Los útiles escolares y su uniforme fue lo único que pudo sacar de su hogar la hija de Lancer Arlex Izquierdo, justo minutos antes de que su vivienda fuera totalmente destruida por un incendio en Altos de Menga, el cual estuvo activo por más de 24 horas.
La angustia y la desesperación invadieron al hombre al ver que las llamas habían iniciado justo al otro lado de donde estaba su vivienda, pero de un momento a otro el panorama cambió y llegó hasta la puerta de su hogar.
“Yo no estaba en la casa y luego me informaron que mi casa se estaba quemando. Mi hija estaba donde los suegros, pero antes de que esto pasara ella corrió y logro sacar sus útiles y el uniforme, porque de resto fue una pérdida total”, comentó Izquierdo a El País, mientras recorría los restos de lo que alguna vez fue su hogar.
Fueron 16 años de esfuerzo que en un abrir y cerrar de ojos se redujeron a cenizas, demostrando así el poderío de esta conflagración en la que trabajaron más de 100 bomberos de la ciudad de Cali.
“La verdad estoy muy agradecido porque estamos bien de salud, pero pues ya nos toca arrancar de cero porque todo lo construido se nos perdió. Esperamos que Dios nos ayude”, relató Izquierdo.
El panorama en la ladera de Altos de Menga es devastador, los terrenos que alguna vez fueron prado con un característico color verde, hoy están marcados por las tristes tonalidades negras y grises que demuestran el enorme daño ambiental causado a la ciudad.
“El humo también afectó mucho a la comunidad, entonces muchos tuvieron que salir de sus casas para poder estar a salvo. Además, se quemaron tres casas en la parte alta y otras cuatro en la parte media del cerro”, reveló José López, mientras estaba recogiendo lo poco que quedó de una de estas viviendas que resultó incinerada.
“Un incendio descomunal”
La Secretaría de Gestión del Riesgo confirmó preliminarmente que hubo al menos cinco casas afectadas, pero al cierre de esta edición aún estaban realizando las labores de caracterización de los damnificados.
Las llamas iniciaron alrededor de las 9:00 a.m. del pasado 21 de septiembre, según indicaron los Bomberos de Cali, pero solamente fue hasta la tarde que tomaron una fuerza incontrolable.
Ya son 546 incendios forestales que se han presentado en lo corrido del 2023 en Cali, una cifra mucho mayor a los 246 reportados de enero a diciembre de 2022. El 99 % de ellos, según los Bomberos de Cali, son causados por el humano (de forma directa o indirecta) .
“En este incendio trabajaron más de 100 bomberos, no se tiene hasta el momento un cálculo exacto de cuántas hectáreas se quemaron en el lugar, pero ya por ejemplo se han hecho más de 20 descargas por parte del Bambi Bucket (helicóptero de la Fuerza Aérea). La experiencia nos dice que ya se han consumido alrededor de 50 hectáreas”, informó Marco Gómez, coordinador del Centro de Operaciones de los Bomberos de Cali.
La desesperación y el temor se mezcló entre la comunidad, pero eso no fue impedimento para que el espíritu de solidaridad despertara pues los habitantes del sector se formaron en fila india para pasar baldes de agua y ayudar a los bomberos de la ciudad.
Aunque el incendio fue controlado en horas de la mañana del 22 de septiembre por los bomberos, en la tarde se reactivó y llegó incluso a las cercanías del centro comercial Chipichape.
No obstante, al cierre de esta edición los bomberos reportaron que las llamas fueron extinguidas y se trabajaba en apagar puntos calientes en la zona.
Además de la afectación a los humanos, también hubo un fuerte impacto sobre la fauna. Guatines, zarigüeyas y aves perdieron sus nidos y terminaron rondando por el sector.
“En este momento se está dando, producto del incendio, la migración de muchas especies como mamíferos, marsupiales y aves. Va a ser normal, pero hacemos un llamado a no alimentarlos y dejarlos transitar, debido a que están buscando nuevos espacios”, explicó Franklin Castillo, subdirector de Calidad Ambiental del Dagma.
La Alcaldía de Cali ofreció una recompensa de $50 millones para las personas que den información sobre los responsables de este hecho.
“Son incendios causados por manos criminales que queman la montaña para instalar asentamientos informales, manipulando a gente que lo necesita, vendiendo tierras que no son de ellos”, dijo el alcalde Jorge Iván Ospina.