Aislamiento social, dificultades académicas y el deterioro en la apariencia física son algunas de las alarmas que, de acuerdo a los especialistas, puede tener un joven estudiante con posible depresión.
La salud mental en entornos educativos es un tópico que continúa generando gran preocupación en la sociedad y las familias.
Mientras que en el 2021 fueron reportados a la Secretaría de Educación de Cali 668 casos de afectación emocional en estudiantes, el año pasado fueron registrados 3309.
Mábel Rojas, psicóloga clínica y especialista en terapia de familia, aseguró que la depresión es una enfermedad que no se puede descuidar, ya que se puede gestar desde la primera infancia y solo ser visible en la adolescencia o la adultez, cuando los casos pueden llegar a ser graves.
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“Hay signos que van volviéndose visibles, incluso antes de que la persona se aísle, pequeños comportamientos como un joven o un adolescente irritable, con mayor sensibilidad a la crítica, que se enoja por todo, entre otros similares”, explicó la psicóloga Rojas.
De acuerdo con los psicólogos, la pandemia del covid dejó importantes afectaciones en la salud mental de las personas que aún no han sido resueltas.
Si bien es importante que la familia empiece a identificar estos síntomas, la especialista indicó que debe haber una gran sensibilidad en la escuela, donde el niño o la niña pasan gran parte de su tiempo.
Martha Rodríguez, coordinadora del Colegio Nuestra Señora de la Providencia, manifestó que “los maestros deben aprender a escuchar más y pensar que a la escuela no solo se viene por una nota o un examen, sino que es el momento de la relación interpersonal, del crecimiento, de aprender a afrontar las dificultades”.
¿Cómo tratar a los menores?
De acuerdo con el secretario de Educación de Cali, José Darwin Lenis, los problemas de salud mental en los estudiantes es una situación de responsabilidad compartida.
Desde las instituciones educativas y la Administración ya existe una ruta de atención para el tratamiento de estos casos, sin embargo, también es importante saber qué hacer en el hogar.
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“Lo primero es no juzgar al menor que estamos viendo irritado o aislado, después, sin obligarlo, hay que empezar a buscar una red de apoyo que debe iniciar en la familia, hay que hacerle ver que estamos allí, que percibimos que algo pasa y que queremos apoyarlo”, agregó Mábel Rojas.
Ruta de atención
Los casos de depresión en los menores puede causar deserción o fracaso escolar, por lo que la Secretaría de Educación ha creado una ruta para su tratamiento.
En un primer momento, los profesionales en salud mental del colegio en el que se haya identificado el caso iniciarán la ruta de atención, y contactarán a la familia del menor. Si no hay profesionales de esta rama en la institución, el equipo de Salud Mental de la Secretaría de Salud se encargará.