La emblemática Plaza de Cayzedo fue abierta al público este 11 de mayo, luego de permanecer 11 meses cerrada debido a las obras de restauración que se realizaron.
De acuerdo con Nhora Mondragón, secretaria de Gobierno de la ciudad, está apertura será controlada, con un acceso gradual, es decir que las personas podrán transitar con normalidad a través de la Plaza, pero no podrán permanecer en ella, esto con el objetivo de conservar las adecuaciones realizadas.
Sin embargo, algunos ciudadanos manifestaron que en las medidas tomadas por la Administración no tomaron en cuenta la afectación que trae para la población que de cierta forma se beneficiaba de ese espacio como los vendedores ambulantes.
Entre las prohibiciones están: las ventas ambulantes, la venta y consumo de licor, el consumo de alucinógenos y el trabajo sexual. Estas actividades no se permitirán al interior ni en las inmediaciones de la Plaza.
“Este cierre está violando nuestro derecho al trabajo y a la libre movilidad de la ciudadanía”, manifestó una comerciante del sector, conocida como La Pola, quien indicó que la Secretaría de Seguridad y Justicia nunca les aclaró que no iban a poder vender más en la Plaza.
Asimismo, el también vendedor informal Raúl Delgado comentó que es un adulto mayor de 65 años que se sustenta limpiando zapatos en esta plaza hace más de 10 años y que, por su avanzada edad, que lo muevan de ese sitio lo perjudicaría mucho.
“Estando aquí al lado de la Plaza de Cayzedo nos hemos afectado casi que en un 100 % y en el otro lado donde nos quieren mandar no nos hacemos ni para la comida diaria, entonces dígame usted ¿Qué haríamos para poder pagar el arriendo y los demás gastos?”, resaltó Delgado.
En cuanto a las trabajadoras sexuales, el concejal Juan Martín Bravo expuso que se les debe dar un tratamiento especial, pues es un problemática que lleva muchos años en el sector y no se soluciona solo prohibiéndolo.
“Yo le pregunto a la Alcaldía cómo va a intervenir para que las personas que tienen esa actividad económica, realmente se puedan salir de ella y tenga unos beneficios para que terminemos ya acabando con el tema de la prostitución, porque al prohibirlo solo estamos trasladando el problema a otra zona”, dijo.
Por su parte, el concejal Roberto Rodríguez estuvo de acuerdo con la prohibición de la venta y consumo de licor y alucinógenos, pero pidió que está medidas también se aplique en otros espacios públicos donde se realizan estás prácticas y no hay ningún tipo de control.
“Qué pasa con la Plaza de San Francisco, el Bulevar del Río, el Parque de las Piedras u otros lugares aledaños al centro de la ciudad. Estas medidas deberían ser para todos los espacios públicos como garantía de nuestros niños y jóvenes, pues estos espacios no son para el consumo de alucinógenos, sino para el disfrute de la ciudadanía”.
Al respecto, Jimmy Dranguet, secretario de Seguridad y Justicia, explicó que estas acciones se toman para garantizar que la Plaza de Cayzedo sea un espacio para la familia, donde reine la buena convivencia y la tranquilidad de los ciudadanos.
“Hemos organizado un apoyo permanente con la Policía Nacional, un equipo de la Secretaría de Seguridad y Justicia que estarán vigilando los comportamientos y la convivencia, y hemos organizado algunos vendedores informales que tienen permiso para circular y hacer un tipo de actividad comercial en las inmediaciones de la Plaza Mayor”, indicó Dranguet.
Además, que junto a la Secretaría de Bienestar Social vienen trabajando con las personas en situación de calle y las trabajadoras sexuales, brindándoles un acompañamiento integral, una oferta institucional con servicios psicosociales con la finalidad de apoyarlos según sus necesidades.