Desde Cali, el fiscal General de la Nación, Francisco Barbosa, advirtió que en la capital del Valle del Cauca y el resto del departamento hay un número importante de órdenes de captura sin ejecutar. Así lo dio a conocer luego de una reunión con la Gobernadora del Valle, en la que evaluaron los ejes clave para contrarrestar la inseguridad.

“Hay un número importante de órdenes de captura contra homicidas en Cali y el Valle que deben ser materializadas. En el Valle del Cauca son 442 homicidas que están en las calles y lo que hacen es reincidir y multiplicar la violencia”, detalló la cabeza del ente judicial.

El Fiscal destacó que para lograr la judicialización y captura de estos criminales es importante articular esfuerzos de la Fiscalía General de la Nación y la Policía. En dirección a ese mismo objetivo, durante el comité de seguridad se evaluó junto a la Gobernadora qué estrategias deben continuar o fortalecerse de cara a las necesidades del departamento.

El fiscal general de la Nación, Francisco Barbosa, adelantó un comité de seguridad con la Gobernadora. | Foto: El País

Además de priorizar los casos de homicidio, las autoridades enfocarán su atención en otros delitos que afligen al departamento como la extorsión, el microtráfico y el hurto. El Fiscal prevé que las diferentes líneas investigativas arrojen resultados entre 60 y 90 días.

Tuluá, Jamundí, Buenaventura, Cartago y Buga son algunos de los municipios del Valle del Cauca que recibirán especial atención por la delincuencia. Mientras tanto, en el caso de Cali se priorizarán comunas específicas, en donde se han identificado ciertas dinámicas delictivas.

Según Barbosa, las diferentes líneas investigativas ya han sido asignadas a fiscales para empezar a trabajar “en ciudades que han venido sufriendo muchísimo por la situación de orden público y de inseguridad como Tuluá, Jamundí, Buenaventura, Cartago y Buga”.

Homicidios, extorsión, hurtos, grupos armados ilegales, violencia contra líderes y políticos son algunos de los desafíos en la seguridad del departamento. A esta violencia criminal se suma la disputa por el control territorial y las rentas ilícitas de grupos armados al margen de la ley como las disidencias de las Farc, ELN y el Clan del Golfo.