Los habitantes del Oriente de Cali se encuentran preocupados por la ola de violencia que se ha venido gestando en los jóvenes. Durante este fin de semana, se registraron varios enfrentamientos de ‘pandillas’ en los barrios Unión de Vivienda Popular, República de Israel y Valle Grande.
De acuerdo con lo descrito por las mismas comunidades, se trataría de los famosos ‘güireos’, que consiste en que menores que no superan los 16 años, se citan a través de redes sociales para enfrentarse a palo y piedra, sin embargo, la situación ha ido escalando y ahora utilizan armas blancas y hasta de fuego.
Lo que ha puesto en jaque la convivencia y seguridad de Cali, ya que los vecinos han asegurado que aparte de la intranquilidad que se siente al transitar por los barrios o dejar salir a sus hijos a jugar, los enfrentamientos ya han dejado varios ventanales de las casas y carros dañados, de los cuales nadie responde.
Por lo regular, todo ocurre después de las 7:00 de la noche. Algunos vecinos están poniendo tablas en las ventanas, para evitar que las piedras que se lanzan durante el ‘güireo’ les dañe su propiedad. En el último año, por lo menos cinco jóvenes han sido asesinados en esa calle.
La ciudadanía manifiesta que en varias ocasiones, cuando empiezan las peleas, la Policía llega al lugar, pero a veces les he difícil disuadir la confrontación porque son grupos muy numerosos.
La teniente Adriana Corrales, jefe de la Policía de Infancia y Adolescencia de Cali, confirma que el ‘güireo’, es un asunto de todos los días en el oriente de la ciudad, aunque a partir de los jueves, y durante todo el fin de semana, se incrementan las llamadas al 123 para reportar las peleas.
“El ‘güireo’ es una práctica que comenzó en el barrio Tercer Milenio y se ha ido extendiendo a El Retiro, Desepaz, Potrero Grande, Petecuy, El Vallado. Hemos identificado que en muchos casos los niños se citan por redes sociales para pelear y es muy complejo para la Policía actuar. Estamos ante niños de 8 años, a veces menos; todos son menores de edad. Por eso procuramos no acudir al Esmad, a no ser que la situación se salga de control”, dijo la Teniente.
Lo cierto es que en los últimos tres años, este problema se ha venido extendiendo rápidamente a varias comunas de la capital vallecaucana como la 7, 13, 14 y 15, generando alarma entre sus habitantes, quienes piden urgente la presencia de las autoridades, además de programas de entretenimiento para los niños, adolescentes y jóvenes.
“Ya no hay oportunidades para los niños, no hay dónde dejarlos mientras las mamás trabajan. Aquí la mayoría son madres cabeza de familia. Necesitamos más apoyo de la Alcaldía, pues el temor es que más adelante se conviertan en delincuentes porque para eso van, no nos engañemos”, manifestó una de las ciudadanas del Oriente de Cali.