En septiembre de 1995 se restringió por primera vez en la capital vallecaucana la circulación de motocicletas con parrillero hombre mayor de 14 años, como medida para contrarrestar los homicidios en la modalidad de sicariato, un fenómeno que se instauró en la ciudad con el surgimiento de los carteles de la droga.
Casi 30 años después la medida sigue dando de qué hablar, pues mientras las diferentes administraciones defienden su implementación, expertos en seguridad y movilidad cuestionan su efectividad teniendo en cuenta que un alto porcentaje de los delitos de impacto que se presentan, especialmente homicidios y hurtos, se cometen desde este tipo de vehículos.
De la misma manera, “los hurtos que se presentan en la ciudad son en motocicletas con parrillero, pero ahí sí las armas varían”, dijo.
Para el oficial, con el nuevo decreto que empezó a regir desde el pasado 9 de febrero y que restringe la circulación de motocicletas con acompañante hombre cuya edad sea igual o mayor de 14 años, las 24 horas del día y los siete días de la semana, se busca “ejercer un mejor control para evitar que estos hechos se sigan presentando”.
No obstante, frente al hecho de ver frecuentemente a motociclistas con parrillero hombre movilizándose por las diferentes vías de la ciudad, el oficial anunció planes específicos y puestos de control en apoyo con la Secretaría de Movilidad para hacer que se cumpla la norma, así como la aplicación de comparendos y las sanciones a que haya lugar para los infractores.
Explicó que el ciudadano que infrinja la norma será sancionado con un comparendo por dieciséis salarios mínimos legales vigentes, equivalentes a 693.333 pesos.
Por su parte, el secretario de Seguridad de Cali, Jairo García, argumentó que si bien se ha observado una disminución en la mayoría de los delitos de impacto en enero de este año respecto al mismo mes del 2023, aseguró que “es importante mantener la medida de la prohibición del parrillero hombre debido al gran número de casos, ya que el año pasado se cometieron en Cali un promedio de siete delitos diarios en los cuales el agresor fue un parrillero hombre en motocicleta”.
Como se recordará, en el 2023 se registraron en Cali un total de 1008 homicidios y según el programa Cali Cómo Vamos, al 31 de agosto se habían presentado 15.036 denuncias de hurto a personas, 1264 más en comparación con el mismo período del año anterior (13.772).
García enfatizó que la instrucción es clara por parte de la Administración en el sentido de que la medida será aplicada por la Policía, pero se trabajará de manera articulada en puestos de control con Tránsito y Ejército para garantizar su cumplimiento.
La norma se aplicará solo por seis meses porque, según explicó el Secretario, “sabemos que esta medida afecta derechos. Es una medida drástica que tomamos por un bien común que es la seguridad, pero somos conscientes de que molesta a muchos ciudadanos que requieren movilizar a sus hijos, familiares y amigos”.
¿Es o no efectiva la medida?
Para Paola Cruz, docente e investigadora de la Universidad Javeriana de Cali, la medida es efectiva en términos de criminalidad, dado que las estadísticas de la ciudad muestran que un gran porcentaje de robos y homicidios se hacen desde estos vehículos con parrillero hombre.
“Yo no creo que sea una estigmatización al motociclista, sino una contestación a las tendencias de cómo se realizan los crímenes en Cali”, subrayó.
“Políticamente la restricción del parrillero hombre funciona en el sentido que hay una sensación que de alguna manera la comisión de delitos con parrillero hombre se va a reducir, pero esto viene acompañado de otros escenarios en los que no le va muy bien a la medida y es la movilidad de usuarios vulnerables que no tienen otra forma de garantizar su transporte, pues andar en moto es muy barato y accesible dada las nuevas formas de transporte como los motorratones”, expresó Fernández.
Incluso recordó como Andrés Villamizar, cuando se desempeñó como secretario de Seguridad en la Alcaldía de Armitage, levantó la medida porque no veía una correlación entre la restricción a través de un decreto y los resultados frente a la reducción de la criminalidad en el uso de motocicletas por parte de parrillero hombre.
En esa misma línea, Kathleen Salazar, docente de la Universidad Javeriana e investigadora de las de políticas públicas de movilidad, sostuvo que la medida no parece ser efectiva en la disminución de la criminalidad, si se revisan las cifras de homicidios y hurtos de los últimos años.
“Cali ha encabezado durante varios años la lista de las ciudades más peligrosas del país en número total de homicidios y tasa por cada 100.000 habitantes”.
Agregó que la criminalidad en la ciudad ya está tipificada. Es decir, se tienen identificados los sectores donde más crímenes se presentan, que el domingo es el día en que mayor número de homicidios se presentan, así como las horas, entre las 6:00 de la tarde y las 3:00 de la mañana.
“De ahí que la medida debe aplicarse por sectores y en ciertos horarios, ya que tiene un gran impacto en la economía familiar, pues los motociclistas son, en su mayoría, clase trabajadora, de estratos 1, 2 y 3, y que un padre no pueda llevar a su hijo hombre al colegio implica mayores costos de movilización para los hogares”.
Finalmente, Paola Sánchez, líder de la Asociación de Clubes de Moteros de Cali, se mostró de acuerdo con la medida, porque “Cali se convirtió en una de las ciudades más inseguras del país y aunque esto no garantiza mayor seguridad o que vamos a estar más protegidos, sí puede reducir un poco el impacto porque la mayoría de los robos son desgraciadamente en moto y casi siempre van dos hombres”.
Enfatizó que la cuestión no es tanto la norma sino que se haga cumplir, pues “llevamos años con esa medida y uno los ve pasar por el lado de la policía y los agentes de tránsito y no pasa nada”, precisó Sánchez