“Ahora resulta que nuestro sistema es perfecto y no pasa nada con las EPS, pues venga les cuento, en Cali tenemos la figura del Defensor del Paciente y las quejas son los casos de citas con especialistas, que se demoran hasta 6 meses cuando se puede hacer poco con la enfermedad”.
Con esas palabras, el alcalde de Cali, Jorge Iván Ospina, criticó el servicio que prestan las EPS en el país a través de su cuenta de Twitter, a propósito de la lluvia de críticas que ha recibido la reforma a la salud que impulsa el Gobierno Nacional, con el que pretenden modificar el funcionamiento del sistema como se conoce hoy, dado que, para algunos, este no tiene tantas deficiencias como se intenta mostrar.
El mandatario caleño hizo alusión a la capital del valle, motivo por el que Jhon Murillo, defensor del paciente de Cali, se refirió a ese trino con datos que apoyaban la tesis de Ospina: “En la secretaria de Salud de Cali, oficina de la Defensoría del paciente, la administración distrital registró 14.027 barreras de atención, en el año 2023 versus 10.107 en el 2022. Eso quiere decir, un crecimiento del 39 % en comparación al año anterior”.
Y añadió Murillo: “Tenemos incluso pacientes que cumplen hasta cinco días esperando en un hospital porque el proveedor de tecnologías de oxígeno no hace la asignación del recurso necesario”.
Las quejas que presentan los caleños se dan principalmente por las dificultades que presentan los usuarios para acceder a procedimientos ambulatorios, así como para mantener la continuidad de los tratamientos por enfermedades diagnosticadas.
Asimismo, según la información suministrada por la oficina de Atención al Paciente en Cali, los pacientes también tienen inconvenientes al momento de solicitar escanografías, resonancias, radiografías, entre otros procedimientos médicos más avanzados.
Sin embargo, pese a lo señalado por los funcionarios, este fin de semana, el exalcalde de Cali y director de la Fundación Valle del Lili, Vicente Borrero, le dijo a El País, en el espacio ‘Al Banquillo con Martillo’, que, de aprobarse la reforma a la salud que cursa en el Congreso de la República el sistema de salud de Colombia podría entrar en crisis como pasó en Venezuela y Cuba.
“Lo que quieren es destruir el sistema, estatizarlo y volvernos a todos unos mendigos de servicios de salud. Pero los más afectados van a ser los pobres, que son el 70 % de los pacientes que atendemos en la Fundación, porque la gente que tenga recursos pagará una medicina prepagada o se irá para el exterior a que lo curen. ¿Quién le va a hacer un trasplante de riñón o de corazón, que vale millones y millones que hoy pagan las EPS, a un niño pobre? Nadie”, dijo el exalcalde.
Además, mencionó que lo que buscaba la exministra de Salud, Carolina Corcho, junto con la Administración de Gustavo Petro, “es destruir el sistema que hoy conocemos”.
En ese sentido, Borrero contó: “Aquí estuvieron hace dos años los médicos de la Clínica La Trinidad, de Caracas, que llegó a ser una de las mejores clínicas de América Latina. Llegaron a mi oficina físicamente llorando porque no tenían con qué trabajar y la gente se les estaba muriendo, les regalamos cajas de antibióticos, de drogas. Mire Cuba”.
Sin embargo, no obviando que el sistema de salud tiene algunas deficiencias por mejorar, comentó que si en sus manos estuviera, él haría algunas modificaciones.
“Yo corregiría errores como la integración vertical. Cuando usted tiene aseguramiento, no puede tener prestación de servicio, es como si una empresa aseguradora vende un seguro de automóvil y tiene el taller y el almacén de repuestos”, dijo el director de la Fundación Valle del Lili.
Y agregó que “tiene que existir un sistema de aseguramiento sólido, con unas primas razonables y un sistema de prestadores sólido, porque también hay muchos médicos y muchos hospitales que abusan; entonces hay que tener un sistema de auditoría serio”.