Las seis plazas de mercado de Cali —incluyendo a Siloé— son íconos de la ciudad que con el pasar de los años han visto el deterioro de sus instalaciones, a pesar de su importancia social y económica.
Algunas tienen más de 70 años de fundación y nunca han visto una remodelación en su infraestructura, en otras, hace varios años esto no sucede.
No todas enfrentan la misma cantidad de dificultades, pero sí requieren algún tipo de intervención.
La galería de Alfonso López es una de las más pequeñas de la ciudad, con solo 118 comerciantes. También es de las que presenta condiciones más complejas. David Chávez es su administrador.
“Lo que estamos pidiendo a gritos es apoyo para la infraestructura, estas son unas edificaciones demasiado viejas, más o menos de 1958 o 1960, y obviamente se han ido deteriorando. Las mejoras que se hacen son con recursos propios de la Asociación, son muy mínimos y toca ir solucionando de a poco, si se dañó una malla o una alcantarilla, por ejemplo. Toca de a poquito porque no tenemos los recursos para hacer una inversión a gran escala”, contó David.
Otro factor que preocupa al administrador y a los comerciantes en Alfonso López es lo costoso que resultaría un proyecto de remodelación, alrededor de $ 600 millones, según estimó Chávez.
“Hemos estado haciendo mesas de trabajo con la Alcaldía sobre posibles mejoras, pero pues eso queda ahí. Algo concreto no hay por el momento, pero ellos saben las problemáticas de esta y otras plazas y lo que hay que hacer para poderlas sacar adelante. Ahora mismo hay un convenio con Cavasa, pero es más que todo para el mejoramiento de la parte administrativa”, agregó.
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La responsabilidad de las plazas de mercado de la ciudad recae sobre el Distrito, desde que este las adquirió en el 2017, a raíz de una sentencia del Consejo de Estado.
Es por eso que se ha avanzado en la planeación de algunas intervenciones, como las proyectadas para la galería de Porvenir.
Yeisy Durán, presidenta de la junta directiva de esta plaza, comentó que la Secretaría de Desarrollo Económico ha planteado una inversión para mejorar la condición de los techos, que presentan muchas filtraciones, también en cuanto a los baños y otras instalaciones del lugar.
“Ellos dijeron que, posiblemente, se invertirían unos $ 700 millones. Hace una semana nos reunimos con los funcionarios de la Secretaría de Desarrollo y los de Bienes y Servicios para hablar sobre los trabajos que se van a desarrollar”, sostuvo Yeisy.
Contrario a lo que sucede en Alfonso López, donde muchos habitantes de calle entran, tiran botellas rotas, prendas de ropa y otros elementos en el suelo, en Porvenir sí se han podido costear elementos como la seguridad privada y las cámaras de video. Eso sí, todo con recursos propios.
A pesar de esto, hace falta mejorar el flujo en el alcantarillado y otras cosas más estéticas, que beneficiarían a los 200 comerciantes que trabajan allí.
Un panorama no tan amigable presenta la plaza de mercado de La Floresta. En este lugar, también pequeño, a las 2 de la tarde se están cerrando las puertas, pues más allá de unos cuantos bombillos y focos, no existe un sistema de iluminación para la galería en general.
La mayoría de comerciantes aseguraron que ningún funcionario de la Alcaldía ha puesto un pie en este lugar. De hecho, con el propósito de encontrar más recursos para la mejora de la plaza, han tenido que acudir a métodos no tan comunes en sitios como este, como cobrar la entrada al baño cual centro comercial.
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A pesar de que no hubo posibilidad de hablar con la administradora de la plaza La Floresta, las condiciones precarias saltan a la vista: techos deteriorados, cables que cuelgan en diferentes zonas y puestos de comercio desocupados, en los que el polvo y algunos residuos se roban las miradas.
La necesidad de estas galerías parece similar entre ellas, requieren un poco más —y a veces mucho más— de apoyo de la Administración.
Las otras dos plazas de la ciudad, aún en pie, se encuentran en mejores condiciones: Santa Elena y Alameda. El hecho de que sean las grandes despensas de la región, además de su valor cultural, tiene que ver su panorama más positivo.
Pero, aun así presentan dificultades. En Santa Elena, por ejemplo, tienen gran repercusión los factores externos. La calle 23, que atraviesa verticalmente parte de la ciudad y colinda con la plaza, es una de las más transitadas.
A propósito, Luis Alberto Obando, representante legal de la plaza de mercado de Santa Elena, relató: “La calle 23 mantiene a toda hora congestionada. No es porque la gente no colabore, es porque la zona de descargue aquí no existe y todo el mundo se acomoda por ahí en los andenes, donde encuentren un espacio y no hay cómo transitar”.
Al interior del lugar, y nuevamente gracias a recursos propios de los comerciantes, existe un sistema de videocámaras de seguridad, manejo adecuado de las conexiones eléctricas, pasillos limpios y establecimientos con buenas instalaciones.
Sin embargo, cuenta con un proyecto al que no pueden apostarle solos. “Necesitamos que el Gobierno local nos apoye con una idea. Una de nuestras proyecciones es poder hacer un segundo piso, en el que incluiríamos a las personas que están afuera. Somos alrededor de 500 comerciantes adentro y con esto podríamos llegar a los 1000; la plaza ya se nos está quedando pequeña. En el inicio de la Administración de Jorge Iván Ospina se habló de una inversión importante para Santa Elena, pero ya casi sale y nosotros no hemos visto nada”, manifestó Luis Alberto.
La administración de la galería Alameda no dio declaraciones, pero, de lejos, fue considerada por comerciantes y clientes como la de mejores instalaciones y comercios en la ciudad.
¿Cuál es el aporte de la Alcaldía?
Desde que las seis plazas pasaron a manos del Distrito, entre 20 organismos se creó un comité, liderado por la Secretaría de Desarrollo Económico, para trabajar en pro de estos lugares.
Liliana Sierra, secretaria de esta dependencia, hizo un balance de las intervenciones en las diferentes galerías.
En la plaza de Porvenir, por ejemplo, la Unidad de Bienes y Servicios (Uaegbs) realizará un mantenimiento de toda su infraestructura. “Para Alameda, el Departamento de Planeación presentó un proyecto para hacer una completa renovación del lugar. Esto se encuentra con todos los diseños listos en fase tres, pero es muy costoso y para ello se requiere que el Gobierno Nacional nos apoye al menos con $ 40 mil millones de los $ 60 mil millones que costaría”, declaró Sierra.
En Alfonso López se está desarrollando el mencionado convenio con la Central de Abastecimientos del Valle del Cauca —Cavasa— para la mejora de la parte administrativa. En La Floresta, la funcionaria indicó que “se viene avanzando en lo relacionado con la disposición de residuos, también se están arreglando vías y andenes por parte de la Secretaría de Infraestructura”.
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Pero, los comerciantes no consideran que esto sea suficiente y algunos concejales se unieron a este planteamiento.
Richard Rivera cuestionó que las galerías no cuenten con pólizas para que, ante catástrofes como la de Siloé, no salgan perdiendo los comerciantes.
También sostuvo que existe una deuda histórica con estos icónicos lugares. “Se les ha quedado debiendo a estas plazas en cuanto a inversión, desde gobiernos anteriores ha hecho falta y estamos en mora de no poder apropiar un recurso para ellas”.
Ante los cuestionamientos de algunas personas sobre que las intervenciones no son suficientes, la Secretaria de Desarrollo Económico explicó que tampoco se tiene el recurso para invertir en grandes transformaciones al mismo tiempo para las seis galerías.
El concejal Rivera propuso que “Planeación Distrital presente unas fichas presupuestales para 2023, en las que les podamos colocar un recurso de inversión importante para las plazas”.