Corre la década de 1930. La Plaza de Cayzedo vive sus últimos años con las rejas traídas de Alemania que la encerraban desde 1907, ya que serían retiradas en 1936, justo en la época en que las clases altas de la ciudad empezaron a abandonar el centro.
En la actualidad las rejas reposan en el Cementerio Central, pero ahora, más de ocho décadas después, la Alcaldía anunció que tiene la intención de fabricar réplicas de estas para instalarlas en la Plaza.
“El cerramiento es una propuesta a la cual llegamos tras muchos análisis y a unas solicitudes que las comunidades nos hacen en cuanto a la autoridad y el control que debe tener un sitio turístico como la Plaza. Si ustedes recuerdan, anteriormente se tenía un descontrol total, vendedores ambulantes, suciedad, las palmas completamente deterioradas y consumo de alucinógenos”, explicó Nhora Mondragón, secretaria de Gobierno de Cali.
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Sobre los pronunciamientos, el Departamento de Planeación Municipal aclaró que esta es una opción que aún se está barajando, por lo que no es seguro que se vaya a realizar.
“Estamos viendo esa posibilidad y se debe recordar que cualquier tipo de intervención permanente en la Plaza de Cayzedo debe ser consultada con el Ministerio de Cultura, entidad que debe autorizarla, ya que la Plaza es un bien de interés cultural protegido por el Distrito, a través del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) del 2014, y por la Nación”, contó Viviana Montaño, subdirectora de Espacio Público y Ordenamiento Urbanístico de Cali.
La funcionaria explicó que se espera que haya una decisión definitiva sobre la implementación de las rejas antes de finalizar el mes de abril, pero desde ya suenan voces que apoyan y otras que confrontan la propuesta.
John Bustos, magíster en Urbanismo, señaló que hay estudios que muestran que la percepción de seguridad en los ciudadanos no mejoraría con las rejas, uno de los aspectos que se busca con la propuesta.
“Los estudios son de una profesora de la Universidad Javeriana, se llama Sabina Cárdenas O´Byrne, y uno de los hallazgos que tuvo es que estos cerramientos generan una mayor percepción de inseguridad frente a los espacios que son abiertos. Esto en la medida en que da la sensación de que la persona puede quedar atrapada ante cualquier hecho peligroso”, indicó Bustos.
La Secretaría de Gobierno informó que la vigilancia de la Plaza estaría a cargo, principalmente, de la Secretaría de Seguridad y de un operador que sería contratado para ello.
El urbanista agregó que encerrar la Plaza sería una decisión desacertada ya que va en contravía de lo que son los espacios públicos actuales y modernos en diferentes partes del mundo.
“Es una solución que en el corto plazo puede funcionar, en tanto que se gobierne la Plaza por parte de la Alcaldía, pero en el mediano y en el largo plazo es una manifestación de una derrota de lo público”, dijo.
Por su parte, el concejal Juan Martín Bravo comentó que enrejar la Plaza no es una solución de fondo a los problemas que allí se presentan. En su lugar, continuó, debería realizarse una intervención con trabajadores sociales.
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“Hay que darle oportunidades a las personas que ejercen allí la prostitución y otras actividades para que busquen alternativas a su situación, otros modelos de vida”, propuso.
Incluso señaló que la intervención que allí se vaya a realizar debe enfocarse en facilitar la movilidad de las personas a lo largo del espacio y en realzar la belleza de las calles y la Plaza misma.
Contrario a estas ideas, hay quienes ven una solución en las rejas. Algunos comerciantes de la zona, por ejemplo, indicaron que esto sí mejoraría la seguridad.
“Ojalá la puedan cerrar porque, de hecho, creo que al estar abierta nos afectaría. Desde que están puestas las vallas que tiene actualmente, problemas como la venta de drogas y la prostitución están más controlados, eso antes era un caos total”, sostuvo Omar Pantoja, gerente de Zorro Azul, terraza gastrobar ubicada justo frente a la Plaza.
Luis Felipe Barrera, especialista en seguridad ciudadana, complementó diciendo que esto sería una salida a otros fenómenos, como el desorden, las basuras, los malos olores, la ocupación del espacio público y el hurto.
“Como se puede ver en los mapas de calor del delito de la ciudad: la Plaza y su entorno conforman una de las islas de calor de mayor concentración de hurto. De manera que un cerramiento acorde a la arquitectura, con un modelo de vigilancia especial y mejoras urbanísticas contribuirán a recuperar este lugar emblemático y a revitalizar el centro de la ciudad”, argumentó.
¿Cuándo volverá la Plaza?
La Plaza de Cayzedo fue cerrada en junio del 2022 con el fin de hacerle varios trabajos de rehabilitación.
Inicialmente iba a estar cerrada hasta diciembre del año pasado, para hacer parte del alumbrado navideño.
Sin embargo, al finalizar este evento fue cerrada de nuevo ya que aún se estaban realizando algunos trabajos de carácter social.
De acuerdo con la Alcaldía, la apertura se estaría dando a mediados de abril en horarios de 8 a.m. a 6 p.m., y para ello se mantendrían las vallas que están actualmente en la Plaza.