Hace siete décadas, la humanidad fue testigo de un capítulo oscuro en la historia mundial: el uso de armas nucleares en Hiroshima y Nagasaki, Japón, durante la II Guerra Mundial. Dos bombas devastadoras, “Little Boy” y “Fat Man”, cambiaron para siempre el destino de estas ciudades y dejaron una huella imborrable en la conciencia global.
La bomba “Little Boy”, lanzada sobre Hiroshima el 6 de agosto de 1945, fue la primera arma nuclear utilizada en un conflicto bélico. Su poder destructivo fue inmenso, y se estima que aproximadamente 140.000 personas perdieron la vida como resultado directo del ataque. Esta tragedia humana fue una llamada de atención para el mundo sobre el devastador potencial de las armas nucleares.
Tres días después, el 9 de agosto de 1945, una segunda bomba, “Fat Man”, fue lanzada sobre Nagasaki, cobrándose la vida de otras 70.000 personas. Estos dos eventos llevaron a la rendición de Japón ante las fuerzas aliadas, marcando el fin de la II Guerra Mundial.
La decisión de Estados Unidos de emplear estas armas nucleares fue justificada en su momento como una medida para evitar un sangriento ataque por tierra a Japón. La dura batalla de Okinawa, en la que murieron miles de personas, fue un factor determinante en la toma de esta decisión.
El impacto de las bombas no se limitó al momento del estallido, sino que tuvo efectos devastadores a largo plazo. Una “lluvia negra” de partículas radiactivas siguió al cegador estallido y a la bola de fuego que provocó la bomba. Esta radiación se asoció con altas tasas de cáncer y otras enfermedades en los sobrevivientes y las generaciones posteriores. Pero, ¿qué ocurriría si una bomba atómica estallara hoy en el centro de Cali?
El centro de Cali quedaría devastado en segundos
La magnitud de la detonación sería inimaginable, y los efectos devastadores se sentirían en varios barrios cercanos al epicentro. Entre los lugares que serían destruidos de inmediato se encuentran San Juan Bosco, El Calvario, San Nicolás, Obrero, Granada, El Piloto, San Vicente, Los Libertadores y Guayaquil. Además, sitios importantes de la ciudad como la base aérea Marco Fidel Suárez, el Parque de la Caña, la Terminal de Transportes, la autopista Simón Bolívar y San Cayetano también se verían afectados.
La situación sería catastrófica, y la ciudad quedaría sumida en el caos. La onda expansiva y la radiación causarían una devastación inmediata y masiva, dejando un rastro de destrucción y pérdida de vidas humanas. Además, una “lluvia negra” de partículas radiactivas seguiría al estallido, lo que podría tener efectos a largo plazo en la salud de los sobrevivientes y futuras generaciones, tal como ocurrió en Japón tras las explosiones de Hiroshima y Nagasaki.
Simulador de bombas nucleares
Ahora, una página de acceso gratuito ofrece a las personas la posibilidad de conocer el posible efecto que tendría una bomba nuclear si cayera en su ciudad. Se trata de ‘nuclearsecrecy’, una herramienta creada con el objetivo de proporcionar un análisis detallado sobre las consecuencias de explosiones nucleares.
Esta innovadora plataforma permite al usuario seleccionar la localización y el tipo de bomba que se utilizaría en el hipotético escenario. A cambio, muestra una serie de resultados impactantes, incluyendo el número estimado de víctimas mortales y heridos, el radio de calor generado por la detonación, el alcance de la ola de impacto, el radio máximo de la bola de fuego y la extensión de la radiación generada.
El simulador, sin duda, ofrece una visión impactante sobre los posibles efectos de una bomba nuclear en una ciudad específica. No obstante, es importante destacar que se trata de una herramienta de análisis y no de precisión absoluta. Los resultados proporcionados por el simulador son estimaciones basadas en modelos y datos disponibles, pero no pueden replicar con exactitud una situación real.
Una de las características destacadas de esta aplicación es la posibilidad de elegir si la bomba es detonada en la superficie o en el aire. Cada opción tiene consecuencias diferentes: si la detonación ocurre en la superficie, se afectarán los refugios subterráneos y habrá una mayor lluvia radioactiva, mientras que si se explota en el aire, el área geográfica afectada será más amplia.