Cali Pachanguero puso a bailar a propios y visitantes en tiempos de COP16, y al ritmo del Grupo Niche, que prendió la fiesta en la noche del viernes en el planchón de la Unidad Deportiva Alberto Galindo, en la inauguración de la Ciudadela de la Biodiversidad, de esta importante cumbre ambiental.
“Siempre es un gusto enorme venir a tocar a Colombia, sobre todo a Cali, y obvio en el marco de una actividad tan importante a nivel mundial como es la COP16, pues nos sentimos súper honrados”, aseguró a El País, previo al concierto, el maestro José Aguirre, director artístico del Grupo Niche.
Pero antes de que todos le cantaran a Cali, se presentó Yeison Landero, cantautor y acordeonero, nieto del Rey de la Cumbia, Andrés Landero, quien creció en medio de leyendas como Calixto Ochoa, Lizandro Meza y Los Gaiteros de San Jacinto, de quienes heredó su sabor.
Así quedó demostrado en el concierto del Circuito de la Biodiversidad COP16 por el intérprete de La Pava Congona, Sabor a Gaita: no es Negra, es Morena, Noche de Cumbia, Campesino Cimarrón, que contagió al público con un ritmo en memoria a los abuelos, a la tradición, a las raíces.
Otra de las sorpresas para el público fue Bejuco, una agrupación que se concibió para promover el cuidado del planeta a través de sus actividades y las letras de temas como Curao, que alude al río, a la madre tierra y a la cultura ancestral.
Justamente Bejuco y Monsieur Periné se unieron para crear un himno para la Cop16: Jardín del Paraíso, una canción compuesta por Catalina García, vocalista de la agrupación caleña Monsieur Periné, junto a Julio Reyes. Este tributo musical, cargado de sonidos tradicionales, es el tema principal que acompaña la Cumbre Mundial para la Protección de la Biodiversidad.
A las 10:30 p. m., llegó, proveniente de su gira mundial y de su gran presentación en los Billboard, el Grupo Niche para demostrar que “todos los caminos conducen” a Cali, a través de un recorrido por 44 años de historia de la agrupación de Jairo Varela. Ya lo había advertido Aguirre, que este sería un concierto muy especial, la locura” y no exageró. No solo impregnaron de alegría a los espectadores, sino de amor por la tierra a propios y visitantes, con éxitos: como Mi Valle de Cauca, Del Puente para Allá, Buenaventura y Caney, Mi Pueblo Natal, y por supuesto, el himno de los caleños en el mundo: Cali Pachanguero, que ya tararean incluso invitados de otros países a la Conferencia de las Partes.
El performance fue único, sobre este advirtió Aguirre previamente: “en Cali no se ha visto aún esta faceta del Grupo Niche, hemos venido haciéndolo en otras actividades y en nuestra gira mundial Pachanguero Tour”. Y así fue, para muchos, fue estar viviendo un sueño, como dice la canción del maestro Jairo Varela (Nuestro Sueño), en un momento inédito en el que el Festival Mundial de Salsa y la COP16 coincidieron, para hablar también de la diversidad cultural.
Para José Aguirre: “El grupo Niche cada vez es una empresa más icónica, pero también más representativa de la cultura de nuestro país, de nuestra región y de Latinoamérica, al final esto es salsa con música del Pacífico y este es un aporte cultural grande, es la música que se le hace a la tierra, al paisaje, a la sociedad, a la gente, ahí está el maestro Jairo Varela con una canción que no es uno de los hits más reconocidos comercialmente del Grupo Niche pero es una de las primeras que Jairo escribió y que se la hace al río Atrato y habla del recodo del agua de Los Farallones, ahí está ese aporte”.
Al final, el Grupo Niche se despidió prometiendo regresar muy pronto y así será, el 9 de noviembre volverán, pero esta vez con su apuesta musical ganadora del Latin Grammy, su Niche Sinfónico, junto a la Orquesta Sinfónica Nacional de Colombia. Dice Aguirre: “Allí afloran el sentimiento, el amor por la música, por la salsa, elevado a la enésima potencia. No se lo pueden perder, puede que pase un año o más para que en Cali vuelvan a ver a más de cien músicos en el escenario, es para llevarlo en el corazón y el alma”.