La encuesta de Percepción Ciudadana realizada por el programa Cali Cómo Vamos, que se realizó entre noviembre y diciembre del año pasado, arrojó cifras nada alentadoras en términos de seguridad alimentaria y nutrición para la población caleña.
Según el documento, 19 de 100 caleños afirmaron que ellos, o algún miembro de su hogar, tuvieron que comer menos de tres comidas diarias por falta de alimentos. Los adultos mayores y mujeres son los más afectados por esta problemática, así como los estratos más bajos de la ciudad.
“Durante el 2023 se registraron 78 defunciones por causa de deficiencias nutricionales, 21 casos menos con los 99 fallecidos por esta causa en el 2022. Hay que resaltar que estos casos no incluyen defunciones por otras causas en donde las deficiencias nutricionales pudieron agravar la situación del paciente”, sostiene el informe.
Alejandro López, director de Cali Cómo Vamos, explicó que con relación a la población de primera infancia, en 2023 la incidencia de la desnutrición aguda, crónica y global en los menores de 5 años, los indicadores en la ciudad se incrementaron con respecto al 2022.
“En este mismo período el porcentaje de niños y niñas con bajo peso al nacer, (peso inferior a 2500 gramos), aumentó y se ubicó en un 10,4%. No obstante, este indicador estuvo por debajo del resultado para el Valle del Cauca y el total Nacional que fue del 11%”, dijo López.
El sacerdote Joaquín Alberto Gómez, director del Banco de Alimentos de Cali, advirtió que la situación de inseguridad alimentaria es muy delicada en la ciudad.
Agregó que el Banco de Alimentos de la Arquidiócesis de Cali atiende a la fecha 44.290 personas, que equivalen a 415 fundaciones.
Asimismo, 12551 niños en 66 instituciones, 10291 en 82 comedores comunitarios, 14892 en 136 instituciones, 2962 adultos mayores en 82 instituciones, 1847 jóvenes en 38 instituciones y 1747 personas en 11 instituciones de salud.
“La brecha es grande, aquí lo que hay que trabajar es impresionante y no es suficiente, se generan políticas frente al presupuesto, pero no es suficiente porque un deportista sin alimento no puede jugar, un niño sin alimento no puede estudiar, con hambre no puede rendir”, indicó el sacerdote que lanzó una alerta sobre el incremento en el número de abuelos que sufren por falta de alimentos.
Comedores para paliar el hambre
Con el programa de comedores comunitarios y el programa ‘Cali Sin Hambre’, la Alcaldía de Cali busca garantizar el acceso a la alimentación para las poblaciones más vulnerables, en particular aquellas personas en situación de pobreza extrema.
Desde la Secretaría de Bienestar Social, señalaron que el trabajo conjunto entre la Alcaldía, la Arquidiócesis y la comunidad, permite que, este programa avance en su objetivo de reducir el hambre en la ciudad, al tiempo que fortalece los lazos sociales.
Estos comedores llegan a diversas poblaciones vulnerables, incluyendo niños, niñas, adolescentes, jóvenes, madres cabeza de hogar y personas mayores.
Pero, además, la entidad cuenta con comedores diferenciales que apoyan a poblaciones específicas como habitantes de calle, migrantes, personas con discapacidad y comunidad LGTBIQ+, entre otros.
En la ciudad hay actualmente 718 comedores, distribuidos en 22 comunas y 15 corregimientos. En las zonas de difícil acceso, es la misma comunidad la que participa en la entrega para garantizar el éxito de la distribución de los mercados.
De lunes a viernes se entregan 58.715 raciones de comida a igual número de personas, mientras los sábados, domingos y festivos, son 1300 raciones diarias.