Durante su intervención el pasado martes ante la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, al radicar el proyecto de ley de reforma a la salud, la ministra del ramo, Carolina Corcho Mejía, afirmó que “estamos construyendo sobre lo construido”, desestimando las fuertes críticas por lo que sería el desmonte del sistema actual.
Advirtió que la prioridad de la iniciativa es la Atención Primaria en Salud, al señalar que el Estado debe garantizar que todo ciudadano tenga un servicio de atención básico en salud a menos de una hora de distancia.
El eje de la estrategia que ha concebido el Gobierno para satisfacer esa necesidad es la creación de una red de Centros de Atención Primaria, CAP, en todo el país, con enfoque de medicina preventiva y predictiva.
Su función no solamente sería atender a los pacientes, sino organizar el territorio en un promedio de 25.000 personas por cada uno, y distribuidos según el lugar de vivienda o trabajo. Equipos médicos interdisciplinarios serán los encargados de visitar de manera permanente a dichas familias, para atenderlas en un estado primario de la enfermedad, en donde todavía sea posible salvar la vida de los pacientes.
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Sin embargo, la ministra Corcho enfatizó que durante la transición, de aprobarse la ley, ninguna persona que hoy esté siendo atendida o en un tratamiento de alta complejidad quedará sin cubrimiento.
Aunque la funcionaria dijo que las Entidades Promotoras de Salud (EPS) no van a desaparecer, pero sí van a cambiar sus funciones, Acemi, el gremio que las agrupa considera que en ese esquema, a la larga, esas entidades desaparecerán.
En Colombia se prestan 2,5 millones de atenciones diarias en salud y alrededor de unas 800 millones al año.
“En tres décadas el país pasó de tener unas 150 de estas aseguradoras a 28 en la actualidad, de las cuales muy pocas alcanzan a cumplir los mínimos planteados por la ley para su funcionamiento”, insistió Corcho.
En ese orden de ideas, el proyecto propone un modelo mixto de funcionamiento en el que los CAP, centros especializados del servicio y las redes integrales e integradas de salud estarán conformados por entidades públicas y privadas.
¿Qué dicen los gremios del sector?
El médico Jorge Enrique Enciso, presidente de la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos, dijo que los CAP son básicos para la promoción y prevención de enfermedades, pero anotó que todavía no saben cómo se materializarán los 633 centros que aún hacen falta en el país y cómo se financiará su construcción.
“No existen vías de acceso pertinentes para poder llevar el material para construirlos. Cuánto tiempo se tardaría en construir cada uno de estos CAP y, una vez estén construidos, cuánto se necesita para poderlos habilitar, para poder tener los insumos básicos necesarios”, preguntó.
El otro interrogante fundamental, indicó, es saber qué personal se necesita contratar para que estos CAP funcionen las 24 horas del día, es decir, cuántos médicos, enfermeras, auxiliares, fisioterapeutas, psicólogos.
“Le hemos pedido al Ministerio de Salud que elabore un censo para establecer cuántos trabajadores de la salud tenemos, pues sin el mismo no sabemos cuántos faltan por contratar. Estos puntos deben ser reglamentados una vez se aprueba la ley”, anotó.
La ministra Carolina Corcho dijo que 633 municipios no cuentan con puesto de salud y que atender la Colombia profunda cuesta $8,8 billones, pero confirmó que el sistema tiene hoy esa plata.
Por eso, el especialista sostuvo que se requiere un sistema mixto, que tenga lo mejor de lo privado y lo público, para que el paciente pueda escoger cuál servicio es el mejor.
Por su parte, el médico Herman Redondo, miembro de la Academia Nacional de Medicina y coordinador del grupo Acuerdos Fundamentales, del que hacen parte catorce gremios del sector de la salud, dijo que los CAP son una apuesta bastante positiva en la medida que se desarrollen dentro del marco del sistema de salud actual.
“Sería un componente complementario de atención que serviría mucho, sobre todo en lo que se ha denominado la Colombia profunda”, dijo.
Pero para impulsar estos CAP, subrayó, no se requiere desmontar el sistema actual sino fortalecerlo.
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Agregó que la propuesta del Gobierno hace grandes cambios en materia de administración y flujo de recursos y es ahí donde “sí tenemos diferencias, porque nos asalta el temor de que se le entregue la administración a nuevas entidades que no tienen la experticia ni la infraestructura técnica o tecnológica y que tendrían que necesariamente hacer una curva de aprendizaje que puede costar no solo recursos financieros sino incluso vidas, por el cambio brusco de un sistema a otro”, puntualizó Redondo.
El médico enfatizó que se debe exigir a las EPS todo lo que se quiera, pero no desmontarlas, porque cada vez que se liquida una, son millones los usuarios y trabajadores de esa entidad que quedan en la incertidumbre.
“Imagínese esto multiplicado por 28, que son las que existen actualmente. Trasladar 50 millones de colombianos a la Nueva EPS o los CAP, generaría un caos terrible”, acotó.
Adicionalmente, cuando una EPS le incumplía a un usuario, este podía recurrir a una acción de tutela, pero ahora tendría que elevarla directamente ante el Ministerio de Salud, lo cual complicará la atención de los reclamos.
Entre tanto, Dora Patricia Bernal, presidenta de la Asociación Colombiana de Sociedades Científicas, destacó que los CAP se constituyen en una estrategia bien ideada para poner en marcha la red de atención primaria que es fundamental en el tema de la reforma a la salud.
“Digamos que los CAP son el sistema básico de atención de una red integral de salud, eso es lo bueno; lo que no sabemos muy bien es cómo va a ser la financiación, porque no son solamente unas estructuras físicas sino que tienen que estar dotadas con una capacidad instalada que permita que estos equipos interdisciplinarios o interprofesionales puedan estar allí y desarrollar su trabajo”, añadió.
Según el nuevo proyecto de ley, se fortalecería la Nueva EPS para cubrir los territorios que, por la liquidación de algunas EPS, se queden sin entidad de aseguramiento.
Bernal manifestó que la agremiación coincide con el proyecto en la necesidad de fortalecer la atención primaria y la red pública de servicios de salud para dar acceso a los habitantes de zonas lejanas. Otras propuestas que apoyan son la conformación de un consejo nacional de salud, la autonomía médica y darle más ‘dientes’ a la Supersalud para que cumpla con su verdadera función, así como desarrollar unas políticas para la formación del talento humano en salud con base en las necesidades del país.
“Pero tenemos que partir de unos beneficios que ya se tienen, de un sistema que ha podido cumplir en gran medida con los objetivos. Estamos de acuerdo con el planteamiento de la Ministra, que tenemos que construir sobre lo construido”, indicó.
Juan Eduardo Guerrero, presidente de la Asociación Colombiana de Salud Pública, explicó que los CAP no son una idea exclusiva de Colombia y que países como Chile, Brasil y Costa Rica los han implementado con gran impacto para sus poblaciones.
“En los últimos 30 años hemos enfocado el sistema y los recursos al cuidado terciario de las enfermedades. Esta propuesta busca equilibrar el sistema. Los CAP serían una puerta diferente de entrada al sistema en el que usualmente son las urgencias, de ahí que estas áreas mantienen colapsadas”.
Según Guerrero, hoy todas las atenciones se concentran en los niveles de alta complejidad y son manejadas únicamente por especialistas y subespecialistas, perdiéndose la gran fuerza que se tiene en la formación de médicos generales.
“Colombia forma casi seis mil médicos generales anualmente en cerca de 65 universidades. Por lo tanto, esa fuerza que está formándose es fundamental recuperarla”, expresó.
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Desde hace quince años las instituciones académicas vienen visualizando este tipo de propuestas, la única diferencia, aseguró Guerrero, es que este Gobierno tiene la decisión política y ha puesto $2,5 billones en el Presupuesto Nacional para iniciar la transformación de la salud.
De otro lado, Lina Triana, presidente de la Asociación de Egresados de la Universidad del Valle, opinó que los CAP son un cambio importante del modelo actual del sistema, que está basado en la prestación del servicio, dejando de lado la promoción de la salud y la prevención de la enfermedad.
“Los CAP van a fomentar la base de la medicina, que no es tratar la enfermedad sino prevenirla. Por eso, podríamos decir que es una medida importante. Sin embargo, con este modelo una persona no podría escoger la entidad que quisiera que la atienda, sino que va a ser asignada directamente por el Gobierno. Esperamos que estos cambios se realicen de la mejor manera, porque pueden generar caos”.