Por José Luis Carrillo, editor de Cali
El País y el Observatorio de Políticas Públicas del Icesi, a modo de conclusión, enlistaron los principales retos que enfrentará Cali de cara a la nueva Administración Municipal.
“El abordaje de estos temas por parte del alcalde electo será crucial para construir un mejor futuro para nuestra ciudad a través del fortalecimiento de su tejido social, económico, productivo y cultural”, sostiene Lina Martínez, coordinadora de Polis.
Según la académica, Cali tiene una deuda en la consolidación de un área metropolitana. Asimismo, el bajo nivel educativo debe ser afrontado porque es una problemática que está directamente relacionada con la pobreza, la desigualdad, las tasas de criminalidad y la informalidad.
“Fortalecer el tejido productivo también será clave, teniendo en cuenta que el 89 % de este engranaje en el municipio son las microempresas, unidades productivas que se caracterizan por tener altos niveles de informalidad, razón por la cual es importante crear políticas enfocadas en su desarrollo”, complementó.
Asimismo, mejorar las condiciones de seguridad en Cali será un reto, teniendo en cuenta que la violencia, la inseguridad y la criminalidad no solo drenan parte de los recursos públicos, sino que también generan desconfianza inversionista y promueven que la población de mayor capital humano busque salir de la ciudad.
Por ello, a continuación presentamos un análisis que no se limita solo a la descripción y el estudio de los problemas, sino también a las soluciones que deberá abordar de manera urgente el alcalde electo de Cali.
1. Fortalecer el recaudo fiscal
Las políticas públicas demandan la ejecución de una cantidad importante de recursos. No obstante, Cali enfrenta falencias en sus fuentes de recaudo. El porcentaje de inversión financiada con recursos propios es 22 puntos porcentuales inferior a Medellín y Bogotá.
Cali tiene múltiples retos de inversión social, pero sin una base fiscal sólida. Un mecanismo que tiene la ciudad para mejorar su base fiscal es lograr que la empresa de servicios públicos, Emcali, distribuya excedentes financieros al municipio.
2. Recuperar la confianza
El bajo nivel de confianza institucional de la población es un tema que no es menor para Cali, después de los bajos niveles de popularidad del alcalde saliente; por ello, la rendición de cuentas abierta y permanente por cada peso gastado será vital que la dé a conocer el alcalde electo.
También será crucial que el municipio se involucre más con la sociedad civil a través de nuevas plataformas tecnológicas, promover políticas de gobierno abierto y utilizar con mayor frecuencia análisis de Big Data.
3. Consolidar un área metropolitana
Según el Observatorio Polis, Cali tiene una deuda en la consolidación de un área metropolitana.
El crecimiento continuo que han tenido la ciudad y sus municipios colindantes conlleva plantear que los problemas públicos que afronta cada uno de los territorios, más aún durante la pospandemia, no se resuelven de manera municipal, sino que requieren una articulación regional. Los problemas públicos que afronta Cali también afectan a los municipios que gravitan en torno a ella y viceversa.
4. Seguridad, debe ser prioridad
En Cali, la violencia, la inseguridad y la criminalidad no solo drenan parte de los recursos públicos, sino que también generan desconfianza inversionista y promueven que la población de mayor capital humano busque salir de la ciudad. Estos problemas deben abordarse desde las instituciones de seguridad, pero además teniendo en cuenta la vulnerabilidad de ciertos grupos poblacionales, como los jóvenes de menores ingresos, de pertenecer a estas redes delictivas. Se requiere un enfoque social en las políticas.
5. Promover el capital humano
6. Impulsar el tejido productivo
El fortalecimiento del tejido productivo debe estar aunado a la acumulación de capital humano. Actualmente, Cali, según el Índice de Competitividad de Ciudades (ICC), tiene puntuaciones menores en los pilares de educación básica y media, y de educación superior y formación para el trabajo en comparación con Tunja, Medellín y Bogotá DC. La baja acumulación de años de escolaridad y baja calidad educativa afectan tanto en el corto como en el largo plazo la productividad de las empresas.
7. Mejorar la capacidad técnica de Cali
Cali, a diferencia de Medellín y Bogotá, cuenta con una baja capacidad técnica dentro del sector público.
Las principales implicaciones de no tener datos técnicos en la gestión pública son una asignación ineficiente de recursos, estancamiento en el desarrollo de la ciudad e incremento en la corrupción.
Por ello, la capital del Valle requiere mejorar su capacidad técnica en dos principales frentes: funcionarios públicos y sistemas de información de datos eficientes.