el desarrollo del caso como algo “plenamente vergonzoso” y también salpicó al ahora personero de Cali, Harold Cortés, quien tampoco habría hecho lo propio.
Le criticó no haber activado la ruta de protección a la víctima con enfoque de derechos humanos, pese a haber recibido la denuncia según su trazabilidad. De forma directa, le preguntó si recibió solicitud alguna del Alcalde para darle un tratamiento distinto al proceso y, en caso de ser así, si esto fue lo que hizo.
“Como defensor de derechos sospecho que la falta de atención con la víctima es una clara acción que pretende mantener los hechos en secreto. La ciudadanía necesita respuestas, y por supuesto, la presunta víctima, como todas las víctimas, necesita atención por parte de quienes deben proteger sus derechos”, concluyó Santamaría Garrido.
La noticia ha generado un gran escándalo, a tal punto de que el Alcalde pidió a Hurtado Salazar que presentara su renuncia, en lugar de apartarlo directamente del cargo ante la gravedad de la denuncia.
El “acuerdo” entre el Alcalde y el Personero
En diálogo con El País, Santamaría reveló que, según una fuente de la Alcaldía, el alcalde Jorge Iván Ospina, y el personero, Harold Cortés, sí hablaron sobre este caso. “La información que yo tengo es que ahí hubo un acuerdo entre el Alcalde y el Personero para proteger al Secretario y desproteger a la víctima”, destacó.
Para el exdefensor regional del Pueblo es “absurdo” que el Personero no le informara a Ospina sobre esta denuncia. “El Alcalde lo está justificando, por qué no está cuestionando que el Secretario no le informó o que la Personería no le informó”, agregó.
Reiteró que, a pesar de tener la denuncia en su despacho, el Personero no hizo “absolutamente” nada por la víctima. “La ruta no se activa por arte de magia, eso es un absurdo. El Personero tomó el proceso, lo pasó a su despacho y lo mantuvo en secreto”.
De acuerdo con el expersonero de Cali, ante un caso de esta gravedad, era obligación del organismo acompañar a la víctima e indagar lo ocurrido. Teniendo en cuenta que el presunto agresor es un funcionario público la atención en el caso debía ser mayor, por lo que también era clave corroborar si la denuncia se interpuso ante la Fiscalía e informar a la Policía.
Sin embargo, ninguno de estos pasos se llevó a cabo. Por el contrario, el exdefensor del Pueblo evidenció que el personero Harold Cortés manejó el caso como una “queja disciplinaria”.
“La Personería lo que debía hacer era presionar a la Fiscalía, pero dejaron pasar tres meses. Ya es más difícil levantar los testimonios, hacer las pruebas de Medicina Legal. En las denuncias de abuso contra la mujer los términos son de horas, no de meses”, advirtió.