Cali es mundialmente conocida, entre muchas cosas, por ser la “Sucursal del Cielo”. Prueba de ello, es el hermoso arrebol que pintó de rojo el atardecer de este martes, 18 de marzo.
Las cámaras de El País pudieron capturar los momentos en que este fenómeno visual, deslumbró a locales y turistas, quienes pudieron disfrutar de un espectáculo que embellece a la capital vallecaucana.
Y claro que, ante esta majestad, los presentes no dudaron en sacar sus teléfonos móviles para capturar y compartir esta maravilla poco usual al caer del día.
El término ‘arrebol’ hace referencia a la tonalidad rojiza, especialmente de las nubes, cuando estas son iluminadas por los rayos solares.
Algunos meteorólogos sugieren que esta luminosidad especial, también conocida como ‘Candilazo’, se presenta gracias a el ángulo y la posición en que la luz atraviesa la atmósfera terrestre, lo que da como resultado esa tonalidad rojiza que enamora a todo el que la divisa.
Cuando el sol está más cerca del horizonte, la luz se dispersa, y su reflejo pareciera teñir las nubes de tonalidades rojas y anaranjadas. La nubosidad juega un factor clave en el éxito de este fenómeno que también puede ocurrir al amanecer.
¿Pronosticarían el clima?
Muchos de los refranes que existen sobre estos fenómenos, aseguran que servirían para pronosticar el clima. Sin embargo, no hay mucha certeza respecto a si tengan una relación directa con la meteorología, especialmente teniendo en cuanta que, mientras algunos afirman que “Arreboles al anochecer, agua al amanecer”, otros aseveran que “A la noche, arreboles; a la mañana habrá soles”.
Esta tarde, el cielo de Cali no solo se vistió de rojo para coquetear con la ciudadanía. Los múltiples colores de un doble arcoíris también adornaron la bóveda celeste, trayendo la calma después de la tormenta.
Los arcoíris son producto de la refracción de la luz al moverse a través de diferentes medios como agua y aire, por esta razón es común observarlos luego de que se presente la lluvia.
Este complejo fenómeno natural permite que en el cielo se refleje un enorme cinto de colores: rojo, naranja, amarillo, verde, azul y morado.
Cuando ocurre un doble arcoíris, lo que se ve es el producto de una doble reflexión de la luz, que rebota dos veces contra las paredes interiores de la gota de agua y cuyo proceso, que implica el cruce de los colores reflejados en el primer arco, genera que los colores se vean invertidos y con menor intesidad.