Desde hace varias semanas, la comunidad del barrio Bochalema, en la zona de expansión al sur de Cali, ha estado denunciando el “ecocidio del relicto -especies vivas, con una distribución muy reducida- de bosque seco tropical” en el sector para desarrollar un proyecto constructivo.
Sin embargo, la obra que se está realizando corresponde a la prolongación de la avenida Ciudad de Cali —también llamada avenida Bicentenario—, uno de los proyectos 5G de la Nueva Malla Vial del Valle del Cauca, que ha sido impulsado en articulación entre la Nación y las autoridades locales.
Lyda Ibarra Artunduaga, directora HSEQ de la concesionaria Rutas del Valle, encargada del proyecto, desmintió que se esté realizando un ‘ecocidio’ y aseguró que las obras cuentan con todos los permisos para su ejecución.
“El proyecto cuenta con licencia ambiental otorgada por medio de la Resolución 2174 del 22 de septiembre de 2023 por parte de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales (Anla). Para que nos la puedan otorgar, nosotros tenemos que hacer un estudio de impacto ambiental que analiza todo el componente biótico, abiótico, social, cuerpos hídricos, análisis de suelo, ruido, o sea, todos los componentes ambientales”, explicó la ingeniera.
De allí se definen unas medidas de manejo ambiental que, insistió, se están cumpliendo desde el primer día de contrato.
Adicionalmente, delegados de la Anla ya han realizado dos visitas de seguimiento, una fue a finales de 2023 y otra en la reciente semana del 12 al 16 de agosto, en la que se verificó el cumplimiento de las medidas establecidas.
También hay un plan de compensación arbórea, como en otros proyectos de aprovechamiento de recursos naturales, con el que se sembrarán 20,17 hectáreas.
“Esto se calcula de acuerdo con una metodología definida por la ANLA. La compensación ya está aprobada y ya estamos revisando las áreas, se realizaría en un sector por la vereda Cascajal y por el bosque Colindres, que son los sectores que verificamos en el estudio de impacto ambiental donde se podían realizar estas compensaciones”, señaló Ibarra Artunduaga.
La prolongación de la Avenida Ciudad de Cali consiste en la construcción de una calzada de cerca de 16 kilómetros que va a conectar a la capital del Valle desde la Carrera 109, en Bochalema, con Jamundí en el sector denominado Bonanza. Asimismo, el concesionario también dejará todos los estudios y diseños para que se ejecute la segunda calzada cuando se cuenten con los recursos. Los trabajos ya fueron iniciados, durarán 30 meses y se deben cumplir el 16 de abril de 2026.
“El alcance nuestro consiste en dejar los predios para las dos calzadas, construiremos una, la oriental, y esta va a tener tres intersecciones en la zona de expansión urbana. Habrá una intersección que será a desnivel, un puente que pasa sobre la vía que va hacia Puerto Tejada, con una glorieta a nivel que va a servir para articular las dos vías”, detalló Diego Cuevas Eslava, director técnico del proyecto.
Como el corredor tiene en su ruta el río Jamundí y el zanjón Potrerillo, se harán los pasos por encima de estos. En el sector de Bonanza se hará una glorieta para integrar la movilidad entre la avenida Bicentenario, el municipio de Jamundí y la segunda calzada que también construirá Rutas del Valle entre Bonanza y la Y de Villa Rica.
Comunidad sigue oponiéndose
El País conoció que funcionarios de la Autoridad Nacional de Licencias Ambientales -ANLA- ya visitaron el sector de Bochalema para explicarle a la comunidad las implicaciones de los trabajos. Sin embargo, los ciudadanos siguen abogando por las zonas verdes que se impactarán.
“Nuestro bosque es un conector de paisaje entre el piedemonte de los Farallones y el valle inundable, necesitamos presencia en la defensa de nuestro bosque que nos provee los servicios ecosistémicos que requerimos como comunidad”, manifestó Jaqueline Hoyos, ecóloga y residente de Bochalema.
La líder comunal cuestionó que los trabajos no estarían cumpliendo con el plan de manejo ambiental ni los protocolos que este define, y pidió la atención de la Anla y la ministra de Ambiente, Susana Muhamad, para que paren las obras.
Entre los argumentos, indicó que muchas especies de fauna se verán afectadas, entre ellas zarigüeyas y ardillas. “Exigimos que vengan a revisar si esto realmente tiene un soporte técnico con una zonificación ecológica”, complementó.
Al respecto, la ingeniera Lyda Ibarra reiteró que la Autoridad Nacional verificó el cumplimiento de las medidas ambientales, y advirtió que, tras los estudios realizados, sobre todo en la zona de Bochalema, “no es cierto que haya un relicto de bosque seco, no hay ningún corredor biológico registrado”, contó.