Los datos de la movilidad en la ciudad no son los más alentadores según el último informe de Cali Cómo Vamos: 71 de cada 100 caleños están inconformes con el estado de la malla vial, más del 50% de los habitantes de la ciudad están insatisfechos con el servicio del MÍO y a pesar de que disminuyeron los siniestros viales, las fatalidades en estos eventos aumentaron.
Uno de los aspectos a tener en cuenta es que, según este Observatorio, en 2022 aumentó el parque automotor en Cali en un 2,5%, esto se refleja en las vías atiborradas.
“En el tema de las motos se registraron en la ciudad 235.000 de estos vehículos, sin embargo podrían estar circulando tres veces más porque muchas están matriculadas en otros municipios pero circulan aquí. Esto nos demuestra una gran cantidad de vehículos que circulan pero las calles no crecen al mismo ritmo; eso se traduce en mayor deterioro de la malla vial y aumenta la probabilidad de que se generen siniestros viales”, explicó Marvin Mendoza, director de Cali Cómo Vamos.
De hecho, de acuerdo con el más reciente informe de esta entidad, con corte a febrero y marzo de 2023, 71 de cada 100 de los caleños a los que se les encuestó se sienten insatisfechos con el estado de las vías en la ciudad.
Ante este panorama Henry Martín, experto en movilidad, opinó que, “es muy plausible la mejora de varias vías en la ciudad como la Autopista Suroriental, pero hay otras como la Simón Bolívar y vías locales que no corresponden a una ciudad capital”.
Asimismo, entre otros aspectos importantes del informe, preocupa la poca acogida que está teniendo el MÍO entre los caleños, tanto que 40 de cada 100 caleños dicen que este medio de transporte masivo presta un peor servicio que el de las busetas tradicionales de transporte público.
“El 48% de los caleños no están satisfechos con la cobertura de las rutas, 43% con la información de las rutas, 43% con la accesibilidad para personas con discapacidades, 42% con la cercanía en las estaciones y el confort en los buses”, informó el director de Cali Cómo Vamos.
Además, un dato generalizado que entregó la entidad es que más del 50% de los caleños están insatisfechos con algunos aspectos del MÍO como: la cantidad de gente que hay en los buses, la seguridad en el sistema, la frecuencia de los buses, el tiempo de los viajes, y entre otros aspectos relacionados con el servicio del sistema.
Por ejemplo, uno de los aspectos que puede influir en la frecuencia de los buses es la cantidad de flota que operó el sistema en 2022. Según datos de la entidad, en este año el MÍO tenía activos 1013 buses, pero solamente salieron a operar un promedio de 600.
Lo anterior hace que en Cali tenga el segundo sistema de transporte masivo con menos flota operando por año (59,3%), en comparación al promedio nacional y de algunas ciudades importantes del país como Bogotá, Medellín, Pereira, Barranquilla, entre otras. (Ver gráfico).
Ahora, en cuanto a siniestralidad, se reveló que en el año 2022 hubo 9586 siniestros viales (un 12,8% menos que los registrados en 2021), pero la tasa de mortalidad aumentó de un 2,7 a un 3,4, debido a que en el 2021 se reportaron 294 fallecidos y en 2022 hubo 328.
Al tener como referencia estos datos, el director de proyectos de movilidad y seguridad vial de Urbavial SAS, James Gómez, manifestó que esta es una situación que se está evidenciando desde hace muchos años atrás con el MÍO.
“El transporte público de Cali no pasa por un buen momento y desafortunadamente por esto se está dando un aumento de la informalidad y un deterioro de las condiciones de seguridad vial porque, al no tener un sistema de transporte público que se mueva de manera eficiente y suficiente, pues la gente toma alternativas que muchas veces no son seguras para su integridad”, opinó Gómez.
El experto en movilidad agregó que lo más preocupante es que, aún teniendo en cuenta todas estas falencias, no se tiene un rumbo claro para poder mejorar el sistema.
“Lo que se debe hacer para recuperar la movilidad en general es recuperar el control en las vías porque aquí la gente hace lo que quiere a la hora que quiere y las autoridades de tránsito no marcan la pauta. Además, se debe tener una política clara de transporte público que muestre una línea hacia dónde nos debemos mover a un futuro y, por último, tener capacitaciones de cultura ciudadana y de normas de tránsito para los ciudadanos”, puntualizó Gómez.