La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) realizó una visita a la parte alta de los corregimientos de Golondrinas y Montebello en Cali con la intención de sellar 17 bocaminas que estaban generando contaminación a la quebrada El Chocho.
Estas llevaban abiertas varios años y, en palabras de la entidad, generaban algo que se conoce como “combustión espontánea de los estériles de minas de carbón, esto debido a reacciones bioquímicas (promovidas por bacterias) o reacciones químicas de oxidación del carbón que liberan calor (en el interior de las minas), generando puntos calientes al interior de las pilas de estériles”.
En palabras más sencillas, la temperatura en estas estructuras alcanzaba a ser suficiente para que se produjeran gases y líquidos combustibles que seguían alimentando este proceso y que, además, también salían y se descargaban a la quebrada, la cual, a su vez, conducía sus aguas hasta el río Aguacatal, este al río Cali por toda la ciudad y, finalmente, llegaban al río Cauca, generando una contaminación aun mayor.
Marco Antonio Suárez, director general de la CVC, manifestó que “estas bocaminas estaban generando unos drenajes de ácido de minas que estaban afectando estos cuerpos de agua. Ya se están rellenando con roca caliza, se está anclando la bocamina y, adicionalmente, se están cerrando con unos ladrillos estructurales. Esto es supremamente importante porque ya vamos a permitir que se disminuyan totalmente esos ácidos y también estamos permitiendo que, en un momento determinado, se puedan drenar los mismos”.
El directivo también anunció que estos ácidos podrán ser tratados en muy poco tiempo en una Planta de Tratamiento para Drenajes Ácidos que se adecuará para este fin.
“Esto lo vamos a hacer con la Universidad del Valle en un predio que conseguimos acá cerca a Golondrinas y Montebello. ¿Qué es lo importante? Que ya se está solucionando ese problema, que lo de la caparrosa se va a tratar para disminuir la contaminación al río Aguacatal y al río Cali”, agregó Marco Suárez.
El lote para albergar esta planta es de 2500 metros cuadrados y ya está en comodato por parte de la CVC. La entidad aseguró que cumple con las condiciones técnicas, ambientales, económicas y sociales que garantizan el tratamiento en sitio de esta alternativa. Se espera que empiece a operar en el próximo mes de julio.
Por su parte, Nilson Marriaga, profesor e investigador de la Escuela de Ingeniería Química de la Universidad del Valle, explicó más a detalle lo que se realizará en este lugar.
“Acá en el sector vamos a montar un sistema de tratamiento experimental para tratar los drenajes ácidos de minas de carbón, lo que no es otra cosa que una mezcla de ácido sulfúrico con sulfato ferroso. En este sistema de tratamiento vamos, en primer lugar, a reajusta el pH por medio del contacto con piedra caliza pulverizada, para llevar los pH a un aproximado de 6,5″, detalló el académico.
Y agregó que “luego de eso, vamos a oxigenar esa agua suministrando, por supuesto, oxígeno de forma artificial. Esto para que el ion ferroso se convierta en ion férrico y genere ese precipitado de color amarillo, marrón o naranja, que es lo que popularmente conocemos como caparrosa, con lo cual vamos a retirar esa caparrosa antes de que esa agua se descargue a la quebrada”.
Mientras se realizan estas acciones, desde la CVC aseguraron que ya están trabajando en el proyecto de mayor envergadura para ayudar a limpiar las aguas que llegan a Cali desde su zona noroccidental.
“Necesitamos avanzar en el proyecto de tratar las aguas residuales de Montebello y Golondrinas (mediante la construcción de una Planta de Tratamiento de Aguas Residuales – Ptar, como la de Cañaveralejo), para eso necesitamos el predio y la CVC se compromete a hacer la Ptar, pero vamos trabajando paso a paso y de la mano”, concluyó el director Marco Suárez.