Por medio de un video que se hizo viral en las redes sociales se puede ver varios menores de edad colgados de un bus del sistema de transporte público de Cali (MÍO).
En el filme también se puede apreciar como uno de los niños, al parecer, estaría hurtando el cableado de las farolas del bus.
Esta modalidad no sería nueva, pues en diálogo con El País, el presidente de Metrocali, Oscar Ortíz, aseguró que a abril de este año, ya eran más de 70 buses los afectados por el robo del cobre del cableado de sus farolas y aire acondicionado.
Gonzalo Cucalón, vocero de la empresa GIT Masivo, denunció que “cada reparación de un cable que se hurtan tiene un costo aproximado de $1.500.000, esto incluyendo la mano de obra y la reacomodación del cableado, tendiente a que no se lo vuelvan a hurtar; pero, además, estas reparaciones dejan el bus fuera de servicio por lo menos durante 24 horas, afectando gravemente el transporte de los caleños”.
El directivo agregó que hay una preocupación adicional por qué al momento de halar el cable que se van a hurtar, lo cual ejecutan por encima de la tapa motor, se corre un riesgo más grande y es que puedan dañar un componente mayor del bus, toda vez que el cable viene conectado a un módulo que es el cerebro del motor y cuyo costo supera los $10.000.000.
A pensar antes de vandalizar: hasta doce años de cárcel podría pagar agresor del MÍO
Un total de 10 denuncias penales realizó Metrocali en los últimos dos años contra sujetos que han vandalizado la estructura del sistema de transporte MÍO.
En el más reciente caso, las autoridades anunciaron la condena de 47 meses de prisión de un joven de 22 años que en días pasados fue sorprendido por las autoridades atentando contra el mobiliario del sistema MÍO, exactamente en la Terminal de Paso del Comercio.
“Este joven fue sorprendido por las autoridades de Policía, se encontraba cometiendo un delito, el cual era el de hurto calificado y agravado, y al ser sorprendido simplemente es conducido a la Fiscalía y en esta lo judicializan y lo presentan ante un juez para que sea este el que determine su responsabilidad”, manifestó el abogado de Metrocali, Carlos Hernán Escobar.
El jurista aseguró que este mismo destino correrán las personas que agredan de cualquier forma el Sistema de Transporte Masivo de la ciudad, se les condenara, ya sea con sanciones pecuniarias o con la privación de la libertad en establecimiento carcelario.
“Cualquier ciudadano que cometa actos en contra de la infraestructura del Sistema de Transporte Masivo, es decir, contra las estaciones, los paraderos e incluso los vehículos que integran el sistema, pueden incurrir en distintas conductas de carácter penal”, enfatizó Escobar.
De esta manera, estas son las sanciones legales que pueden tener los ciudadanos por vandalizar e ir en contra de la convivencia del MÍO.
Por el delito de daños al bien ajeno agravado, es decir, los daños que le produzcan al inmobiliario del MÍO, las personas pueden pagar hasta 144 meses de prisión conforme a la ley 29 97 del año 2022, al tratarse está de una infraestructura destinada para el transporte público como un servicio esencial para la ciudad.
De igual manera, aquellos que hurten piezas o elementos del sistema como el cableado, lámparas, puertas, barandas, entre otros, pueden incurrir en delitos de hurto calificado y agravado, que tiene una pena de hasta 14 años, pues estos actos se cometen en bienes que están destinados al uso público.
Además, quienes perturben el normal funcionamiento del Sistema a través de conductas en contra de la convivencia, se entiende como un delito en el Código Penal y tiene una pena mínima de cuatro años, una máxima de 8 años y puede llegar a tener una multa de hasta 75 salarios mínimos que al día de hoy superan los $ 75 millones.
Otros actos que atentan en contra del funcionamiento del masivo y que pueden llegar a tener sanciones penales son la obstrucción en las vías del carril exclusivo del masivo, el delito de incendio, terrorismo y retención de buses con pasajeros.
Históricamente, los hechos más repetitivos que han afectado el sistema y el servicio de los usuarios se han presentado por medio de ataques directos a los buses, que con objetos como piedras o ladrillos dañan la estructura del vehículo y pone en riesgo la vida del conductor y pasajeros.
Asimismo, los robos constantes a la estructura metálica y el sistema eléctrico de las estaciones, a tal punto de dejarlas “desvalijadas”, como la estación de Fray Damián en el centro o la de primitivo en el oriente.