Tras diversos cuestionamientos desde su posesión en el cargo, Ana Carolina Quijano, hasta ahora secretaria de Bienestar Social de Cali, presentó su renuncia ante el alcalde Alejandro Eder, en la mañana de este lunes 8 de abril.
Según el documento firmado por la también exviceministra de Educación Superior, su dimisión es irreversible. “Deseo presentar ante usted mi renuncia irrevocable al cargo que vengo desempeñando como Secretaria de Bienestar Social”, expresó Quijano Valencia en la carta.
La decisión de la funcionaria fue bien recibida por varios concejales de la capital del Valle, quienes habían cuestionado el retraso en el inicio de varios programas sociales. El excandidato a la Alcaldía y concejal, Roberto Ortiz, calificó de “acertada” la renuncia de Quijano.
“La Secretaría de Bienestar Social no podía seguir en manos de una persona poco sensible, con desconocimiento de las necesidades de tantas personas en Cali, entorpeciendo los propósitos del alcalde, Alejandro Eder”, comentó Ortiz, al tiempo que recalcó que los programas sociales de la ciudad no dan espera.
Por su parte, la concejal Ana Erazo aseveró que la gestión de Quijano no fue eficiente en diferentes frentes, como los comedores comunitarios, las Unidades de Transformación Social (UTS) y los programas para la población en condición de y en calle.
“La renuncia de Ana Carolina Quijano es algo que hemos solicitado desde nuestra curul hace rato ante la inoperancia de la agenda social en Cali”, manifestó la cabildante.
“Espero que el alcalde Alejandro Eder acepte esta renuncia porque efectivamente creemos que esta es una de las secretarías más importantes de la ciudad y no se puede jugar con la dignidad de la gente. Con la comida de la gente no se juega y con la educación de los niños no se juega”, agregó Erazo.
Quijano, quien solo estuvo al frente de ese despacho durante tres meses y una semana, se convirtió en una de las funcionarias más cuestionadas de la Alcaldía por no activar de forma rápida los programas sociales de la ciudad.
Desde su llegada, la funcionaria recibió una oleada de críticas por la demora en la apertura del programa Comedores Comunitarios que alimenta a más de 80 mil personas en 762 sedes ubicadas en diferentes comunas vulnerables de Cali.
A inicios de marzo, cuando finalmente se inició un proceso contractual exprés para iniciar la operación, varias voces advertían que la Administración reduciría el total de raciones diarias entregadas a 62.085, 27.000 menos que en 2023.
Sumado a esto, desde el Concejo denunciaron que la puesta en marcha de las Unidades de Transformación Social (UTS) de la ciudad avanzaba a paso lento. Estos Centros de Desarrollo Infantil -como eran llamados anteriormente- atienden a cerca de 10.000 niños de bajos recursos de Cali.
También la implementación de los programas sociales para los habitantes de y en calle generó una serie de cuestionamientos en los tres primeros meses de esta Administración. En redes sociales, la Secretaria de Bienestar Social realizó una visita al barrio San Fernando e informó que, gracias a las acciones de la Dependencia desde enero de 2024, el “fenómeno ha disminuido”.
Sin embargo, la comunidad denunció que justamente ese es uno de los sectores en los que habría más presencia de esta población. Varias voces del Concejo advirtieron que no hay una política pública que guíe la atención de esta población en salud, seguridad alimentaria y albergue.