Los pasillos de las estaciones se llenan de gente que corre, empuja y hasta golpea para ingresar a los buses del Sistema de Transporte Masivo, MÍO, que se atiborran rápidamente y en los que las sillas escasean.
Los largos tiempos de espera, sumados a los empujones de los usuarios, provocan un ambiente como de una olla pitadora a punto de estallar en el interior de los mismos. Todos tienen un solo pensamiento en mente: llegar lo más pronto posible a su destino y salir del atolladero.
De pronto la música es interrumpida por una voz que copa el vehículo. “Con los muy buenos días, bienvenidos a bordo, que tengan un excelente día, una excelente jornada y que Dios les bendiga”. Es José Aníbal Acevedo Mejía, un operador de la empresa Blanco y Negro Masivo, que presta sus servicios al MÍO.
Nadie lo esperaba, su saludo saca del letargo a los pasajeros que, sorprendidos, levantan la cabeza y devuelven el saludo. Algunos, con sonrisas y aplausos, celebran el amable gesto del conductor.
Como él mismo recalca a los usuarios: “Un saludo no es obligación, pero sí representa mucho de nuestra educación”.
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Este pereirano de 43 años, que llegó a Cali cuando solo tenía un año de edad, no vacila en confesar que se enamoró de la capital vallecaucana y que se siente un caleño raizal.
Por eso, desde el 2016, cuando empezó a trabajar en el Sistema Masivo, entendió que podía poner su granito de arena para tratar de recuperar el civismo que en alguna época hizo de Cali una de las ciudades más representativas del mundo. Todo un referente.
5:00 de la mañana, el inicio
Su rutina arranca alrededor de las 5:00 de la mañana, normalmente. Lo primero que hace al levantarse es saludar a su compañera, porque como dicen, el ejemplo empieza por casa.
“En la casa nadie se levanta sin saludar al otro. Sería ilógico que yo hable de cultura si no la practico. Trato de fomentar el respeto de mis hijos hacia los demás”.
Desde hace cuatro años vive en el barrio Nápoles con su compañera, quien es, en gran medida, la responsable de esa paz interior que busca transmitir a los demás, asegura.
Fervoroso católico, aunque va a misa cuando puede (reconoce). José Acevedo dice que aplica el proverbio “la blanda respuesta quita la ira”, cuando se enfrenta a la mala actitud de un pasajero. “En cierta ocasión, haciendo la línea (turno) P27C, mi compañero, que debía salir primero que yo, a las 4:35 de la mañana, se quedó dormido. Yo arranqué a las 4:49. En Alfonso López, la primera usuaria lo primero que me echó fue un madrazo. Yo le respondí: Señora, buenos días, por favor suba que atrás hay puesto. Al bajarse se disculpó”, recuerda.
La misión: un acto de amor por Cali
Pero, ¿cómo inició esta especie de misión de “reculturizar” a Santiago de Cali en el Sistema Masivo?
Sostiene que fue hace unos seis o siete años. Se encontraba en la estación San Bosco, entonces se paró al lado del torniquete o registradora, como se conoce popularmente, para mirar cuántas personas saludaban y notó cómo eso se había perdido.
“Por iniciativa propia, porque esto no me lo dicta Metrocali, ni Blanco y Negro Masivo, ni fue que cierta empresa hizo campaña para educarnos para que hiciera esto, no. Esto lo hago yo porque nació de mi corazón recuperar a Santiago de Cali”.
Comenzó a hablar con los usuarios, a preguntarles por qué estaban dejando perder esa parte bonita de Cali. Desde ese momento nació la idea que lo ha viralizado en redes, donde su video invitando a recuperar el civismo, el respeto y la cultura ciudadana ha tenido más de 100 mil visualizaciones en sola una semana.
En cada ruta son unas 80 personas, que pueden sumar hasta 1000 durante el día de trabajo. La semilla del civismo ha comenzado a tener un buen rumbo en el Masivo.
“Qué era lo bonito de Cali: la cultura, el civismo, el respeto, el decir buenos días, buenas tardes, disculpe, por favor, con permiso, muy amable, gracias. Esas palabritas mágicas que nos enseñaron a algunos en casa, con el Manual de Carreño, las hemos dejado perder porque vivimos enfocados en los afanes de la vida”, enfatiza.
En cada estación, en cada parada, José Acevedo, saluda a los que lo acompañan en su recorrido. Y el mensaje ha ido calando.
Un ejemplo a seguir
Sin proponérselo, José Acevedo se ha convertido en un referente, un ejemplo a seguir para muchos ciudadanos e incluso para sus compañeros de labores en el MÍO, donde las agresiones verbales y hasta físicas contra los operadores son un tema recurrente.
Jhon Jairo Valencia, cuenta que lo conoce hace siete años y que es un excelente compañero. “Ahora que está en esa campaña de rescatar los valores en Cali es muy bueno, esto es lo que necesita la ciudad”, afirma.
Entre tanto, Luis Pérez, otro de sus compañeros, lo califica como una persona “muy clara y transparente, un compañero muy correcto y servicial”.
Y agrega: “La campaña es muy positiva, muy ‘bacana’, porque sinceramente en Cali hemos perdido estos valores y gracias al trabajo que está haciendo el compañero, por su propia voluntad, muchos de nosotros, los operadores, estamos recapacitando y tomando conciencia de que podemos también hacerlo: saludar y hacer la fila al esperar el vehículo”, indicó.
En este mismo sentido se pronuncia Yilber Andrade, quien afirma que José Acevedo es un compañero amable, respetuoso, que siempre está dando lo mejor de sí mismo. “Si una persona viene malencarada le dice algo bonito y la desarma, y eso es lo que él nos aconseja. Nunca lo he visto peleando con un usuario”, señala.
El pasado 30 de marzo, El País publicó un vídeo en el que, por varios minutos, José Acevedo hace un llamado a la reflexión y a recuperar esa Cali cívica que todos anhelan.
Esto generó una gran respuesta. En la página de MÍO Usuarios, una persona escribió: “Buenas tardes, hoy fue realmente un día diferente en la ruta P30A gracias al conductor José Acevedo, que iba en el vehículo N°22160. En todos estos años que llevo haciendo uso de este servicio ha sido el único que se tomó 5 minutos para saludarnos y darnos una enseñanza de cultura ciudadana y caleñidad. Fue ameno el recorrido porque en cada parada despedía a sus pasajeros y, asimismo, recibía con un cordial saludo a los que llegaban. Todos los que íbamos en la ruta estábamos muy asombrados con la actitud del conductor”.
Otras personas, como Gladys Valencia, también señalaron: “Será el único caballero y saludable que encontramos en el MÍO, felicitaciones para este señor, que Dios lo bendiga siempre con esa linda actitud”.
Marisol Gurrete, también usuaria del Sistema, escribe: “Muchas bendiciones. Es agradable saber que todavía existen personas educadas porque hoy en día no contestan cuando uno saluda”.
Como estos hay más de 70 comentarios resaltando su buena actitud, mientras el vídeo se ha compartido casi en igual número de oportunidades.
José Acevedo aprendió a amar esta ciudad en un bus. Su padre, que llegó a esta ciudad buscando mejores oportunidades, trabajó para la Azul Plateada. Fue en bus donde conoció sus contradicciones, la vio crecer y llenarse de gente de todas las regiones del país.
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Dice que esta sería una de las razones por las cuales la ‘Sultana del Valle’ ha perdido su identidad, porque ya no quedan caleños raizales.
“Qué pasa mi Cali linda, qué estoy aportando yo, no le echemos las culpas a nuestros mandatarios. Qué estoy aportando yo para contribuir a la recuperación de Santiago de Cali. Recuperemos a Cali, porque en Cali somos más los buenos que los malos. Yo, José Acevedo, lo hago de corazón y lo hago bien. El caleño de cepa se ha dejado contaminar de las cosas no gratas, yo los invito caleños y caleñas a que recuperemos a Cali, ¿y cómo lo hacemos? Haciendo uso de la cultura”.
Si hoy viaja en el MÍO y se encuentra con José Acevedo, posiblemente se vea enfrentado a un cambio de actitud sin siquiera notarlo. Eso es lo bueno, que puede ser contagioso esto de ser amable y recuperar las buenas costumbres.