El próximo domingo sacerdotes y feligreses católicos anhelan poder celebrar la famosa fiesta de Corpus Christi con una misa que cuente con la asistencia de pocas personas y eso sí con todos los protocolos de bioseguridad.
Seguramente no será una celebración como tradicionalmente se desarrolla, donde cientos de creyentes asisten a esta ‘fiesta de la eucaristía’, esta vez será sencilla y contundente, pero desean celebrarla con comunidad, feligreses que con medidas de bioseguridad puedan asistir a la parroquia.
La petición no solo la ha hecho el arzobispo de Cali, Monseñor Darío de Jesús Monsalve a través de su cuenta en Twitter, en donde expresó: “Clamor católico: El domingo 14 de junio ¿no podremos aún celebrar la Fiesta de la eucaristía, el Corpus Christi, con la comunidad parroquial? Desde las casas y espacios bioseguros manifestemonos. ¡Colombia: cuenta con tu Iglesia! ¡Eucaristía en nuestros templos! Todos unidos”; sino también la ha hecho delegados de la Conferencia Episcopal en la mesa de diálogo con el Gobierno.
Hasta la fecha dicen que la discusión está bastante avanzada y por ello, la parroquias de Cali desde ya preparan sus protocolos de bioseguridad para el momento que autoricen abrir las puertas.
De hecho, para este domingo se tiene planeado llevar a cabo un plan piloto con cuatro parroquias de la ciudad, a estas solo asistirían sacerdotes de la zona y algunos laicos feligreses, con el objetivo de observar cuáles y cómo deben ser las medidas a implementar.
No obstante, voceros de la Arquidiócesis aclaran que esta propuesta “aún no está aprobada y si no es así no lo podemos hacer”. Mientras eso sucede, la Arquidiócesis ya empezó la implementación de los protocolos en 80 parroquias y lugares de cultos, de los cuales el 60 % ya están listas.
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El padre Otoniel Rangel, de la parroquia San Felipe Neri y líder de la Comisión de Bioseguridad de la Arquidiócesis de Cali, explicó que en la reapertura de templos “el acceso será limitado para las personas, se deberá cumplir con el aseo e higiene de manos y pies, obligatorio portar el tapabocas y el distanciamiento de dos metros, es decir, que en las bancas solo podrán estar dos personas; cada templo va a tener sus restricciones”.
Asimismo, comentó que la idea es aumentar el número de celebraciones especialmente el fin de semana. Además, precisó que el momento de la paz será un acto simbólico sin tener contacto físico. La hostia será distribuida en la mano de las feligreses debidamente desinfectadas.
“Las parroquias ya tienen un trabajo avanzado, están en proceso de conseguir los termómetros, la demarcación, los líquidos para la desinfección, tapabocas disponibles por si alguien no lleva”, añadió el sacerdote Rangel.
Dentro de la iglesias que ya están preparadas se encuentra el Santuario Nuestra Señora De Fátima. De acuerdo con el Parroco, padre Omar López: “estamos preparados, tenemos un equipo de trabajo, la capacidad logística, y disciplina. Vamos a hacer celebraciones organizadas”.
En este lugar ya se tienen ubicadas señaléticas en las bancas y en el piso que indican la distancia de dos metros. “Tuvimos que sacar el 50 % de las bancas, y el 80 % de las sillas, el templo estaba preparado para 600 personas, ahora tiene capacidad de 150”, agregó.
Además contó el sacerdote que en las entradas y salidas se tendrán dispositivos con gel antibacterial para la desinfección de manos y tapetes para la limpieza de la suela de zapatos, la toma de temperatura se hará con un termómetro láser. Se llevará una base de datos, la idea es que las personas puedan inscribirse previamente por llamada por el despacho o con los grupos parroquiales.
En este templo, para la distribución de la hostia “el sacerdote y ministros van a ir de puesto en puesto a llevar la comunión, se entregará en la mano”.
Una vez terminada cada celebración se deberá hacer la desinfección bancas.
Por redes sociales se transmitirán videos pedagógicos de cómo sería esa reapertura y cómo debe ser el comportamiento, tanto de los fieles como de los sacerdotes.
Entre tanto, en la parroquia La María (en Pance) está preparada. De acuerdo con su párroco Juan Sebastián Zuluaga “tenemos un comité de bioseguridad que estará ayudando a ubicar a las personas en las bancas. Ya hemos organizado el despacho parroquial y los confesionarios con las medidas para que el penitente no tenga contacto con el sacerdote”.
Se tiene lista toda la señalización para el distanciamiento. Además de los protocolos de desinfección en la entrada, la parroquia dispone de dos lavamanos en un costado del templo.
“Anhelamos que así como se han abierto otros espacios, nosotros también con toda la responsabilidad, podamos abrir los templos ya que es una prioridad para las personas su bienestar espiritual”, afirmó el párroco Zuluaga.
Además de todos los protocolos mencionados anteriormente, la Parroquia del Santísimo Sacramento El Templete, utilizará una bomba con agua desionizada para la aspersión.
“La idea es que no se rompa en ningún momento el protocolo de seguridad. Lo ideal es que nos pida que el aforo de la iglesia se maneje con cupos reservados, la gente llama al despacho parroquial, para ver en qué cupo de misa puede asistir, le pedimos el número de documento y así va se tendrá un ingreso seguro”, dijo el párroco Jorge Luis Mendoza, quien afirmó que cada misa podrán asistir entre 70 y 80 personas.
El sacerdote Mendoza además destacó la importancia de abrir los templos: “En este momento necesitamos alimentarnos de la eucaristía, es necesario celebrar juntos nuestra fe”.
En este sentido, el rector del Santuario de la Divina Misericordia de Cali, el padre Manuel Felipe Forero, considera que la iglesia puede hacer una aporte y pedagogía en esta emergencia sanitaria. “La expresión de fe y religiosidad hace parte de los derechos, entendemos la circunstancia, pero precisamente la vida espiritual es un aporte enorme a la salud de todos. Nuestros templos se convierten en un elemento pedagógico para la manera como nos tenemos que relacionar en este nueva realidad”.
En esta iglesia se van a ubicar dentro del templo 200 sillas, y en las plazoletas externas 100 sillas, es decir que tendrá la capacidad de 400 sillas cuando normalmente es de 2000 0 2500.
La Catedral de San Pedro y La Ermita
Los principales templos de la ciudad: la Catedral y la Ermita están preparados para abrir sus puertas. “Ya tenemos instaladas señaléticas, estamos organizando los termómetros, gel antibacterial y alcohol para desinfectar los pies antes de ingresar”, señaló el párroco Winston Mosquera Moreno.
En estos templos solo abrirá una puerta y se cerrará cuando se termine la misa para realizar el proceso de desinfección.
En la Catedral, donde se prevé puedan entrar 150 personas con el debido distanciamiento, tendrá eucaristía el domingo a las 8:00 a.m. 10:00 a.m., 12 del día, y 6:00 p.m. En la Ermita será a las 10:00 a.m. y 5:00 p.m.
El párroco también vicario general de la Arquidiócesis, considera que las parroquias se puede mirar como una especie de sanatorio. “Es un espacio de oración, de sanación interior, las personas vienen a orar y también a desahogarse, recibir una orientación del sacerdote; es un acompañamiento que se requieren en este momento”.
Petición al Gobierno
La gobernadora del Valle, Clara Luz Roldán, le pidió al Gobierno Nacional el permiso para abrir no solo los iglesias católicas, sino también los cultos de otras religiones.
“Es hora de pensar en permitir la apertura de los templos católicos, cristianos, evangélicos. Con protocolos de bioseguridad, podemos ir reabriendo estos espacios de culto que necesitamos para renovar la fe de que juntos, y fortalecidos, vamos a superar la crisis”, manifestó la Mandataria.
Además aseguró que se ha realizado un trabajo conjunto con la Alcaldía de Cali y el arzobispo de la ciudad, monseñor Darío de Jesús Monsalve, para preparar los templos y que puedan adelantar sus tareas, agregó Roldán.