Llegó la hora cero de la esperada COP16 en Cali. Este lunes, 21 de octubre de 2024, quedará en la historia como el día en el que los líderes de 196 países del mundo se reunieron en la ciudad para definir las acciones que los lleve a cumplir una meta para el año 2030: proteger el 30 % de las zonas terrestres y el 30 % de los océanos del planeta y detener así la crisis climática. O por lo menos intentarlo. Ese es el propósito central de la COP16.
Se trata de la cumbre de la biodiversidad más grande de la historia, con casi 200 países participantes, entre ellos unos tan lejanos de estas tierras como Bután, al sur de Asia, considerada la nación más feliz del mundo, o Madagascar, en África. De ahí su importancia política y económica. COP de hecho significa Conferencia de las Partes. Reúne a las 198 ‘partes’, es decir, a los 197 Estados y la Unión Europea que firmaron la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC).
Estas cumbres se celebran desde 1995, cada una en una ciudad diferente, excepto la COP26, que se aplazó un año debido a la pandemia del COVID-19.
La Conferencia de Partes sobre biodiversidad, que realiza a partir de mañana Cali, viene precedida, entonces, de la COP15, en Montreal, Canadá. Fue allí donde el mundo llegó a un acuerdo: conservar el 30 % de los suelos y océanos para 2030. Qué hacer para alcanzar la meta es lo que se negociará en la COP16 de Colombia.
– Los retos a nivel global que están tras la COP16 son grandes, por un lado está la línea de la protección de la biodiversidad; de otro lado está la recuperación de recursos y restauración de la biodiversidad y para finalizar, cómo los gobiernos y nosotros, los ciudadanos, podemos contribuir al cumplimiento de estas metas de conservación. La educación sobre la biodiversidad y la inversión para su protección son los aspectos clave de la cumbre, que por otro lado será un escenario de sensibilización para Cali y Colombia frente a estos temas –dice Luisa Fernanda Prado, directora de Investigación de la Universidad Icesi.
Estefanía González es la subdirectora de campañas de la ONG Greenpeace, que este viernes 18 de octubre, con sus escaladores, subieron los 70 metros del edificio de la Avenida Colombia para desplegar un telón en el que se pide una acción inmediata por la naturaleza, en el marco de la COP16.
De acuerdo con Estefanía, gran parte del futuro del mundo se define en la cumbre en Cali. El planeta está en un punto en el que no basta con la acción de protección del medio ambiente que haga cada país por su cuenta para detener el cambio climático que ya sentimos, con los ciclos de las lluvias alterados, sino que se requiere de una acción colectiva, un esfuerzo conjunto, que es lo que se buscará negociar en la COP16.
– Una de las principales respuestas a la crisis climática que ya sentimos hoy tiene que ver con la protección de la biodiversidad por un lado, pero también la restauración de la biodiversidad, por el otro. Son los temas centrales que discutirán los Estados en la COP16. Por eso es tan importante que Colombia, el tercer país más biodiverso del mundo – uno lo ve en Cali al mirar las montañas a su alrededor – sea el anfitrión. En Cali se discutirán todos esos compromisos que hoy en día están en un papel desde la COP15, para hacerlos realidad.
Precisamente, una de las discusiones más trascendentales en las negociaciones de la cumbre tiene que ver con los recursos que se necesitan para cuidar la biodiversidad, teniendo en cuenta un contexto: los países desarrollados —los que más han contaminado, deforestado— deben financiar no solo sus propios proyectos de conservación, sino los esfuerzos de los países en vía de desarrollo que buscan proteger y restaurar la biodiversidad.
El compromiso ya adquirido es movilizar 20 mil millones de dólares hasta 2025, y 30 mil para 2030. Cómo se distribuirán es otra discusión de la COP16, en la que, por cierto, Colombia presentará una propuesta al respecto.
– Estamos propendiendo por obtener una gobernanza financiera mundial más inclusiva y representativa. Lo que pasa actualmente es que en los órganos de financiamiento climático hay países que tienen silla fija, son los países del norte global. A los países del sur, en cambio, nos toca rotarnos en ese órgano directivo, y eso hace que nuestra voz no sea tan potente y no se prioricen los proyectos que presentamos. Lo que vamos a proponer en la COP16 es una reestructuración de ese sistema de acceso a financiamiento climático – dice Kandya Obezo, viceministra de asuntos multilaterales de la Cancillería de Colombia, quien agrega que la inclusión social en las negociaciones de la COP por parte de la Nación es otra prioridad.
– Por primera vez representantes de las comunidades indígenas, afro y campesinas van a estar al lado del Gobierno Nacional negociando en la cumbre líneas estratégicas que los impactan directamente. Una parte de este convenio de diversidad biológica está concentrado en la protección de los conocimientos tradicionales de las comunidades locales, por ejemplo, y ellas van a hacer propuestas en ese sentido.
El Ministerio de Medio Ambiente, por su parte, ha expuesto tres metas estratégicas que presentará Colombia para el Plan de Acción de Biodiversidad del país al 2030. Por ejemplo, se destinarán cinco millones de hectáreas para restauración ecológica. Además, el 34 % del territorio nacional será declarado como áreas protegidas, o de conservación de biodiversidad.
Igualmente, otra medida de Colombia es pasar de aportar el 0,8 % al 3 % del PIB nacional para cuidar el medio ambiente, en lo que se ha llamado “hacer la paz con la naturaleza”.
Sin embargo, entidades dedicadas al cuidado del medio ambiente, como la organización PETA, que se encarga de protección de los derechos de los animales, advierten que en la COP16 está en juego cerrar una brecha: lo que dice el gobierno nacional del cuidado de la biodiversidad, frente a lo que pasa en la realidad en las selvas del país.
– Por ejemplo, está el caso de los primates. En el 2017, la resolución que se expidió ese año de especies amenazadas en Colombia, tenía 16 de primates listadas. La resolución de 2024 tiene 25. Este listado de especies amenazadas no tiene un objetivo de simplemente hagamos la lista, no, significa que el gobierno nacional tiene una tarea importante para evitar que la lista crezca. Eso no está sucediendo en el caso de los primates, con casos de maltrato que hemos documentado, como el de Caucasco, y el Instituto Fidic de Manuel Elkin Patarroyo. Es increíble que estando las especies de primates listadas como amenazadas en las resoluciones del Ministerio del Medio Ambiente, las corporaciones autónomas correspondientes, Corpomojana y Corpoamazonia, hayan expedido permisos de capturas. Es un ejemplo muy claro de la enorme brecha que hay entre el discurso de ‘hagamos paz con la naturaleza’ del gobierno, y lo que pasa con la vida de especies que hacen parte de la biodiversidad. Una cosa es el eslogan, la labor de mercadeo de la biodiversidad como recurso, y lo que pasa en el día a día con la biodiversidad de Colombia – dice Magnolia Martínez, Gerente Líder de Proyectos del Departamento de Investigaciones de Laboratorio de PETA.
Pocos países presentaron planes
Menos del 15 % de los países ha presentado planes para frenar la destrucción de la naturaleza antes de la cumbre mundial sobre biodiversidad COP16 que se inicia mañana en Cali, informó una representante de Naciones Unidas.
Los 196 países miembros del Convenio sobre la Diversidad Biológica (CDB) de la ONU adoptaron en 2022, durante la COP15 en Canadá, un acuerdo con 23 objetivos para “detener y revertir” la pérdida de naturaleza de aquí a 2030.
De acuerdo con esa iniciativa, denominada Marco Mundial de Biodiversidad de Kunming-Montreal, los países se comprometieron a presentar “estrategias nacionales para la biodiversidad y planes de acción” en la COP16, que se instalará en la tarde de este domingo en el Centro de Eventos de Cali.
Pero la secretaria ejecutiva de la CDB, Astrid Schomaker, indicó que solo 29 de 196 países firmantes ha entregado planes completos a la fecha. Y 91 naciones han esbozado “objetivos nacionales” menos ambiciosos.
Según datos de la ONU, casi un cuarto de las especies animales y vegetales evaluadas están amenazadas y cerca de un millón ya enfrentan la extinción, muchas en apenas décadas.
“Sabemos que muchos más (planes) serán entregados”, matizó Schomaker en rueda de prensa.
Los 23 objetivos del marco incluyen la conservación de al menos 30% de las áreas terrestres y acuáticas para 2030 y la detención de la extinción de especies amenazadas por la actividad humana.
Se espera que miles de delegados, entre ellos siete jefes de Estado y 140 ministros de diversos gobiernos, asistan a la 16ª Conferencia de las Partes (COP16) del CDB, que se llevará a cabo hasta el 1 de noviembre.
El foro tiene la misión de acordar mecanismos de seguimiento y financiación que garanticen el cumplimiento de los objetivos.