El pasado viernes 25 de junio se llevó a cabo el lanzamiento del Aula Vivo Mi Calle, un espacio al aire libre en el que los vecinos del barrio El Poblado II cuentan con una huerta urbana, una zona de juego o encuentro, un espacio para clases grupales y una pista de baile.
El aula, que comprende un área de 956 metros cuadrados en el Parque Lineal de la 72W, fue intervenida por la comunidad que concertó las actividades que allí se pueden realizar.
Según explica Natalia Lleras, directora de la iniciativa Vivo Mi Calle de la fundación Despacio, 256 niños, niñas y adolescentes participaron del proceso de regeneración de este espacio público que beneficia a 13.289 personas y que era sinónimo de delincuencia, abandono y violencia.
"El aula brinda la oportunidad de aumentar los niveles de actividad física y atender la salud mental, disminuyendo el estrés generado por esta crisis nacional y mundial, además, por el encierro y por la situación económica que muchas de estas familias viven. Por otro lado, el Aula también busca mejorar el bienestar social, con un espacio donde la juventud puede seguir encontrándose y reuniéndose de manera segura con sus amistades", resaltó Lleras.
Cabe mencionar que este proyecto ganó dos reconocimientos en la más reciente versión del concurso Urban Housing Practitioners Hub, UHPH 2021, donde fue galardonado en las categorías 'Prácticas inspiradoras' y 'Best in show'.
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Actualmente, en las mesas instaladas en uno de los espacios del Aula se ubica un grupo de la tercera edad que juega bingo en horas de la mañana, mientras que en la tarde los jóvenes hacen allí sus tareas. Otras personas cuidan las plantas de la huerta y el grupo Generación Ragga practica sus coreografías en la pista de baile.
"El cambio ha sido radical, no solo en el espacio sino también entre toda la juventud que ahora tiene un lugar donde puede estar. Es increíble lo que se ha logrado", destaca Luz Adriana, vecina del sector.
Además de la comunidad, en el proceso de adecuación del Aula participaron las instituciones educativas Santa Rosa y Nuevo Latir, la Secretaría de Paz y Cultura Ciudadana de Cali, la Uaespm, el Dagma, el Museo Libre de Arte Público de Colombia y la empresa Veolia.