De no haber recibido una llamada de una de sus hermanas, quien le avisaba de un incendio en el primer piso de la casa, Diego Luis Ballesteros, no estaría contando la historia.
Él era el hermano de tres de las víctimas y tío de otra de ellas. Cuenta que la casa de la Carrera 41 # 16 -70, en el barrio El Guabal, era considerado como el núcleo familiar.
En el primer piso vivía Doneira con su hija Greicy Fernanda, quien era la mamá de la niña Briana. En esa casa también vivía Weimare, que es otro hermano que alcanzó a irse a trabajar.
En el primer piso también se encontraba su hermana Nancy, quien había llegado de Medellín; y su otro hermano Luis Carlos, quien vivía en Costa Rica, y quienes se encontraban en Cali haciendo un acompañamiento a la familia porque hacia ocho días atrás, el viernes, habían enterrado a un sobrino.
“Nosotros no sentimos nada hasta que una de mis hermanas me llamó y me dijo auxilio, hay un incendio en el primer piso. De no haber avisado nosotros también nos habíamos ahogado, inclusive ya no se veía nada, estábamos durmiendo. Cuando escuche la llamada de inmediato me pare, pero no se veía absolutamente nada, inclusive me pegue contra las paredes, tumbé a mi esposa, pero logre llegar hasta un punto de la casa para coger agua, y taparme”, contó para El País.
Relata que de inmediato sacó a su familia, pero al bajar vio la casa incendiada, entonces de inmediato rompió los vidrios de la ventana y dañó la puerta para entrar.