Por José Luis Carrillo / Editor de Cali
Pensar a Cali en el largo plazo ha sido el anhelo de muchos alcaldes, pero ninguno lo ha materializado en una política coherente y que trascienda las administraciones, simplemente llega un mandatario al cargo y ejecuta los proyectos y obras que considera deben realizarse por la coyuntura y el afán del momento.
Tras su llegada al tercer piso del Centro Administrativo Municipal, CAM, Alejandro Eder se montó en este buque y nombró como timonel a Diana Rojas en una travesía que se llama, por ahora, ‘Cali 500 +’.
“Necesitamos comenzar ya a pensar y planear la Cali del 2036, y así lo haremos con el Plan Cali 500+. Este sueño de ciudad lo construiremos de manera participativa con todos los sectores, pues sin visión compartida ni planes de largo plazo no habrá futuro cierto. Otras ciudades han dado ejemplo en Colombia y el mundo, sigámoslo, debemos ser ambiciosos, queremos una Cali competitiva, atractiva y una Cali orgullosa de sus 500 años”, sostiene el alcalde Eder.
Diana Carolina Rojas, quien acompañó al hoy Mandatario en campaña y quien liderará la iniciativa, aseguró que Cali nunca ha tenido una visión de mediano y largo plazo, y esta es la oportunidad para iniciar.
“Cada alcalde de turno llega y se imagina lo que tiene que hacer y aquí estamos proyectando una ciudad a largo plazo como se ha hecho en Medellín y Barranquilla, para tener la claridad de qué viene para la ciudad, independientemente del alcalde de turno”, afirma.
Para esto, asegura Diana Rojas, estos temas serán incluidos en el Plan de Desarrollo y en el Plan de Ordenamiento Territorial (POT) en periodos de 8, 12 y hasta 16 años.
“Cali sí está planeada”
Según el urbanista John Fredy Bustos, las pasadas alcaldías han hecho múltiples planes prospectivos como Cali 500+, pero lo que faltó es que esos estudios reflejaran las reales necesidades de los caleños.
“Han sido planes muy genéricos, muy relacionados con los atributos de Cali Distrito, son unos conceptos que estamos replicando estudio tras estudio, pero el reto real es escuchar el sentir de los caleños. Por eso, el desafío para Cali 500+ será que esta Administración Municipal pase de tener los planes a cumplirlos. Siempre decimos que Cali no está planeada, pero Cali sí está planeada y tiene políticas para todo, pero no se ejecutan esos planes”, sostiene.
Bustos agrega que el planteamiento más bonito que escuchó frente a una planeación futura de Cali es construir una ciudad a partir de sus siete ríos.
“Y de ahí se desprenden una cantidad de variables que no solo son ambientales, sino también sociales de ordenamiento de territorio y siempre decimos que somos la ciudad de los siete ríos, pero la acción pública frente a ellos es baja. A duras penas tendremos algunos desarrollos sobre el río Cali”, precisa.
El experto también menciona un proyecto estratégico y se trata del Corredor Verde del par vial de las calles 25 y 26. “Y esa propuesta contempla conectar a los cerros con el río Cauca, eso es estratégico porque las calles 25 y 26 son una cicatriz urbana que divide la ciudad en dos y ese proyecto permite la reconciliación; teniendo tan avanzados los estudios del Tren de Cercanías (que circularía por ese sector), se debe retomar ese urbanismo restaurativo vinculado al proyecto”, explica.
Pero, ¿qué debe hacerse para garantizar que Cali 500+ se ejecute? Bustos dice que es clave un ajuste a los procesos participativos de los caleños.
“En especial de la Secretaría de Participación Ciudadana de Cali, que le entregue fortaleza a la comunidad, porque todos los acuerdos a los que llega la Administración Municipal con la ciudadanía son un mandato, es una expectativa que debe respetar a la ciudadanía y eso aún no está tan claro”.
Por su parte María Isabel Ulloa, directora de ProPacífico, sostiene que lo que busca el alcalde Alejandro Eder con la visión de Cali 500+ es que los caleños nos reconozcamos como una ciudad de diferentes culturas.
“Uno de los aspectos importantes es que no se empiece de cero, sino que se retomen muchos de los procesos de visión de ciudad que se han gestado y lo más vital es que todos los caleños nos sintamos parte de ello”, aportó.
Los proyectos clave
Julián Ricci, arquitecto, investigador urbano y candidato a magíster en Urbanismo en la Universidad Nacional, sostiene que con el Plan Cali 500+ hay que empezar a activar la memoria, conectar lo físico con los hechos más relevantes de nuestra propia valía como ciudad.
“Por ejemplo, potenciando la Hacienda Cañasgordas como el centro cívico del sur, conectado al Tren de Cercanías y la Estación Universidades del MÍO con la hacienda. Asimismo, es vital el reasentamiento de Navarro, reivindicando parte del origen mulato-negro y afro-ribereño caleño, esto conectado al Ecoparque Aguas de Navarro”, sostuvo.
El académico manifiesta, por ejemplo, que no se puede seguir con una cruz destruida en la Calle 25 con Carrera 2 para honrar 3000 muertos de la tragedia del 7 de agosto y, por el con-trario, se debe aprovechar el Tren de Cercanías con estaciones entre los barrios Obrero y San Nicolás para hacer el homenaje a los abuelos.
“También hay que pensar en reasentar la Base Aérea y realizar un homenaje a la escuela de aviación 100 años (que los cumple en el 2032) y comenzar a definir en esos predios lo que será el gran Parque Metropolitano de Cali”, ilustra.
Ricci agregó que también se debe implementar una estrategia del Borde Urbano Rural (BUR), para poner freno al crecimiento desorganizado de la ciudad y de los asentamientos de desarrollo incompleto.
Una visión desde el Concejo de Cali
Para el presidente del concejo de Cali, Carlos Andrés Arias, Cali 500+ se debe orientar a varios temas urgentes que afectan a Cali.
“El primero a una solución definitiva al transporte público de Cali. Que se proyecte una integración real entre el Sistema de Transporte Masivo, MÍO, y lo que será el tren de cercanías, así como los otros sistemas de transportes existentes para la ciudad”, dice.
El cabildante agrega que es importante que las Empresas Municipales de Cali estén muy metidas en la generación de energía.
“El Plan Cali 500+ debe tener una presencia muy fuerte en la protección de cuencas hidrográficas y una real recuperación del río Cauca, donde la ciudad no le dé la espalda a este afluente, sino que esté de cara a él, que sea un nodo de desarrollo como lo son los ríos en las grandes ciudades del mundo”, manifiesta.
Arias sostiene que Cali debe ser una ciudad más competitiva porque al mediano plazo Cali ya tendrá implementada la transformación de Municipio a Distrito.
“Desde ese punto de vista la ciudad ya tendría que estar dividida en sus localidades con sus respectivas vocaciones de servicio”, dice.
Por último, Arias asegura que para el 2036 Cali debe tener consolidada su área Metropolitana, con sus respectivos vecinos, con modelos de eficiencia. “También hay que apostar a que la ciudad sea bilingüe y desarrollada en varios aspectos tecnológicos y aplicándolos a un turismo de naturaleza”.
Concluye diciendo que hay mucho por hacer, pero a la vez hay grandes oportunidades.
“Pero, para ello, hay que potenciar los corredores ambientales y la ruralidad, por ejemplo: en Pance el festival del oso de anteojos, en La Buitrera el festival de la guatina, en El Hormiguero las balsadas sobre el río Cauca, en La Castilla rendir tributo al viento y las visuales magníficas del lugar y en Pichindé y Peñas Blancas potenciar las rutas de senderismo de montaña, todo lo anterior está ligado a procesos de las comunidades rurales. Esto enviará un mensaje claro de amor de los caleños a la bella ruralidad, al Parque Nacional Natural Los Farallones y a los siete ríos que la surcan, en especial al Cauca”, cerró Ricci.