Al tardío arranque de los programas sociales por parte de la Alcaldía ahora se suma la atención para los habitantes de calle, cuya presencia está desbordando la ciudad, según manifestó la ciudadanía.
Según los datos entregados por el Dane en 2019, Cali tiene cerca de 4700 habitantes de calle, pero con las nuevas olas migratorias y coyunturas sociales que ha vivido la ciudad, como el estallido social de 2021, se cree que la cifra real estaría por encima de 8000.
Joan Solís, presidente de la Junta de Acción Comunal (JAC) del barrio San Fernando Viejo, reveló que las consecuencias más visibles que deja la presencia desbordada de esta población son la mala gestión de residuos en el espacio público, el consumo de drogas, la inseguridad y conductas poco higiénicas, como la expulsión de los desechos del cuerpo humano en parques y otros lugares.
“Lamentablemente, hay una desatención por parte de la Secretaría de Bienestar Social respecto a esta población. Me he sentido abandonado como representante de mi comunidad, principalmente cuando le he escrito a la secretaria de Bienestar Social (Ana Carolina Quijano), informándole de esta situación y solicitando su intervención, pero no ha contestado, me ha dejado en visto, entonces uno no sabe qué pensar”, expresó Solís.
El líder ciudadano añadió que las administraciones se han concentrado en un enfoque asistencial y no en buscar una solución definitiva para la problemática, y pidió un control más serio del Concejo frente a este aspecto.
Desde el gremio gastronómico, uno de los más afectados por las conductas de algunos habitantes de calle, también han buscado reunirse con la Secretaría de Bienestar Social para tratar estos asuntos, pero no ha sido posible.
“Yo esperaría más bien que son problemas de orden técnico y de agenda, pero sí deben darles prioridad a estos temas. Ya iniciamos el fin del primer trimestre de este gobierno y esos temas de habitantes de calle deben tener una solución rápida e inmediata para no generar mayor conflicto aún”, opinó Brany Prado, director de Acodrés Pacífico y Amazonía.
Hasta el momento, el organismo de la Alcaldía de Cali aún no informó con exactitud cómo avanza el proceso. Aunque este jueves, 7 de marzo, iba a ofrecerse una rueda de prensa a primera hora que presidiría la secretaria Ana Carolina Quijano para realizar anuncios frente a los diferentes programas sociales de la Administración, los cuales no han arrancado, el evento fue pospuesto.
Lo cierto es que el proceso contractual para atender a la población de calle ni siquiera ha iniciado. El último contrato que se firmó al respecto fue el 31 de octubre de 2023 y su vigencia terminó el 31 de diciembre. La Alcaldía anterior lo firmó por más de $ 3870 millones para cubrir los dos últimos meses del año en la atención a adultos mayores en situación de calle.
En lo corrido del 2024 no se ha firmado ningún documento para este asunto, así lo confirmó la Fundación Samaritanos de la Calle, que se ha encargado de esta atención desde hace varios años.
“No hemos iniciado el proyecto para personas jóvenes, habitantes de y en calle, y tampoco para personas adultas mayores que estábamos trabajando desde el año pasado; no se han abierto ninguno de los servicios que teníamos en convenio con la Alcaldía”, aclararon desde esa entidad.
Concejales están vigilantes
El concejal Roberto Ortiz reveló que estarían llegando habitantes de calle de otros municipios para instalarse en Cali, y agregó que en el centro, los sectores de las galerías y las comunas populares es donde la presencia de estas personas es más notoria.
“La atención a esta población vulnerable por parte de la Administración Distrital es muy regular, con escaso presupuesto y personal con poca sensibilidad social para la poca atención a estas personas”, declaró Ortiz.
Por otro lado, la concejala Alexandra Hernández lamentó que haya iniciado el mes de marzo sin que estén en funcionamiento los programas sociales, y reiteró el llamado que ha venido realizando para que la atención a la población de calle sea integral y no superficial.
“Hay que tocar temas de salud mental porque muchos habitantes de calle de dónde vienen, pues de problemas que tuvieron en sus casas y se fueron, también por consumo de sustancias psicoactivas, por situaciones de pobreza extrema, entonces hay que tener una atención en salud mental y un abordaje de todos los aspectos sociales porque no se están teniendo en cuenta hoy”, expuso la concejala Hernández.
En ese sentido, recordó que en un mes terminará la vigencia del plan de desarrollo de Jorge Iván Ospina, por lo que el nuevo documento de la Alcaldía de Eder, que ya está en borrador, debe tener una hoja de ruta clara para que la ciudad tenga una política pública de atención a los habitantes de calle.
“¿Por qué no diseñamos una estrategia para que la gente de la calle que tiene problemas de salud mental y que pueda ser declarada interdicto, pues se haga y vayan a un centro de atención? Con los adultos mayores tiene que haber atención en los Centros Vida. Para el migrante hagamos unas mesas de trabajo Cali-Gobernación-Nación. Hay que buscar cómo se trabaja de manera articulada porque Cali es una bomba de tiempo en problemas sociales”, concluyó la concejala.
Gestión insuficiente
María Fernanda Penilla, exsecretaria de Bienestar Social, reveló el año pasado que atender a los más de 4700 habitantes de calle de Cali (cifra del Dane) costaría más de $ 120.000 millones al año, una cifra inalcanzable.
De hecho, el más reciente contrato que se firmó en octubre pasado para este asunto, por más de $ 3870 millones, solo contemplaba la atención de entre 660 y 1100 adultos mayores en situación de calle.
Los concejales Roberto Ortiz y Alexandra Hernández coincidieron en que la operación de Samaritanos de la Calle no da abasto y que la Alcaldía debe avanzar en un abordaje más completo de esta población.