“Esto es un caso de vida o muerte, no es un diagnóstico cualquiera, entonces en estas situaciones se debe poner todo sobre la mesa a ver qué solución se puede dar”, dice María Fernanda Portela, directora de la Fundación Carlos Portela, donde se atienden niños con cáncer.
En esta ocasión, Portela hace referencia al caso de Endrimar Coromoto, una niña de 7 años con leucemia aguda, quien emigró de Venezuela con sus padres y tres hermanas, debido a la crisis del país vecino.
La pequeña fue diagnosticada el 14 de julio del 2017 y en febrero de este año le suspendieron el tratamiento, por lo que sus padres se vieron obligados a movilizarse hacia Cali en busca de ayuda. La niña ha tenido dos recaídas y requiere con urgencia un trasplante de médula ósea.
“El caso es crítico porque ella no tiene EPS ni puede tenerla, porque no es ciudadana colombiana y tiene permiso transitorio por tres meses... De lo que sé, por experiencia de otros niños, el trasplante pueden costar entre 500 millones y 1000 millones de pesos, eso lo asume la EPS, pero al no tener EPS no hay quien asuma el costo del trasplante”, añadió Portela.
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Dalia Sifonte, madre de la menor, contó que su hija debe permanecer aislada en un cuarto, donde pasa el tiempo pintando y elaborando pulseras.
“Te imaginarás la angustia que yo tengo porque esa enfermedad es muy silenciosa, a la niña le da mucho dolor en los huesitos, dolor de cabeza, en los brazos, en las piernitas”, indicó la señora y anotó que cada semana la llevan a tratamiento de quimioterapia al Hospital Universitario del Valle, HUV.
El caso de Endrimar deja en evidencia que los migrantes del vecino país también están padeciendo las barreras en el sistema de salud.
Walter Taborda, uno de los voceros de los venezolanos en Cali, manifestó que los problemas con niños no son tan recurrentes como con la población adulta, pero sí se están presentado dificultades en el acceso a los servicios. “He conocido casos que en muchas ocasiones les dicen que no los pueden atender porque necesitan el Permiso Especial de Permanencia, o les pasan facturas por 7 u 8 millones de pesos, cuando se sabe que el Estado otorga recursos para que los hospitales públicos atiendan a aquellas personas que no tienen, porque la salud es un derecho fundamental”, señaló Taborda.
Actualmente, en el Hospital Departamental se están atendiendo nueve casos pediátricos de pequeños venezolanos en la unidad de hemato-oncología (niños con cáncer). Y en el caso de neonatología, prestan servicio a cerca de 90 bebés al mes, que nacen con patologías y requieren un tiempo de hospitalización.
“El 90 % no tienen ningún tipo de régimen de atención en salud, lo que nosotros llamamos población sin ningún tipo de apoyo, entonces los costos los asume la institución (HUV) y el ente territorial, que en este caso es Secretaría de Salud Departamental”, explicó Javier Torres, pediatra neonatólogo del HUV.
El médico señaló que el tema es preocupante, debido a que se están incrementando muchas de las enfermedades que estaban siendo controladas por parte de las instituciones de salud, como por ejemplo VIH, sífilis congénita y prematurez extrema, que tiene que ver con factores nutricionales en la mamá o de infecciones.
“Lo que preocupa es después qué pasa con esos niños, requieren seguimiento y control que no sé quién se los está garantizando”, dijo Torres.
Venezolanos asegurados en Cali
Según la Secretaría de Salud Municipal, en la ciudad hay registrados 1147 venezolanos en el sistema de salud a través del régimen subsidiado, 5860 en el régimen contributivo, 797 personas sin aseguramiento susceptible de afiliar a salud y 626 sin aseguramiento con puntaje superior en la encuesta del Sisbén.
Entre 2017 y 2019, a través de la red de salud pública de la ciudad, se ha prestado atención a 22.136 venezolanos, de los cuales 8405 tienen edades entre 0 y 14 años.
Nelson Sinisterra, titular de la dependencia, indicó que a través de las Empresas Sociales del Estado se está brindando atención a la población vulnerable venezolana.
“Cali es una de las ciudades que mejor respuesta está dando en términos de la atención en salud a la población venezolana en la atención primaria, hacemos jornadas de salud con las unidades móviles que tenemos, con consultorio médico y enfermería y además garantizamos la atención de urgencias en la baja complejidad”, precisó Sinisterra.
Cómo acceder al servicio
Los venezolanos que estén vinculados laboralmente deben ser afiliados al régimen contributivo en salud.
Quienes tienen Permiso Especial de Permanencia, PEP, y no tiene un trabajo formal pueden solicitar la encuesta del Sisbén y si cumplen con los requisitos son afiliados al régimen subsidiado.
Quienes no tiene PEP y requieren atención pueden asistir al centro de salud más cercano, donde se atenderán como población vulnerable.