Dificultades en el acceso a la salud, alta sensación de violencia en espacios públicos y poco acceso a espacios culturales son algunas de las principales dificultades que tienen las mujeres en Cali, según los datos revelados por la más reciente encuesta de percepción ciudadana de Cali Cómo Vamos.
“A mí ese dato de que 9 de cada 10 caleñas han sentido violencia de género en los espacios públicos me parece tremendo. Si se cruza eso con los datos de violencia intrafamiliar te das cuenta de que la mayoría de personas que violentan a las mujeres son personas conocidas que están dentro de sus núcleos familiares, lo que quiere decir que tenemos unas geografías inseguras”, indicó Lina Buchely, directora del Observatorio para la Equidad de las Mujeres, OEM.
Teniendo esto en cuenta, Buchely indicó que es necesario tener mayor difusión de los canales de ayuda para las mujeres en caso de ser víctimas de violencia, debido a que las cifras evidencian que no están siendo visibles.
“Mientras las geografías de las mujeres son inseguras, solamente el 20 % de ellas conocen las rutas de atención en diferentes espacios para tramitar las gestiones de denuncia de la violencia de género, y de ese 20 %, solamente el 5 % hace uso de esas rutas”, recalcó Buchely.
Inconformes con servicio de salud
En cuanto a los aspectos de salud, Cali Cómo Vamos reveló que las mujeres son las que más asisten al médico, pero a la vez son las que más inconformismo tienen frente a las prestaciones recibidas. Según el informe, el 57 % de las mujeres encuestadas dicen estar satisfechas, mientras que el 60 % de los hombres dicen estar conformes.
“Las mujeres utilizan más los servicios de salud y encuentran una mayor inconformidad en el tema de los tiempos de espera de las citas médicas”, comentó Danny Angarita, analista técnico de Cali Cómo Vamos.
Lo anterior se evidencia teniendo en cuenta que el 49 % de las mujeres encuestadas indicaron que están inconformes con los tiempos de espera en los servicios de salud, frente al 39 % de inconformismo de los hombres.
“Cuando vamos a la percepción que tienen las caleñas sobre su salud física y mental, los datos de las mujeres son menores a la de los hombres. En salud física, 62 de cada 100 mujeres consideró que era buena, mientras que en los hombres fueron 73 de cada 100″, puntualizó Angarita.
En cuanto a salud mental, casi 70 de cada 100 mujeres consideró que su salud mental era buena, mientras que en los hombres fue 83 de cada 100.
Esto, según el analista de Cali Cómo Vamos, tiene cierta explicación en que las mujeres tienen menos uso de los espacios culturales, deportivos y recreativos de la ciudad.
“El 54 % de las mujeres en Cali no participaron en espacios culturales, en los hombres el dato fue cercano al 40 %, y eso es representativo porque tenemos una ciudad de diversidad cultural y diversidad de ofertas”, señaló.
Mujeres, las más preparadas
En cuanto a la educación, las cifras evidenciaron que las mujeres son las más preparadas, pero también tienen una percepción de que esto no siempre sirve de mucho.
“Desde 1980 está mostrado en las cifras del Ministerio de Educación que las mujeres nos educamos más, eso continúa en los posgrados, inclusive en especializaciones, maestrías y posgrados, sin embargo, esos datos importantes en la mejora de la brecha educativa no tiene un correlato en el bienestar de las mujeres”, expuso Buchely.
Según los datos de la encuesta de Percepción Ciudadana de Cali Cómo Vamos, el 54 % de las mujeres encuestadas estaban matriculadas en la universidad, mientras que el 46 % restante es perteneciente a los hombres.
Finalmente, se concluyó que la sobrecarga de trabajo de cuidado de las mujeres hace que sean excluidas de diversos beneficios que pueden tener.
“El 68 % de las emprendedoras en Cali son las encargadas del cuidado y la atención de niños, frente al 15 % de los hombres. A esto se le suma otro dato del Observatorio para la Equidad de las Mujeres: 43 de cada 100 mujeres no tienen tiempo en el día para realizar actividades de autocuidado”, reveló la Fundación WWB.
“Muy poco se ha hecho en términos de política pública en la redistribución de ese cuidado. Hay millones de alternativas, por ejemplo, para las empresas que pueden tomar para hacer que el trabajo de cuidado sea redistribuido, como el trabajo en casa para que existan modelos de masculinidad cuidadora”, opinó por su parte la directora del OEM, Lina Buchely.