Falta de eficiencia en el transporte público, incremento de la industria automotriz en Latinoamérica y el poco interés de las personas por usar modos de transporte alternativos, son algunas de las causas a las que expertos de movilidad atribuyen el aumento del parque automotor en Cali, aspecto determinante en las congestiones que afronta la ciudad a diario.
Las cifras más recientes del Informe Anual de Calidad de Vida de Cali Cómo Vamos señalaron que los automotores que ruedan en Cali pasaron de ser 667.975 en 2017 a 683.946 en 2018. Un incremento del 2,4 % en tan solo un año. Y de esa cantidad registrada el año pasado, 425.977 son carros particulares y 217.493, motos.
A esta situación se suma que en el primer semestre del presente año, según el Runt, ya la cifra total de vehículos registrados en la ciudad asciende a 723.484, de los cuales 222.360 son motocicletas, 490.860 son autos y 10.264 corresponden a maquinaria, remolques y semirremolques.
“Esto va a seguir impactando la movilidad de forma negativa en la medida en que no haya control. Y dado que es difícil establecer restricciones en la compra y venta de vehículos porque esto limitaría las libertades individuales, los esfuerzos se deben concentrar en restringir su uso, por ejemplo, al haber mayor tiempo y dígitos para el pico y placa”, afirmó Janeth Mosquera, coordinadora del Observatorio del Ciclista y el Peatón de la Universidad del Valle.
De hecho, el Plan Integral de Movilidad Urbana, Pimu, abría la posibilidad de aumentar el pico y placa de 2 dígitos a 4 dígitos para carros (lo que limitaría su tránsito por dos días a la semana), medida que también se implementaría para las motos.
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Sin embargo, la alcaldía de Maurice Armitage fue enfática en no llevarla a cabo en los seis meses que le restan de Administración, pero pasado ese tiempo quedaba abierta su realización antes del 2022, de acuerdo con el Pimu.
“Eso es un reversazo ahora que la Alcaldía disminuyó a un dígito al pico y placa de los taxis”, aseveró Mosquera, refiriéndose a esta decisión que inició el pasado jueves 1 de agosto y que se extenderá hasta fin de año, lo que hace que 1600 taxis más salgan a la vías, para un total de 18.085 vehículos. Cabe recordar que el fin de medida es saber qué tan efectiva es para hacer frente al transporte pirata.
De acuerdo con la analista en movilidad, entre las principales causas del aumento del parque automotor se encuentra el desplazamiento de la industria automotriz hacia Latinoamérica luego de saturar los mercados de Europa, Estados Unidos y Canadá.
“Somos un nicho de mercado muy importante para ellos, esto sin contar la facilitad de créditos bancarios para la compra de más vehículos. Y, por otro lado, cada vez que se hacen más y más calles le pone condiciones nuevas para que la gente use el carro. Se convierte en un círculo vicioso; lo que se debe hacer es desestimular el uso del carro”, aseguró Mosquera, quien indicó que dentro del espacio que ocupa un carro pueden caber hasta siete bicicletas, medio de transporte que la experta sugirió usar de forma más habitual.
A su vez, William Bermúdez, líder del Centro de Gestión del Tránsito de Cali, explicó que la implementación del pico y placa a 4 dígitos no es viable por el momento, dado que el incremento del parque automotor en relación con el 2017 solo es del 2,4 %. Es decir, se trataría de una restricción poco representativa, según el funcionario.
Pero pese a que destacó las obras que buscan descolmatar el tránsito en sectores críticos como el sur de Cali, señaló que también se debe prestar atención a otras formas de transporte, que se ven reflejadas en un mayor uso del MÍO o la cicloinfraestructura para bicicletas.
Y aunque los viajes ‘limpios’ sean una de las apuestas de la actual Administración, la estrategia no ha logrado consolidarse del todo en la ciudad. Según Cali Cómo Vamos, solo el 5 % de la población utiliza la bicicleta como medio de transporte y a pesar de que el 32 % haga uso del MÍO, la moto parece pisarle los talones con un 23 %.
Según expertos, los problemas del masivo para agilizar los tiempos de viaje, que llegan a un promedio de 57 minutos, hacen que los caleños prefieran medios particulares y, por ende, las calles se vean más congestionadas.
Es por lo que Metrocali ha anunciado que antes de concluir este año rodarán 980 buses, 200 más de los que se movilizan en la actualidad. Con dicha medida se espera que el MÍO transporte a cerca de 490.000 pasajeros al día, casi 20.000 más de los del 2018.
“Esto se da por la sencilla razón que el MÍO no está prestando
un buen servicio, mientras que los usuarios de motos ganan en tiempos de desplazamiento y no tienen que esperar buses”, explicó Silvio Rebolledo, experto en psicología del tránsito, quien agregó que hay casos de personas que se vieron “obligadas” a comprar un segundo carro por el pico y placa, lo que no es una excusa válida, de acuerdo con el Rebolledo.
Se trata de una situación que se ve agravada por la falta de cultura al volante: “Es común que en las bocacalles se generen bastantes trancones, porque no hacemos un uso correcto del ‘uno a uno’, o sea ceder el paso del siguiente vehículo de uno a uno, pero sin que el que esté cerca se aproveche de la cortesía del otro”.
A esto se suma -dijo Rebolledo- la circulación de vehículos bastante antiguos. “Es algo que ocurre bastante con las volquetas y algunos vehículos del transporte pirata, que tienen malas las puertas, las llantas no están lisas o las luces no funcionan. Esa es mi mayor queja respecto a los automotores que no deberían seguir circulando en la ciudad, por lo que la Administración debe aunar esfuerzos para controlar esta situación”, añadió el experto en psicología del tránsito.
Contaminación, otra afectación
Pese a que los caleños respiramos un aire limpio, de acuerdo con el Dagma, las mediciones de esta entidad establecen que el 90% de las emisiones de la capital vallecaucana provienen de vehículos, mientras que el 10% es generado por fuentes fijas (empresas).
En su aporte a las emisiones destacan, sobre todo, los vehículos que funcionan con Diesel, porque este tiene azufre, y las motos que operan a dos tiempos, que incluso llegan a ser más dañinas que los carros. “El ingreso de vehículos de bajas y cero emisiones al transporte público masivo es el primer paso para un tener un Sistema de Transporte Público Sostenible”, afirma un documento del Dagma.
Cabe anotar que Cali cuenta con nueve estaciones de monitoreo, unas miden el material particulado inferior a 2.5 micras - PM 2.5 (uno de los contaminantes del aire) y otras el menor a 10 micras - PM 10. Y, en promedio, las estaciones ubicadas en Cañaveralejo, Ermita, Flora y Pance reportan un Índice de Calidad del Aire, ICA, bueno (en un rango entre 0-50), mientras que las estaciones Base Aérea y Univalle registran niveles aceptables (están en un rango entre 51 - 100).