La propuesta de peatonalización de la zona centro de la ciudad no es nueva. Esta discusión se viene dando desde hace más 10 años, incluso desde la adopción del Plan Especial de Manejo y Protección (Pemp) del Centro Histórico de Cali en el 2015.
Sin embargo, el ejercicio que se adelantó en la Zona Verde de la COP16 permitió determinar las bondades del proyecto: 1,2 millones de personas se estima que participaron de las actividades programadas en este lugar.
De ahí que la medida que regía hasta el próximo 15 de noviembre, de mantener el espacio peatonal, se mantendrá en el tiempo, informó la Alcaldía.
Al respecto, Diego Giraldo, director de Planeación, explicó que parte del proyecto que viene adelantando con Movilidad y Desarrollo Económico busca generar la conexión de la Carrera 4 hasta la Calle 5, para vincularse con La Merced, sector de una gran oferta cultural donde se encuentran el Teatro Municipal y el Centro Cultural de Cali, pero que además conecta fácilmente con San Antonio y El Peñón, actualmente con una gran movilidad peatonal.
La propuesta está en fase de valoración en cuanto a la parte de movilidad, aunque ya se tienen unos diseños previos y estudios de tráfico.
“Queremos tener la certeza de que la propuesta de peatonalización no afecte gravemente las dinámicas económicas, por el contrario, creemos que las va a potenciar, pero que tampoco afecte la movilidad de acceso y salida de vehículos al centro”, dijo Giraldo.
La idea, precisó, es dejar en esta administración completamente peatonalizada la Carrera 4 y continuar con el ejercicio de las Carreras 3 y 5, alrededor de la Plaza de Cayzedo.
Asimismo, una vez tengan los modelos de tránsito mucho más ajustados, intervenir la Carrera 6 y ampliar la peatonalización sobre las calles 9 y 10.
“Podemos estar hablando de unos 38 meses de ejecución completa de obras de todo lo que se quiere peatonalizar, pero en esta primera fase, que es lo que ya está peatonalizado, creería que podríamos decir que en cerca de un año podríamos tener todas las obras completas”, subrayó Giraldo.
Por su parte, Carlos Urrego Coordinador de GDCI en Colombia, aliado de la Iniciativa Bloomberg para la Seguridad Vial Mundial (BIGRS), destacó que la peatonalización tiene muchos aspectos positivos para el entorno urbano, entre ellos la seguridad vial porque no solo se reducirán los siniestros viales, también la contaminación por la emisión de material particulado al disminuir el número de vehículos circulando por allí, lo que redundará a largo plazo en la salud de los caleños.
Enfatizó que se busca hacer la transformación del centro beneficiando todas las dinámicas propias del sector, como edificios institucionales, parqueaderos y accesos a residentes, garantizando que puedan subsistir y estar incluidos en las decisiones que se tomen en el futuro.
Llenar de contenidos estos espacios —añadió— va a ser trascendental en el proceso de apropiación de estas calles. En ese orden de ideas, se espera traer parte de la oferta de la Feria del Libro a la Plaza de Cayzedo, así como actividades relacionadas con el alumbrado navideño, pero también de la Feria de Cali para motivar gran cantidad de visitantes.
Para Gustavo Orozco, subsecretario de Movilidad, el proyecto solo traerá ganancias “para el medio ambiente, para la gente que viene al centro y para el comercio. Soy muy optimista con el balance y con lo que se viene”.
Recomendó a los ciudadanos que se desplacen en el MÍO o en bicicleta, al tiempo que anunció que se fortalecerán las capacidades en esta zona para proteger a los peatones y garantizar la movilidad de los vehículos.
Pros y contras
El urbanista John Bustos sostuvo que la Zona Verde marcó un hito en la ciudad. “Afortunadamente, el Alcalde ha escuchado y lo pretende sostener. Ahora, el reto no es fácil, la gestión de residuos, las ventas informales, el ruido, y generar dinamismo en los comercios aledaños serán los retos de esta zona peatonalizada”, manifestó.
Para Oswaldo López, doctor en Urbanismo y profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Valle, entre las ventajas están la revitalización del comercio local, la mejora de la calidad del ambiente y la contaminación por ruido, pero advirtió que si no se hace una adecuada gestión social, estas zonas terminan invadidas por vendedores ambulantes.
“También se pierden parqueaderos como lo vimos en la COP16 y se aumenta el flujo vehicular hacia las zonas aledañas”, anotó.
Finalmente, Gustavo Arteaga, director del Programa de Arquitectura de la Universidad Javeriana en Cali, coincidió en que la medida es muy positiva, pero “hay aspectos que pueden asociarse a condiciones negativas, como la turistificación de estos espacios, así como una baja capacidad administrativa que podría terminar favoreciendo el incremento de economías informales y actividades delictivas”. Aunque no pudo dejar de reconocer la valentía de esta administración al tomar una decisión que puede ser polémica, pero “muy acertada en la medida que avanza en la transformación de Cali hacia una movilidad autónoma: peatones y bicicletas”.
Jovita al Río, ¿cómo va la obra?
El proyecto Jovita al Río completaría el nodo de peatonalización del Centro. Consta de tres fases: la primera corresponde al hundimiento de la Calle 5 y la generación del espacio público que conectaría a San Antonio con La Merced.
Además, una adecuación paisajística y también del espacio público que iría desde la Carrera 15, donde, en teoría, arrancaría este nuevo espacio peatonal que conecta con el Parque de los Estudiantes o Plazoleta de Jovita, donde está el monumento a Jovita Feijó. Lo que se busca, según Diego Giraldo, director de Planeación, es generar una conectividad mucho más eficiente en términos de bicicleta, peatón y espacio público, que “nos permita esta conexión entre el Parque de los Estudiantes hasta la Carrera 4, para llegar nuevamente al Bulevar del Río”.
Esta, que ya es la segunda fase, incluye una modificación en los perfiles viales que permitan mejorar las condiciones de tráfico y la forma en que se comportan los accesos y salidas del centro.
La tercera fase incorpora también la adecuación en términos de espacio público con el enfoque peatón / bicicleta, conectando desde la Carrera 4 hacia El Peñón y subiendo hacia San Antonio para lograr un circuito completo en términos de movilidad vehicular, peatonal y de bicicleta.
La parte más compleja y costosa, agregó Giraldo, será el hundimiento. Por eso, lo que se han propuesto en estos primeros meses de la administración es poder culminar toda la fase de estudios y diseños de detalle, para poder llevar todas las etapas del proyecto a fase 3, “en la que tenemos los detalles constructivos, los presupuestos de obra claros y la forma en la que se va a ejecutar el proyecto, para que una vez se tenga esta fase cumplida y los recursos, la obra se pueda ejecutar sin mayores contratiempos”.
Sin embargo, indicó que por tiempos y la complejidad del proyecto, tal vez no alcancen a ejecutar completamente las tres fases y las obras en este período. La idea entonces es, al menos, dejarlo bien estructurado y con las fuentes de financiación definidas, para que la siguiente administración lo culmine y “se pueda entregar este proyecto que transformará el comportamiento ciudadano y la movilidad, y le cambiará la cara a la ciudad”.