Todo empezó cuando la Secretaría recibía alguna queja de la misma comunidad que daba a conocer los semáforos averiados en diferentes puntos. Entre los más recientes estaban los de la Calle 16, en inmediaciones de la Clínica Amiga, al igual que los de la 70.
Luego de acudir a dichos lugares y arreglarlos, en cuestión de menos de una hora, estos eran reportados nuevamente.
Al realizar el seguimiento respectivo, la Secretaria de Movilidad pudo comprobar que todo se trataba de un grupo de jóvenes que se dedican a vandalizarlos, para luego empezar a dar paso a ciertos vehículos y recoger una moneda a cambio.
Para el concejal Roberto Ortiz estos puntos son fáciles de identificar. Uno de los puntos donde se pueden encontrar a este grupo de personas es en la Avenida Roosevelt o en la Carrera 39, llegando a la Calle Quinta, donde regula l tráfico de manera irregular.
“Me los he encontrado y casi siempre son los mismos. La administración podría retirarlos con el apoyo de la fuerza pública, aprovechando los operativos que están realizando en distintos puntos de la ciudad, pero es fundamental que esta intervención sea permanente o hacerle seguimiento de manera encubierta para evitar que lleguen a dañar los semáforos”, recomendó.
Daño a la propiedad pública
Dario Hidalgo, profesor de Transporte de la Universidad Javeriana y experto en Movilidad, insiste en que esta es una situación muy grave, ya que los dispositivos de control de tráfico como los semáforos, están ahí para dar tiempos que están programados de acuerdo con los flujos en las diferentes direcciones.
“Hay una técnica detrás de ingeniería de tráfico que permite que los semáforos funcionen adecuadamente y le permiten ordenar un poquito el tráfico y reducir los tiempos de espera de las personas. Esa tecnología que está detrás de los semáforos es mucho más inteligente, que lo que podrían hacer más personas dando el paso”, explicó el experto.
Además hay que tener en cuenta, según señaló, que cada uno de los semáforos están coordinados, por lo que el tratar de dar operación manual lo que hace es generar grandes colas y una mayor demora.
“Este mecanismo de recoger plata, de un rebusque, una manera de la economía informal, está haciéndole daño a la propiedad pública. Estas personas pueden ser procesadas como delincuentes porque los semáforos son propiedad pública. Además, fuera de estos se encuentran también las personas que les dan plata a estos jóvenes, y son las que están fomentando que esto siga sucediendo”, señaló Hidalgo.