Pese a que Corfecali se ha rehusado a responder los derechos de petición en los que distintos sectores exigen claridad sobre la forma en la que gastó los dineros de la feria virtual, El País conoció el informe en borrador de revisoría fiscal que detalla la ‘feria’ de irregularidades cometidas por la gerencia de la entidad.

El informe, elaborado por Millán y Asociados Auditores y Consultores de Negocios S.A., debió presentarse a la Junta Directiva de Corfecali a comienzos de semana, pero tras el escándalo por las fotos en el que aparece Alexánder Zuluaga, hoy exgerente de Corfecali, departiendo sin medidas de bioseguridad en El Mulato Cabaret, y por el que renunció a su cargo, se postergó para hoy la cita.

Lo que escucharán en esta mañana los miembros de la Junta Directiva de Corfecali, desde las 8:00 a.m. en el salón Farallones del Hotel Inter, es el listado de las irregularidades contractuales, legales y financieras cometidas por la Gerencia de la entidad en el marco de la versión 63 de la Feria de Cali. Aquí algunos de los hallazgos de este documento.
Desconoció la Junta Directiva.

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El primer hallazgo de la revisoría fiscal evidenció que dos contratos de Corfecali para la Feria Virtual superaron el monto autorizado al gerente de Corfecali, Alexánder Zuluaga, para contratar directamente (900 Smmlv, es decir, $817 millones aproximadamente) y que debían ser autorizados por la junta de la Corporación.Dichos contratos corresponden a 167 presentaciones artísticas de la Feria y los encuentros comuneros bioseguros por $1.131 millones.

Asimismo, a la realización de Mapping (Proyección de hologramas en 3D) en el Salsódromo y Cali Viejo, por un monto de $948 millones. Los contratos fueron firmados con la Asociación de Músicos y Artistas del Valle del Cauca, Amvarc y Cacumen Post S.A.S, respectivamente.

“En consecuencia, los actos adelantados por el gerente de Corfecali excedieron los límites impuestos dentro de los estatutos, desencadenando consecuencias de tipo legal”, advierte la firma auditora.

¿Favorecimiento de Corfecali a contratistas?

La auditoría hace serios cuestionamientos al contrato otorgado de manera directa a La Topa Tolondra Salsa Bar por $385 millones para contratar los dos videos que enviaron los artistas Bobby Valentín y Eddie Palmieri.

Entre otras razones, porque su actividad comercial es el expendio de bebidas alcohólicas y comidas preparadas y su objeto social no incluye el patrocinio o representación de artistas.

Adicionalmente, La Topa Tolondra reportó durante el 2019 ingresos por $0, según el certificado de Cámara de Comercio. “…Corfecali debe contar con la determinación estricta sobre la experiencia de los candidatos a contratar, cumpliendo con el principio de ‘Selección Objetiva’, exigido en su reglamento de contratación”, advierte.

Inconsistencias en cotizaciones

Para el caso del contrato de Bobby Valentín, la auditoría observó una diferencia en el valor de la cotización, pues esta hacía referencia a que el valor unitario del contrato de este artista es de $165 millones y el subtotal cobrado fue de $183 millones.

Por tal razón la firma auditora sugirió verificar la información contenida en los contratos para que sea concordante con la operación en cuanto a precios y descripciones, con el propósito de dar cumplimiento al principio de transparencia.

Se gastó más de lo aprobado

En septiembre del año 2020 la Junta Directiva de Corfecali aprobó un presupuesto de $12.376 millones para la Feria Virtual, sin embargo, se ejecutaron $249 millones más.

“Al respecto se hace necesario conocer las causas por las cuales se presentó una sobre-ejecución de recursos que impacta significativamente en el resultado final de las cifras financieras consolidadas de la Corporación – Corfecali- y que podrá ser objeto de investigación por parte de las autoridades competentes desencadenando una sanción pecuniaria a la entidad y proceso disciplinario en contra del representante legal por la extralimitación... y la ejecución de un gasto no autorizado”, subraya la auditoría.

Actividades que no le competen

Advierte también la auditoría de irregularidades en el contrato interadministrativo celebrado entre Corfecali y la oficina de Comunicaciones de la Alcaldía de Cali.

Según el informe, en ese contrato se observaron compras de bienes muebles que se suman a las desproporcionalidades entre el objeto del contrato y lo establecido en los estatutos de Corfecali.

Los activos adquiridos fueron: dos pantallas touch screen 100” por valor de $157 millones; equipos de cómputo e impresora por $45 millones.
Asimismo, dentro de las actividades que contrató Corfecali con la oficina de comunicaciones, se incluyeron actividades que no tienen relación directa con el objeto social de la Corporación. Por ejemplo: la adquisición de un sistema de gestión de proyectos, un estudio para medir la percepción ciudadana frente a las acciones de la Administración Municipal y prestar servicios de impresión, señalética y piezas publicitarias, entre otros.

Cifras imprecisas a los medios

Para concluir, la auditoria revela los valores totales por los que se contrató a los artistas internacionales en la feria virtual los cuales fueron: Alexánder Abreu, Los Van Van, Bobby Valentín y Eddie Palmieri los cuales cobraron en total por sus videos, $688,5 millones, es decir, 198.825 dólares.

Estas cifras no corresponden a las entregadas a los medios de comunicación por parte de Alexánder Zuluaga, quien el pasado 25 de diciembre al ser cuestionado sobre este particular, aseguró que el costo de los artistas internacionales se acercaba a los US$150.000 dólares, lo que equivale a cerca de $500 millones.

El informe de la revisoría fiscal consta de un total de 22 páginas, donde se hacen observaciones a los contratos y convenios de pasada Feria Virtual.

Los otros hallazgos

El informe encontró más irregularidades en contratos como el de Cacument Post, que se le pagó actividades de mapping por diez días en el Cali Viejo, cuando el evento duró solo cinco días.

El análisis de necesidad y justificación presupuestó $153 millones
a un contrato con Pombo Comunicaciones. Se firmó por $145 millones y se le hizo un otrosí, para cumplir la misma función, por otros $37 millones, lo que sumó $182 millones.

Con la escuela de baile Swing Latino, que pertenece a Mulato, dueño del bar en el que se hizo el video que llevó a la renuncia de Alexánder Zuluaga, se firmó un contrato por $181 millones de manera directa con el argumento de ser un artista reconocido, pero dice el revisor que no existe un estudio que respalde la exclusividad para realizar la contratación directa”.

No entiende el revisor fiscal cómo se firmó con América de Cali S.A un contrato por $47 millones para streaming y transmisión de datos por internet. Dice que el objeto habla de confección de ropa, pero el pago corresponde a publicidad.

Señala el informe que la Alcaldía de Cali no debió firmar un convenio interadministrativo con Corfecali, a través de la oficina de comunicaciones, para apoyo logístico en esa materia porque Corfecali no es idónea para realizar esa actividad y “se configura un riesgo inminente frente a investigaciones administrativas y disciplinarias” por parte de las autoridades.

Concluye la revisoría fiscal en uno de sus apartes, que algunos contratos se sustentan en documentos sin firma y que no tendrían  ningún valor probatorio en caso de un pleito jurídico.

Sanción

Recuerda la revisoría que en entidades sin ánimo de lucro, como se supone que es Corfecali, es “imprescindible” cumplir las normas internas de funcionamiento y los actos del representante legal al desconocer lo que ordena la Junta tiene implicaciones de tipo legal como el Artículo 640 del Código Civil.

“Cualquier gasto en que incurra la compañía debe ser cubierto por quien se extralimitó en sus funciones y violación de deberes”, dice.