Como en cada 31 de octubre, la noche de Halloween se está celebrando con las típicas salidas de los niños con sus padres para pedir dulces en las casas y establecimientos de distintos sectores de Cali.
En ese sentido, distintas autoridades de la ciudad, como la Secretaría de Seguridad, Secretaría de Movilidad y la Policía Metropolitana de Cali, están llevando un trabajo articulado para garantizar el orden público en la capital del Valle del Cauca.
“Más de 900 hombres y mujeres se han dispuesto para garantizar la seguridad en la ciudad. 14 puestos de control, 10 reacciones motorizadas, presencia en los centros comerciales, apoyados por helicóptero Halcón y los sistemas aéreos que nos van a permitir tener presencia institucional y garantizar la seguridad durante el Día del Niño”, confirmó el coronel Carlos Oviedo, comandante de la Policía Metropolitana de Cali.
Los grupos de uniformados, además, están acompañando a la ciudadanía en lugares con gran afluencia de los niños. La Policía de Infancia y Adolescencia también creó grupos especiales para atender de manera oportuna cualquier hecho que involucre a los menores de edad.
A los esfuerzos de las autoridades de seguridad, se suman también los controles de movilidad a cargo de más de 180 agentes de tránsito. “El llamado a los ciudadanos es al respeto, no solo por las normas de tránsito, sino también por su propia vida y la de quienes están alrededor”, expresó el secretario de Movilidad, Wilmer Tabares.
Con este amplio despliegue, las autoridades de la capital vallecaucana buscan que la noche de Halloween transcurra en calma, teniendo en cuenta que esta celebración, históricamente, ha generado desorden en la ciudad.
A pesar de los esfuerzos de las autoridades, en la noche de este 31 de octubre, una gran caravana de motociclistas recorrió la Avenida Pasoancho. Imágenes registradas por El País evidencian que muchos asistentes no utilizaban casco, contradiciendo el llamado de las autoridades.
Desde hace algunos años, cada noche de Halloween se han presentado caravanas de motociclistas disfrazados que, en muchos casos, se desplazan por las vías principales de la ciudad incumpliendo las normas de tránsito.
Precisamente, el año pasado en la Avenida Simón Bolívar, en una de estas caravanas, fue asesinado el DJ Felipe Vásquez, un hecho que consternó a la ciudad.