Se escucha el repicar de una marimba, acompañada de un bombo, un cununo y un guasá. Es la música del Pacífico que sale de los altavoces. En la mitad del recinto hay una mujer de mirada fuerte y determinante. Habla sobre el cabello y sus texturas. No titubea en sus conocimientos, toca sus propios rizos para ejemplificar lo que dice. Ella es Edna Liliana Valencia y si hoy se cruzara con su yo de 5 años, es probable que dijera que no le pasó por la cabeza terminar hablando de algo que creció odiando: el cabello afro.
“Yo crecí odiando mi cabello, y en el fondo odiando el hecho de ser una niña negra. No entendía qué era ser negra, solo sabía que me decían negra cuscús y que no me gustaba mi pelo”. Edna recuerda su infancia en Bogotá, ciudad en la que nació. Ella y su hermana eran las únicas niñas afro en el colegio, lo que trajo consigo un sinnúmero de apodos que afectaron su autoestima, y la llevarían a cambiar su cabello, para parecerse más al tipo de mujer eurocéntrica que estaba acostumbrada a ver.
Muchos años después sería la primera periodista de América Latina en transmitir desde el set de noticias generales con su cabello afro natural, convirtiéndose en un referente de identidad para mujeres y niñas del país. Fue también la primera periodista afro en el canal RCN, donde trabajó temas de comunidades diversas. Por su esfuerzo recibió premios como el galardón ‘Chao racismo’ y el reconocimiento al afrodescendiente del año en 2015, entre otros.
Su proceso no ha sido fácil, ha pasado por tres transiciones capilares. De pequeña solía peinarse con trenzas, para no mostrar su cabello, puesto que muchos le habían repetido que su melena era ‘pelo malo’.
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-Empecé a alisar mi cabello desde los 12 o 13 años. En mi libro tengo un capítulo completo donde explico lo absurdo que me parece que las mujeres negras apliquemos soda cáustica en el cuero cabelludo, cerca de los principales sentidos, generando quemaduras de segundo grado.
Después del deterioro que sufrió por los químicos y el alisarse, decidió volver a trenzarlo para camuflar el daño. También utilizó extensiones, no se convencía de tener el cabello al natural. La primera vez que intentó hacer la transición no lo logró. Lo volvió a intentar, pero trabajar en un medio de comunicación implicaba estar expuesta a comentarios como “es que tu cabello distrae mucho, el cabello afro en televisión se ve muy desaliñado, no se ve elegante”. No sentir aceptación la hizo volver a las extensiones. La tercera transición fue la vencida: en el 2014 decidió definitivamente que iba a llevar su melena al natural, tal como si de la corona de una reina africana se tratara.
Se graduó en Comunicación Social y Periodismo en la Universidad de la Sabana. Fue coordinadora de comunicaciones en Usaid; pasó por medios nacionales como RCN, por cuatro años, y otros internacionales como France 24. Allí presentó el programa África en 7 días, el único informativo en español dedicado a noticias de dicho continente. El magazín le permitió entender la geopolítica africana, así como su propia historia.
La historia que hoy escribe
Para esta reconocida periodista afro su historia no comienza aquí, inicia hace siglos pues es descendiente de africanos, pero esa historia le fue arrebatada. Desde el momento en que escuchó a la escritora feminista nigeriana Chimamanda Ngozi Adichie en su charla TED hablar sobre la historia única que ha sido contada, se ha dedicado a reivindicar la historia afrolatina, mediante el activismo y ahora a través de su libro ‘El racismo y yo’.
En él, como en su vida, el cabello es protagonista e hilo conductor. A través de este cuenta la lucha de la población afrocolombiana por ser reconocida y visibilizada, narra su propia batalla al crecer y comprenderse como una mujer afro en una sociedad blanco-mestiza. El texto cuenta con 7 capítulos en los que hace un análisis muy personal de los avances y obstáculos para las poblaciones afro. También hay una serie de poemas en los que honra su conexión con África y sus raíces.
-Yo empecé a escribir el libro hace muchos años, pero sentía que los libros eran para grandes intelectuales. Sentía que no era una eminencia como para escribir un libro. Siento que tal vez eso nos lo han inculcado, como que las mujeres negras jóvenes no somos las que producimos conocimiento. Inconscientemente pensaba eso, pero bueno, también me decía: “cuando cumpla 30 escribo el libro. Al final me cogió en los 35”.
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El libro fue lanzado en la Filbo, el 29 de mayo de este año, con la editorial Intermedio, de la casa editorial El Tiempo y el Círculo de Lectores. Su desarrollo surgió en la pandemia, cuando tuvo el tiempo para organizar los poemas, registrarlos y escribir la parte del libro que no es poesía. La activista y periodista escribe poesía desde los 12 años, a sus 20 ya tenía toda una colección de poemas.
-Necesitamos más libros como este, más historias que reflejen lo que atraviesa la vida de una mujer afrocolombiana; la vida de las persona negras en este país. Que tiene que ver con una narrativa totalmente eurocentrada, con la falta de proporción de referentes de identidad.
El poema que da apertura a su obra se titula ‘El racismo y yo’. En este cuenta cómo el racismo la encontró en el barrio, en la academia, incluso, en una fiesta. Pretende llegar a muchas personas, no solo afros, quienes comparten su historia, sino también a la población blanco-mestiza para que comprenda que el racismo es un asunto de todos y hay que vencerlo.
Ahora emprende nuevos caminos con su empresa Vive tu Pelo Afro, que promueve el empoderamiento y el fortalecimiento identitario de las mujeres negras. Además, el pasado 31 de agosto, día de los afrodescendientes, inauguró el primer centro de identidad y estética afro en Cali, Africabellos, junto con sus socios, el cosmetólogo profesional y rapero cubano Roberto Álvarez y Claudia Lorena Guerrero, empresaria y presidenta de la Asociación Colombiana de Mujeres Médicas Afrodescendientes.
-Yo me imaginé un lugar que tuviera libros, películas, música, documentales. Este lugar es un nuevo referente de la economía, ya no es solo ‘alístate, hazte la keratina’ sino emprender desde la identidad.
Allí se puede encontrar su libro ‘El racismo y yo’, que además este sábado presentado en la Feria del Libro de Cali, en el Auditorio El País, en un conservatorio que realizó con Gabriela de la Parra.
Otro de los retos de esta bogotana, de raíces chocoanas y vallecaucanas, es ser la Jefe de Prensa de la Vicepresidencia. Edna afirma que este cargo lo asume como un compromiso con el movimiento afro y lo que Francia Márquez representa para las mujeres negras de Colombia y el mundo.
La música del Pacífico sigue sonando y en la pared de su negocio resalta la frase: “Nunca será esclavo, aquel que de reyes desciende”.
Desde allí dice que seguirá siendo la mujer que hable del cabello afro, del racismo, de la historia no contada de África, de lo que implica ser afrocolombiana. Su voz continuará sirviendo de altavoz para las poblaciones diversas del país.
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Imperdibles de este domingo en la Feria del Libro
Sobrevivir a la escuela:
La vida con dislexia o tourette. Lucía Salazar y Simón Jaramillo conversan con Mauricio Molano. En el Auditorio Bulevar TQ, a las 11:30 a.m.
’El sueño del árbol’:
Andrea Salgado escritora, periodista y magíster en Escrituras Creativas, presenta un relato híbrido, poético y reflexivo en la franja de Mujeres de Letras, a las 2:30 p.m., en el Auditorio Bulevar TQ
Voces Valientes:
Paola Gómez Perafán, jefa de redacción y columnista del periódico El País, dialogará a las 3:00 p.m., con María del Mar Burgos. En la Carpa Cali Imaginada del recinto ferial.
Historias Trans:
Martín Segovia y la Escuela con Sentido presentan el libro ‘Trans – hito, historias y reflexiones sobre los cuerpos insurrectos’ a las 4:15 p.m., en el auditorio Bienestar.