Cali, reconocida nacional e internacionalmente como la ‘Capital mundial de la salsa’ y la ‘Sucursal del cielo’, cumple hoy 486 años de su fundación.
Esta, una de las ciudades capitales más importantes del país, ha sido alabada por sus cualidades turísticas, gastronómicas y culturales; sin embargo, aún tiene muchos retos por superar para convertirse en la Cali soñada por todos.

Historiadores, concejales, ciudadanos y académicos coincidieron en que hay cinco aspectos que deben superarse para mejorar la convivencia en la ciudad, entre los que se destacan las oportunidades de educación y seguridad.

Por ejemplo, el concejal Richard Rivera aseguró que “son varios los aspectos a mejorar, pero uno de los principales es que se necesitan obras de gran envergadura. ¿Por qué no soñar con una zona de ladera fortalecida y con escaleras eléctricas? ¿Por qué no soñar con un MÍO cable que pueda llegar a otros puntos a parte de la comuna 20? Cali tiene mucho potencial turístico y eso debe ser aprovechado”.

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En este sentido, ¿qué se debe transformar para que la calidad de vida, de los 2,4 millones de ciudadanos que habitan a Cali, sea mejor?

Recuperar la cultura ciudadana: En las últimas semanas se han viralizado en redes sociales muchos videos en los que se pueden ver personas colgadas de la parte trasera del MÍO, arrojando basuras en las calles y parques, además de cometer imprudencias en las vías.

“En Cali se tiene que retomar el sendero de la cultura ciudadana, realizar unos programas contundentes y que sean transversales en el Gobierno Distrital. Que se puedan sacar adelante muchos programas que vayan en beneficio de los principios, los valores y el rescate del civismo”, dijo el concejal Rivera.

Por su parte, el historiador Guido Hurtado aseguró que si bien estos hechos de desobediencia se perciben más después del paro nacional, época en la que se vivió un “caos en la ciudad, en realidad esto no ha cambiado sino que más bien ha profundizado el caos que había hace 20 o 30 años en Cali, ya que, como se recordará, en esa época casi todo estaba permeado por el narcotráfico”.

Más educación: Para Lina Martínez, directora del Observatorio de Políticas Públicas (Polis), Cali es una ciudad en donde hay mucha pobreza y diferencias sociales, las cuales en muchas ocasiones sirven de detonante para otras problemáticas como la inseguridad.

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“Por ejemplo, a través de los datos que hemos recolectado en las encuestas de Polis vemos que, en promedio, las personas de los estratos 1 y 2 en Cali solamente acumulan ocho o nueve años de escolaridad, mientras que las de estratos 5 y 6 logran tener 15 o 16 años. Estas diferencias son enormes”, comentó Martínez.

Además, la especialista recalcó que la calidad de la educación en la ciudad es baja, muchas personas deciden desertar de este sistema y caen en el trabajo informal.

Para docentes como Sofía Girón, la educación de los caleños necesita fortalecerse desde los primeros grados, tanto en las zonas rurales como urbanas.

“Se debe incluir nuevamente la historia de Colombia como parte de los planes de estudio, además, es primordial incluir el arte y la cultura como actores vivos del aprendizaje, solo así lograremos captar el interés de los niños, niñas y adolescentes evitando su desescolarización, sumado, lógicamente, a otras acciones del Estado que faciliten la estabilidad económica y emocional de los estudiantes y sus familias”, resaltó la profesional.

Garantizar la seguridad: Frente a este aspecto, Lina Martínez, directora del Polis, señaló que hay una percepción de que Cali es una capital muy insegura, lo que hace que muchas empresas y ciudadanos duden en radicarse aquí.

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“En Cali hay crimen organizado, crimen menor, robos a casas, motos, vehículos y hay mucho uso de armas. Es decir, experimentamos un crimen muy violento y por eso es una ciudad en donde viene poco capital humano de otras ciudades; este aspecto termina afectando mucho la economía”, expuso Martínez.

Al respecto, el concejal Richard Rivera opinó que “se necesita iniciar programas en materia de seguridad como la creación de un élite que persiga a los delincuentes y no esperar que sucedan los hechos para actuar, sino que en operativos –de manera sorpresiva–, se puedan dar golpes contundentes y contrarrestar la delincuencia”.

Más inversión vial: De acuerdo con Jorge Guevara, quien labora como domiciliario en su moto, “Cali es una ciudad que en muchos sectores parece un pueblo, debido a sus calles en mal estado”.  Según Guevara, en algunas vías hay huecos que son demasiado peligrosos, incluso pueden hacer caer las personas de las motos porque pierden el control. Estos daños en las vías ocasionan accidentes mortales y, en los casos menos graves, llevan a que los vehículos se dañen.

Por eso, María Quijano, residente del barrio Ciudad 2000, opina que “toda ciudad que aspire a ser moderna requiere de vías que respondan a las necesidades de movilidad de las personas. Cali es un lugar maravilloso para vivir, pero es muy difícil moverse en sus calles por el mal estado de algunas y por la falta de salidas alternas”.

Incluso, para el segundo semestre del 2022 se prevé la inversión de
$ 86 millones para su recuperación. Se espera que al terminar la actual Administración se tengan 400 km de vías arregladas.

Eficiencia del MÍO: En repetidas ocasiones se ha mencionado que la ciudad requiere de un sistema de transporte público eficiente, y es que, muchos expertos coinciden en que este es uno de los aspectos más importantes por mejorar, y que de lograrlo ayudaría a optimizar la calidad de vida de los caleños.

Sonia Jaimes, magíster en historia, recalcó que “el servicio de transporte público masivo ha catapultado la piratería, pues el mal servicio, la poca frecuencia en que pasan las rutas y el sobrecupo que hay en los carros, lleva a que la gente prefiera enfrentarse a la inseguridad del transporte pirata antes que subirse a un bus del MÍO”. A ello se suman los problemas de la malla vial, que se espera se atiendan oportunamente.

Para cambiar la cara del sistema de transporte y recuperar pasajeros, se proyecta la entrada de una nueva flota de buses del MÍO requerida por Metrocali y operada por los actuales concesionarios.