Cuando estalló, una década atrás, el escándalo de explotación laboral del personal de salud mediante las cooperativas de trabajo asociado (CTA), quedó al descubierto un millonario negocio con réditos adicionales en política electoral.

Fue tanto el poder de las CTA, que en las legislativas del 2010 le alcanzó al dueño de la Cooperativa Multisalud, Juan Carlos Rizzetto, para ganar una curul en el Senado por el Partido PIN, que a través de Juan Carlos Martínez ya controlaba la Gobernación del Valle con Juan Carlos Abadía y la Alcaldía de Cali con Jorge Iván Ospina, quienes cedieron a las CTA el manejo de la salud.

Con el fin de no desaparecer por temas laborales previos a la firma del TLC con EE.UU., en mayo del 2012 mutaron a un nombre más rimbombante: ‘agremiaciones sindicales’. El Valle tiene dos de las más grandes del país: Asstracud y Agesoc.

Esta última es justamente la que señaló esta semana la Procuraduría General de ser la mayor contratista en el actual gobierno de Jorge Iván Ospina, quien en dos años y medio le entregó 1176 contratos por
$ 133.210 millones.

La justificación de Ospina para explicar los hallazgos de la Procuraduría es que se contrató con Agesoc lo necesario para la vacunación en pandemia y suplir lo que no hicieron las EPS.

“Fue una acción adelantada por las ESE ante la carencia de las EPS que no fueron a vacunar en la casa, que no vacunaron en las noches y que no pusieron a los médicos a cuidar, asumiendo el riesgo de la propia vida”, dijo Ospina en una entrevista con Yamit Amat.

Lea también: Video: Así quedó un bus luego de que enorme árbol le cayera encima en el barrio La Flora

Declaraciones que no cayeron bien en los directivos de las EPS, quienes consideran que Ospina faltó a la verdad. “Me desconcertaron sus declaraciones y quiero creer que, producto del desespero, intentó justificarse desvirtuando el trabajo de las EPS; si no fue así, demostró el desconocimiento que tiene de la forma en que las EPS trabajamos con la Secretaría de Salud”, dijo bajo reserva de su nombre el gerente de una de las EPS privadas con sede en Cali.

Por su parte, Lina Vanessa Morales, gerente de Riesgo y Entes de Control de la EPS de la Gente, indicó que al Alcalde le faltó un poquito de información “porque no ha sido un secreto todo el trabajo intersectorial entre las ESE, la Secretaría de Salud y las EPS del régimen contributivo y subsidiado, desde el inicio de la pandemia”.

“Cuando empezó la pandemia, lo primero que hicimos fue atender el llamado de la secretaria de Salud, Miyerlandi Torres, para trabajar de forma conjunta por la ciudad y se diseñó un convenio de cooperación para unificar las estrategias de intervención de la población y no tener dificultades en la atención a los usuarios”, explicó Morales.

Ni agremiaciones ni sindicales

No son pocos los señalamientos que existen en contra de las agremiaciones sindicales como Agesoc, la mayor contratista del alcalde Ospina, y que terceriza desde enfermeros, camilleros y médicos especialistas, hasta auxiliares de servicios generales y personal administrativo a los centros médicos.

Aunque se supone que los afiliados a estos gremios ‘sin ánimo de lucro’ son socios partícipes en los contratos, es un secreto a voces en el gremio de la salud las condiciones precarias en las que trabajan sus afiliados.

“Bajo ese modelo de contratos basura está entre el 78 % y el 80 % de los empleados de la salud”, dijo recientemente Darwin Duque, de la Asociación Sindical de Trabajadores de la Salud (Anthoc), y que al personal se contrata por tres o cuatro meses y se despide al vaivén de la política.

“Si alguien investiga estas agremiaciones sindicales se dará cuenta que no las creó un trabajador. Son actores políticos que saben que alrededor de esto hay mucho dinero; y hemos denunciado que a estos trabajadores les toca a fin de mes sacar de su salario para entregarle la cuota al político o al que contrata”, denuncia Duque.

A través de un anónimo, supuestos empleados hospitalarios le pidieron a la Contraloría investigar en diciembre del 2019 la forma en la que contrata el personal la agremiación Agesoc.

Según el médico ginecobstetra Jorge Enrique Encizo, presidente de la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos, Agesoc es un sindicato de papel, manejado por políticos o el gamonal de la región, que no terceriza sino que hace intermediación laboral.

“Dice que es un sindicato, pero para una persona pertenecer a un sindicato debe hacerlo de manera libre y voluntaria y ninguno está ahí porque quiere; está porque quien esté en la salud y no pertenezca a Agesoc, no le dan trabajo”, dice el médico Encizo.

Datos de la Cámara de Comercio sobre Agesoc indican que en diez años de constituida ha firmado más de cuatro mil contratos, no solo en salud, por una cifra superior a $ 3 billones.

Lo que buscan los hospitales al contratar a las agremiaciones sindicales es reducir la carga laboral para evitar el pago de prestaciones sociales al personal médico. El País intentó hablar con la representante legal de Agesoc, Alba Ruth Libreros, pero no obtuvo respuesta.

Entre tanto, la Contraloría General en el 2019 consideró que esos contratos con agremiaciones sindicales son casi imposibles de auditar porque se contrata por horas “y deja en duda el valor real del contrato, si hubo interventoría y si se eligió la oferta más favorable”.

Le puede interesar: Video: Se registró torrencial aguacero en la noche de este viernes en varios sectores de Cali

La peor parte de la agremiación sindical que defiende y favorece el Alcalde se la llevan los trabajadores, dice un agremiado. “Si ellos contratan una hora de trabajo en $ 1000 pesos con el hospital, al trabajador le quitan el 7 % de administración; le pagan $ 930 pesos y reportan solo $ 350 pesos como salario y sobre esa base pagan parafiscales. El resto es bonificación y no hay contrato laboral ni con el hospital ni con la agremiación sindical”.