Juan Diego Saa es el nuevo gerente del Plan Jarillón, el cual tiene la tarea de retomar el proyecto, cerrar varios temas del mismo y lograr que la comunidad logre apropiarse de él.
El trabajo no será fácil, pues además de incorporar la parte social al proyecto, deberá combatir dos problemas : las reinvasiones y los nueve puntos de escombros que ya logró identificar.
Juan Diego, quien es economista, cuenta con una especialización en Política Social y maestría en Desarrollo Económico de la Universidad Carlos III de Madrid, tiene algo a su favor, pues conoce mucho sobre el proyecto, ya que estuvo vinculado a él entre junio del 2015 a diciembre de 2019.
“Estuve los últimos 6 meses como coordinador social en la alcaldía de Rodrigo Guerrero y los 4 años del alcalde Maurice Armitage como gerente de proyecto. Ahora el alcalde Alejandro Eder me ha encomendado la tarea de retomar el proyecto para cerrar temas del mismo, teniendo en cuenta que el proyecto del Jarillón ha avanzado mucho en el proceso de reforzamiento. Sin embargo, quedan unos temas sociales que hay que abordar y a los que hay que darles un cierre adecuado”, dijo.
¿En cuánto está el avance del plan Jarillón?
¿Qué hace falta en estos momentos para completar el Plan Jarillón?
El proyecto tenía un componente de reforzamiento estructural, el reasentamiento de 8.777 familias que estaban habitando sobre la corona, o en la cara húmeda o seca del Jarillón, pero también están contabilizadas allí las familias que están habitando alrededor de las lagunas de regulación de Pondaje y Charco Azul.
También tiene un componente de reforzamiento de la infraestructura vital para la ciudad como es la estación de bombeo de Paso del Comercio, la planta de tratamiento de agua potable de Puerto Mallarino, y la recuperación de las lagunas de regulación de Pondaje y Charzo Azul que deben servir para regular el agua que en temporada de lluvia viene de los Farallones y de los ríos.
¿Qué se está realizando actualmente?
Está en obra el reforzamiento del sector de Floralia, Comfenalco y río Cali, tramo que debe ser entregado en los próximos meses por parte del contratista. Ese contrato lo hizo directamente Fondo Adaptación.
¿Cuántas familias han sido reasentadas?
Lo que recibimos de la administración anterior es que se han reasentado 5.200 familias, pero es un tema que estamos verificando para poder establecer nuestra estrategia. El proyecto en términos sociales lo que busca es proteger la vida de las familias que estaban habitando el Jarillón y que estaban en riesgo de inundación, además de las familias de la ciudad que podrían verse afectadas en caso de haber un rompimiento.
Muchas de las zonas de donde ya habían salido las familias, han sido invadidas nuevamente. ¿Qué va a pasar en este caso?
Desde la primera semana del año hemos identificando esa problemática y efectivamente en la administración anterior se generaron unas reinvasiones. Estamos en el ejercicio de identificar si son familias que previamente habían habitado el Jarillón, habían salido y volvieron o son familias nuevas.
Ese es un tema crítico que tenemos que abordar, porque no podemos pensar que el Jarillón este protegido y reforzado y que las familias vuelvan a invadirlo porque se nos va a generar la misma situación de debilitamiento de la estructura y volvemos a estar en riesgo.
¿En qué zonas se han presentado las reinvasiones?
Hay tres zonas en Jarillón y cuatro en Lagunas. En Jarillón hay reinvasiones en comuna 7, 21 y en el sector de Lagunas hay varios puntos
¿Cuál es plan con ellas?
Lo primero es determinar la magnitud de cada una de estas situaciones. Queremos tener una conversación con estas familias.
Frente a estas reinvasiones el proyecto no tiene herramientas para poder acompañarlas en el marco del proyecto, pero como administración revisaremos cada situación. Sin embargo está claro que esas reinvasiones no se pueden dar porque están afectando a toda la ciudadanía, debemos cuidar el Jarillón y también hay unas herramientas legales que podemos utilizar.
La idea es concertar primero antes de utilizar dichas herramientas.
¿Cómo va el proceso de recuperación de Charco Azul y Pondaje?
Se han terminado dos fases en el ejercicio de recuperar la capacidad de almacenamiento de las lagunas, estaría pendiente una tercera fase.
Ya arrancamos la semana pasada a mirar archivos, el sistema de información, a organizar de acuerdo a lo que recibimos en el empalme que son cifras a noviembre 30.
¿Cuál será el plan de trabajo que van a implementar?
Empezar a cerrar todos esos temas. Comenzando por lo social, el Alcalde Alejandro Eder ha trazado una estrategia de construir sobre lo construido y trabajar en la reconciliación de la ciudad.
La propuesta desde el Jarillón va a ser de trabajo con la comunidad, buscando que esta logre apropiarse del Jarillón, lo proteja y lo utilice de una forma adecuada.
Otro tema preocupante es el de la escombrera en Petecuy. ¿La Alcaldía anterior les informó de esto?
La comunidad ha dicho que el punto de Petecuy es un negocio y que incluso está enrejado con alambre, ¿qué conocen de todo eso?
Eso pudimos verificarlo nosotros en los recorridos. Esta es una situación complicada a la que le vamos hacer frente porque ese tema tiene muchas aristas que generan problemas para la comunidad. Además, el peso de todos estos escombros no está calculado para el reforzamiento. Si bien el Jarillón se pensó para que pueda proteger a la ciudad por muchos años, tampoco puede permanecer todo este peso sobre la corona porque va a debilitar la estructura.
¿Tienen alguna estrategia para lograrlo?
La primera es una estrategia comunitaria. Antes del 2019 se inició la línea de guardianes del Jarillón, que son personas de la comunidad con los que se realizó un trabajo de apropiación del Jarillón. Ese trabajo siguió con la administración anterior y nosotros vamos a darle continuidad. Además se van a realizar dispositivos de control de escombros, lo que implica la articulación de varias dependencias, para evitar que la gente vaya, tire escombros y siga contaminando.