Las imágenes que nos quedan del fin de semana: dos fiestas masivas, una en Villa del Lago al compás del güiro y la campana, y otra en la zona conocida como la Colonia Nariñense y donde según la Policía, había al menos 300 personas. Esta última zona es una de las más beneficiadas con ayudas durante la pandemia.
Hasta el cierre de la edición de este lunes, la Policía daba cuenta de 100 fiestas desmanteladas entres viernes, sábado, domingo y la madrugada de este lunes festivo y aunque es una cifra menor a la del pasado puente, cuando se desactivaron 240 celebraciones, no deja de preocupar la desobediencia civil de algunos sectores de Cali frente a las medidas que buscan poner freno a la propagación de la pandemia.
Cuando se le pregunta a los líderes y expertos sobre las soluciones para evitar estos brotes de desobediencia ciudadana en Cali, lo que podría disparar un pico de contagios por covid, dos parecen ser las principales alternativas: ser más severos en los castigos con los reincidentes y fortalecer la cultura ciudadana.
“El problema radica en que a pesar de que estamos generando medidas de restricción, las autoridades están llegando a los territorios imponiéndole un comparendo a la gente y diciéndole que se vaya a dormir. Por eso en la siguiente etapa hay que mostrar los dientes y eso significa judicializar a los reincidentes. En la medida en que capturen a 8 o 10 reincidentes la gente se dará cuenta que esto va en serio... la ley nos da esas herramientas en el Código Penal. Tenemos que evolucionar en ello, sino nos tocará cerrar de nuevo la ciudad”, manifestó el concejal Fernando Tamayo, quien enfatizó en que hay que esperar las cifras de seguridad de este fin de semana frente al anterior para sopesar los resultados y no quedarse en hechos coyunturales.
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Por su parte el sociólogo Álvaro Guzmán sostiene que se hace necesario una política muy fuerte de cultura ciudadana frente al autocuidado, “pero eso no se está haciendo, aparece de vez en cuando pero hace falta ser más vehementes en eso”.
En el mismo sentido opina el sociólogo Alberto Sarria, quien manifestó que más allá de campañas aisladas debe articularse un plan para reforzar pautas de comportamiento donde se debe proveer información sobre el seguimiento de los protocolos y acompañarlo de monitoreo en terreno para su cumplimiento. “Apoyarse en los líderes barriales puede ser clave para que los protocolos se cumplan”, dijo.
Por su parte Jorge Iván Ospina, alcalde de Cali, sostuvo que estos brotes de indisciplina social obedecen en parte a que en la ciudad hay fatiga de cuarentena, “llevamos cuatro meses con los establecimientos nocturnos cerrados y un encerramiento de tal magnitud y durante tanto tiempo ha trasladado la actividad nocturna a muchas casas”.
Frente a los brotes de indisciplina social, el Alcalde de Cali dijo que insistirá en fortalecer la construcción de la estrategia ‘Guardianes de Vida’, en la que el ciudadano sea parte activa de la solución.
Sin embargo, no descartó fortalecer la presencia institucional y de las medidas de contención.
“Si la autoridad tiene una mayor presencia en los distintos barrios de la ciudad, con acciones pedagógicas pero también de sanción, podemos encontrar la respuesta”, agregó.
Manifestó también que en sectores de reciente creación y donde reside un número importante de comunidades migrantes del Pacífico, se están registrando los mayores actos de indisciplina durante la cuarentena. En ese sentido, se refirió puntualmente a los barrios como Llano Verde, Valle Grande y Río Cauca.
“En estos barrios hay que aplicar de mejor manera la construcción progresiva de civismo y cultura ciudadana, pues son los sectores donde está saliendo la mayor cantidad de gente a la vía pública. Allí tendremos que insistir en la importancia del aislamiento”, enfatizó Ospina.
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Militarizar o rumba con protocolos
Desde el Concejo de Cali se dieron a conocer otras propuestas para contener la desobediencia ciudadana el próximo fin de semana.
Por ejemplo, el concejal Juan Martín Bravo hizo un llamado al alcalde Jorge Iván Ospina para que contemple la militarización o que acepte las rumbas con protocolos, apoyados en campañas.
“Hoy estamos en un dilema entre la vida y la muerte, en ese orden de ideas tenemos que evaluar medidas y tomar acciones, entendemos que los caleños están cansados del encierro pero es por nuestro bien”, manifestó el cabildante.
Además, Bravo aseguró que dentro de estas medidas se deberá contemplar la posibilidad de que los establecimientos encargados del entretenimiento y la rumba en Cali puedan abrir de manera controlada y con los protocolos suficientes.