Durante esta semana se han presentado varios incendios forestales en las montañas de Cali, que al parecer han sido causados por manos criminales y también por las altas temperaturas que se han sentido en la ciudad en los últimos días. Y es que además del incendio en el corregimiento de Pichindé que generó que en distintas zonas del sur de Cali hubiera una gigante nube de humo entre las calles, hubo uno que se presentó en el sector de Bataclá, cerca al cerro de las tres cruces en el que se presentó perdida de cobertura vegetal y desplazamiento de fauna silvestre.
De acuerdo con el Departamento Administrativo de Gestión del Medio Ambiente (Dagma), fueron más de siete hectáreas las que se perdieron en cobertura vegetal. Jorge Escudero, coordinador operativo del grupo de Fauna Silvestre, señaló que la afectación se presentó por desplazamiento derivado de la pérdida de su hábitat. “Afortunadamente no se encontró fauna silvestre abandonada o con quemaduras, ni la presencia de madrigueras en el área afectada por el incendio”.
Cabe recordar que ante la alerta que hizo el Dagma el pasado martes, funcionarios de los grupos de Conservación de Ecosistemas, Fauna y Flora Silvestre, el Grupo Ambiental de Reacción Inmediata (GARI) y la Cuadrilla de Emergencias Arbóreas empezaron a hacer presencia en la zona con el fin de verificar el alcance de la afectación, detectar y extinguir puntos calientes activos.
Por otro lado, los técnicos y profesionales del grupo de Conservación de Ecosistemas, pudieron descubrir que el área se encontraba poblada por material vegetal que hacía parte de un proceso de restauración ecológica, con especies arbustivas propias del ecosistema del bosque seco tropical como arrayanes, mortiños y leucaneas, además de pastizales y vegetación herbácea como cañabrava.
La subdirectora de Ecosistemas y Umata, Lina Marcela Botía, dio a conocer que el personal de guardabosques cuando esté controlada la emergencia, se encargará de hacer recorridos de vigilancia, con miras a evitar la reaparición del fuego, extinguiendo puntos calientes o fumarolas.
En cuanto a la recuperación de la cobertura vegetal del cerro, el Dagma enfatizó de que se llevarán a cabo plantaciones de especies vegetales nativas propias del ecosistema de bosque seco tropical, e crecimiento rápido, resistencia a la sequía y con bajos niveles de humedad requeridos para su respectivo desarrollo.