Aunque la Alcaldía de Cali se amparó en una supuesta “ineficiencia administrativa” para retirar de la Gerencia de la ESE Oriente a Óscar Ipia López, el ahora exfuncionario asegura que lo sacaron porque no quiso servir a los intereses del alcalde Jorge Iván Ospina y de su exasesor y precandidato a la Alcaldía Harbey Hurtado.
Según el destituido gerente, él llegó a dirigir la más grande Red de Salud de Cali entre el 16 de mayo de 2020 y el 31 de marzo de 2023, producto del acuerdo en el que el alcalde Ospina le entregó la ESE Oriente como cuota política a su amigo Harbey Hurtado.
“Yo tenía una amistad con el señor Harbey Hurtado desde hace más de 30 años. Es una persona que aprecio y le tengo agradecimiento, pero que infortunadamente en estos escenarios se van perdiendo principios y valores, pero fue por esa amistad con Harbey que llego a gerenciar la ESE Oriente, que le fue entregada a él en un acuerdo con el alcalde”, asegura Óscar Ipia.
Tanto el alcalde Ospina como su exasesor niegan que la ESE Oriente haya sido entregada a alguien como resultado de acuerdos políticos. “Esa ESE jamás ha sido cuota mía, ni hay familiares míos ahí trabajando”, dice, al ser consultado sobre el tema, Harbey Hurtado, quien asegura que estuvo un año vinculado en 2020 en el gobierno Ospina como asesor de su despacho.
Reconoce, sin embargo, que recomendó a Ipia, a quien conoce porque son del mismo barrio y fueron al mismo colegio. “Estuve en la comisión de empalme del gobierno de Ospina y me retiré; y él siguió luego (como gerente), emproblemado con el alcalde por ese puesto”.
El fin de la luna de miel
Las primeras diferencias entre el mandatario e Ipia, según el mismo exgerente, se dieron por la implementación de su Plan de Desarrollo para la ESE Oriente, “porque yo estaba basado en la atención primaria en salud, pero el alcalde Ospina asegura que la atención primaria no da plata. Una posición incoherente para alguien que dice ser médico y que estudió en Cuba, donde hay una formación salubrista”.
Aunque los acuerdos se mantuvieron pese a las diferencias, la relación del tridente, Ospina, Ipia y Hurtado, se debilitó en enero de 2021, siete meses después de asumir el control de la ESE, con la llegada de una sobrina de Harbey Hurtado para laborar en la Red de Salud del Oriente como supuesto apoyo a Ipia para coordinar en la parte asistencial la clínica Unidos por la Vida.
“Después Harbey empieza a vincular gente de su línea política y a familiares. Ya manejaba la parte contable, el área Jurídica con los abogados que trajo y junto a su sobrina empieza a tener el control total de la ESE. Yo he tenido unos principios y unos valores, y me dediqué a revisar que los productos que se compraran fueran a precios acordes a la realidad, de calidad y empecé a ejercer el control que no quería”, dice Ipia.
Agrega que: “Cuando Harbey toma el control a través de su sobrina, le dije a ella: ‘No, venga’, y le recordé que yo era el gerente, y en plena Junta me dice: ‘Es que a usted lo puso mi tío ahí; usted tiene que hacerles caso a mi tío y al alcalde’, y es ahí cuando uno como persona dice, pues yo no estoy aquí para estar firmando, a exponerme, y eso agrava la situación”.
Asegura Ipia que intentó poner al tanto de esa situación al alcalde, pero no lo quiso escuchar, “a través de un mensaje de texto, lo que me escribió, de forma vulgar, fue que ‘mande a esa hp vieja a la mierda’”.
Frente a los supuestos problemas que generó la llegada de su sobrina a la ESE Oriente, Hurtado respondió que “no lo sé porque yo no estuve vinculado allá. Yo me desvinculé de eso; repito, yo no tuve injerencia ni tuve ninguna decisión. Después fue que vi un video donde él estaba enfrentado con el alcalde”.
Acto seguido, Hurtado negó tener familiares trabajando en la ESE. “Yo no sé de cuál sobrina está hablando, no sé. Que yo sepa, allá no trabajan sobrinas mías ni conozco que trabaje algún familiar mío allá”. Pero al enviarle el nombre completo de la supuesta sobrina en cuestión, no volvió a responder llamadas ni mensajes.
Contratos con destinación directa
El malestar del alcalde Ospina y del exasesor Harvey Hurtado, asegura Óscar Ipia, aumentó por situaciones contractuales relacionadas con la clínica Unidos por la Vida, a las cuales no quiso acceder.
La remodelación de la clínica tuvo un valor de 10.000 millones de pesos, de los cuales la Secretaría de Salud puso 7.000 millones de pesos y los otros 3.000 millones de pesos los puso la ESE Oriente.
“Esa remodelación también la hizo el primo del alcalde, y nadie ha dicho nada de eso. Eso se lo tienen que sumar a todo el volumen de contratos que el alcalde le ha entregado. Y los otros 7.000 millones de pesos venían con ‘destinación específica’. Ya decían a quién se le tenían que comprar los equipos y a quién comprarle los ventiladores, y yo no compré nada de eso. Se los pedí prestados a la Secretaría de Salud del Valle y luego los devolví”, explica Ipia.
Un señalamiento que causó malestar en el alcalde Jorge Iván Ospina, quien respondió de manera escueta a través de WhatsApp que “yo jamás le digo a nadie que adelante uno u otro contrato; que me respeten”.
Esa plata que sobró y que se negó invertir, dice Ipia López, se regresó a la Dirección de Hacienda del Municipio y reiteró que jamás se iba a prestar para cosas como esas. “Esa es la gran diferencia en la actuación de unos y otros. En la clínica se invirtieron 10.000 millones de pesos y lo que quedó fue el cascarón ahí. Eso es un detrimento patrimonial del municipio y nadie dice nada. Ya todo estaba montado; quién remodelaba y a quién se compraba, y me le atravesé a eso porque un ventilador que valía 50 millones de pesos, se iba a comprar a 150 millones de pesos por pandemia. Yo en este momento estaría enredado por detrimento y por corrupción”.
Sobre las amenazas
Las diferencias del gerente de la ESE Oriente con Ospina y Hurtado se agravaron con el paso de los días porque el funcionario se negó a renunciar a su cargo.
“Primero fue una amenaza de Harbey, quien me cita a su empresa de buses y me dice: ‘Hermano, necesito que renuncie’. Le pregunté por qué y me dijo: ‘Porque necesito el puesto, y si no, atenete a las consecuencias’. Le dije: ‘¿Me está amenazando’? Y me dijo: ‘Pues piense lo que le dé la gran p... gana’”.
“Como me negué, me llama el alcalde Ospina y me dice que renuncie; me dice: ‘Hermano, yo soy una persona jodida; y si no renuncia atenete a las consecuencias’, lo mismo que me dijo Harbey”.
“Jamás lo amenacé; quienes me conocen saben de mis calidades como persona”, respondió Hurtado. Entre tanto, el alcalde Ospina calificó como “loco” que le pregunten sobre esas supuestas amenazas.
El fin de la batalla personal entre Ipia y Ospina fue en abril pasado, cuando en una evaluación de la junta se determinó que no cumplió su labor y fue declarado insubsistente.
Un documento enviado a la Personería por uno de los miembros de la Junta Directiva de la ESE pide investigar disciplinariamente los hechos ocurridos ese día porque no llegaron a hacer auditoría, sino a justificar la salida del gerente.
“Fue algo vergonzoso, cuando los miembros de Junta se centraron en descalificar un informe de las metas del Plan de Desarrollo para bajar la Calificación a su mínimo valor, sin exponer razones; es decir, sin aportar ningún criterio técnico que avalará lo que ellos aseguraban”, dice la misiva.
La urgencia de sacarlo, dice Ipia, es porque necesitan la ESE para estas elecciones. “Cuando estaba el exgerente Javier Arevalo, que es el que quieren poner de nuevo, las ligas de usuarios eran presionadas con base a beneficios para que votaran en favor de algún candidato”.