“Hace apenas 48 horas el Dane reveló la foto de una realidad innegable: el sector que más aportó al crecimiento del Producto Interno Bruto en el 2022 fue el de ‘Actividades artísticas, de entretenimiento y recreación’, que tuvo un impresionante repunte de 38,7%”, expone Ossiel Villada en su columna de este viernes.

Para el columnista hay un universo que debe ser explorado, asociado a “la búsqueda del placer: el arte, la cultura, la rumba, los conciertos, la gastronomía, los juegos de azar”, y que está aportando más que el comercio, la banca, el agro o la construcción, a la economía colombiana.

Por eso, Villada invita a preguntarse: “Por qué un país con tal grado de riqueza y diversidad cultural como es Colombia no ha sido capaz de hacer una apuesta estratégica en este sentido. Y por qué tampoco lo ha logrado Cali, una ciudad que además de tener la vocación natural para hacerlo, cuenta con talento que brota silvestre por todas partes”.

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Con el fin de ejemplificar lo que desarrolla en su columna ‘Economía del placer’, hace un recuento de cómo el K-pop, en Corea del Sur, “puso a temblar a miles de inversionistas en la bolsa de valores” y desde 2013 ocupa un espacio importante en la economía de ese país, generando más de cinco mil millones de dólares anuales con sus actividades.

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