El secretario de Salud de Cali, Germán Escobar Morales, reveló ante el Concejo que la curva nacional de intento suicida es ascendente y que la capital del Valle, en esa dinámica, también ha incrementado sus cifras. Se presentan 0.82 casos por cada 100.000 habitantes y van en total 13 muertes por este tema.
El funcionario aseguró que es imperativo redoblar el esfuerzo en la salud mental de los caleños, “sobre todo población joven porque muchos han intentado hacerlo en varias ocasiones y se teme que continúen. Hay que detectar esa población y apoyarla”, sostuvo.
Reveló que las muertes que se han presentado pueden deberse a diferentes factores que deben ser identificados, como problemas familiares, violencia, entorno y clima intrafamiliar, conflicto de pareja, económicos, duelo, antecedentes biológicos, depresión, irritabilidad, tristeza.
“El mecanismo (que se utiliza) es la intoxicación, en primer lugar con medicamentos, luego armas cortopunzantes y después el ahorcamiento”, explicó Escobar Morales.
Relacionó además la conducta del consumo de sustancias psicoactivas, ya que aseguró que genera problemas. Por ejemplo, dijo que las personas entre los 18 y los 60 años que lo realizan son más vulnerables, y en los jóvenes entre los 12 y los 17 años el índice que se tiene es que el 12 % consume.
“Ellos requieren control previo, hay que estimular el deporte”, recomendó el Secretario de Salud.
Ante el revelador panorama, los concejales mostraron su preocupación e hicieron recomendaciones para el abordaje de la salud mental en la ciudad. Por un lado, Daniela Plaza Saldarriaga mencionó que lo primordial está en atender a los niños en sus primeros años de vida, y para la población joven y adulta, analizar muy bien los datos del Observatorio de Salud Mental a fin de definir medidas para el Plan de Desarrollo en el que se articulen diferentes dependencias de la Administración.
Asimismo, indicó que hay que usar de manera eficiente la política pública de salud mental que tiene Cali, ya que hay puntos que no están funcionando correctamente ante las cifras crecientes de consumo y suicidio en jóvenes.
El secretario Germán Escobar señaló que sí se ha venido avanzando en la implementación de la política pública, “pero hay que ver el estado de la ciudad para atender integralmente el problema desde salud y otras dependencias, atendiendo el hogar, los colegios, el trabajo, los espacios de diversión y otros”, anotó.
En ese esfuerzo, indicó que se han capacitado más de 200 médicos y personal relacionado en las instituciones educativas para el acompañamiento a los menores, también hay más de 40 grupos de ayuda, con programas como Familias Fuertes y Amor Sin Límites, los cuales cuentan con profesionales especializados con la capacidad de analizar el comportamiento de las personas y prevenir situaciones a raíz de esto.
Por su parte, la concejal Tania Fernández reconoció como positivo el trabajo que desea impulsar el Secretario de Salud, pero le exigió mejorar los servicios de atención desde la Alcaldía a los casos de salud mental.
“Quiero hacer un llamado para que la línea 106 tenga una ambulancia propia, pues esta funciona solo por vía telefónica y su atención debe ser con más apoyo a los pacientes que requieran de atención inmediata. Además, debemos promover la presencia de psicólogos al interior de las aulas educativas, apoyando y acompañando a los jóvenes para evitar el consumo de sustancias psicoactivas, el matoneo, la deserción escolar y los intentos de suicidio”, manifestó la concejala.
Estrategias para prevenir
Cuando se identifica en una persona cualquiera de los tipos de cambios en comportamientos mencionados anteriormente, lo más importante, según la psiquiatra Andrea Otero, es atreverse a preguntarle si está pensando en suicidarse.
”Normalmente quienes están pensando en el suicidio tienden a aislarse y es muy común que no busquen ayuda, entonces cuando se les pregunta para ellos es un alivio, es como si le estuviera tendiendo una mano. Se le demuestra a la persona que ha notado cambios, que está interesado y que no está solo, que es uno de los sentimientos más comunes que tiene un depresivo”, enfatizan los especialistas.
En este sentido, aclara que “hablar sobre el suicidio no es ponerle la idea en la cabeza, porque eso es lo que la gente le da miedo, por el contrario, le da ánimo para poder hablar de cómo se está sintiendo”, recalcan.
Otra recomendación es no aceptar mantener los planes y pensamientos de suicidios en secreto, ya que es común que las personas digan “yo te cuento pero no le vayas a decir a nadie”.
Es importante que quien lo está escuchando le manifieste que necesitan hablar la situación para buscar ayuda.
Escuchar sin juzgar es otra de las sugerencias de los especialistas. A veces se tiene la tendencia a dar consejos, pero “realmente lo que más sirve es una escucha empática, donde no se esté juzgando y donde la persona al hablar sienta que sus problemas son manejables.
Hay que permitir que sea la persona quien hable más, no hay que dar tanto consejos ni juicios como ‘tu lo tienes todo’”, detallan.
Si la persona ha manifestado el deseo de suicidarse o ha tenido cambios en su comportamiento se debe lograr que consulte ayuda con un profesional, ya sea un psiquiatra, psicólogo, incluso un sacerdote, un consejero.
Si se observa que una persona tiene alto riesgo de infringirse daño, lo más indicado es llevarlo al servicio de urgencias. También se puede acudir a las líneas de atención, como la Línea 106 en Cali, para que puedan orientarlo.
Finalmente, aunque hay unos lineamientos del Ministerio de Salud para abordar las conductas suicidas, la especialista Otero dice que “falta mucho trabajo en términos de capacitar los médicos generales para que sepan actuar de la manera más adecuada”.
Línea 106
La Línea 106 recibe llamadas en febrero desde las 8:00 a.m. hasta las 10:00 p.m. Desde el 1 de marzo, el horario será de 8:00 a.m. a 6:00 p.m. hasta que la Secretaría de Salud renueve el contrato.