Los primeros 28,04 kilómetros de bicicarriles alimentadores al MÍO, con los que contará la ciudad en el sur y oriente, y que deberán estar listos en siete meses, ya generan polémica entre usuarios de la bicicleta, la Alcaldía y habitantes de los sectores que serán intervenidos.
El proyecto contempla la adecuación de 18,73 kilómetros de vías aledañas a la terminal Andrés Sanín (oriente) para uso de los ciclistas, y otros 9,31 kilómetros aledaños a la estación Universidades (sur) (ver mapa). En estas zonas se tomará una parte de la vía vehicular para dividirla y señalizarla, con el fin de que los ciclistas transiten de forma segura. Se hará señalización, demarcación, bacheos, nivelación de bermas, ampliación de estructuras de pavimento y sellado de fisuras.
Entre los barrios que serán intervenidos se encuentran: el Caney, Valle del Lili, y El Ingenio, en la zona sur; y Desepaz, Marroquín, Puerto Mallarino y 7 de Agosto, en el oriente.
“Me parece bien que haya un carril para los ciclistas porque, entre otras cosas, tener biciestaciones sin contar con vías para los ciclistas es absurdo. Sin embargo, se deben buscar soluciones adecuadas porque acá el tema de movilidad es complicado, la carrera 86 y 85 C han sido altamente impactadas por los semáforos que atraviesan la Simón Bolívar y hay horas en que prácticamente por allí es difícil transitar, y lo mismo sucede con la 83, en este caso por el tema del parque, cuando está lleno de carros, que es muy común fines de semana y horas de la tarde, también es complicado transitar por esa vía”, dijo Hilmar Germán Suárez, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio El Ingenio.
Para Jorge Hernán Vélez, presidente de la Liga de Usuarios Estudiantes del MÍO, la implementación de los bicicarriles es necesaria porque en Cali cada día son más las personas que usan la bicicleta como medio de transporte. Según el joven, estos espacios debieron implementarse primero que las biciestaciones.
“Creo que es una medida bien orientada, sobre todo en el oriente donde hay muchos usuarios de bicicleta y esto permitirá que cuenten con un espacio seguro. Tendríamos que revisar el tema de espacios porque las vías de por sí son angostas por el carril del MÍO, ahora hay que mirar cómo quedarán con más espacio reducido”, precisó Vélez.
Así serán las obras en el sur
En el proyecto piloto aledaño a la estación Universidades se demarcarán los bicicarriles en ambas calzadas del tramo de la Avenida Cañasgordas entre Carrera 100 y 125; la Carrera 118 entre Avenida Cañasgordas y la vía Cali – Jamundí; y la Carrera 98 entre Calle 16 y 25 – Avenida Simón Bolívar.
En la Carrera 85C entre calles 16 y 25 – Avenida Simón Bolívar solo se intervendrá la calzada este – oeste.
“El problema que tenemos es que no hay suficientes buses del MÍO para atender la zona de universidades, entonces de qué te sirve llegar a universidades en bicicleta si tienes que esperar una hora a que pase el MÍO, Metrocali todavía está muy crudo en frecuencias para decir que va a buscar integración, la idea de llevar a los muchachos en bicicleta a la estación Universidades es muy bueno, pero si no aumentan las frecuencias no hay nada que hacer”, expresó Andrés Charria, edil de la Comuna 22.
Ciro Jaramillo, director del grupo de investigación en transporte de la escuela de Ingeniería Civil de la Universidad del Valle, quien participó en el diseño del proyecto, indicó que lo que se buscaba inicialmente era incentivar al intermodalidad en el transporte, sin embargo, independiente de integrar o no las bicicletas con el MÍO, ahora los ciclistas contarán con más espacios seguros para movilizarse. “Es importante que el usuario se haga visible”.
A su vez, la docente de la Universidad del Valle, Janeth Mosquera, coordinadora del Observatorio del Ciclista y el Peatón, añadió que los bicicarriles serán de utilidad, siempre y cuando su prioridad no sea alimentar al MÍO: “quienes usan bicicleta lo hacen, entre otras cosas, para movilizarse con mejores tiempos, entonces llegar de un barrio para dejar la bicicleta ahí y esperar el MÍO 30 minutos no es lo que la gente quiere. Los recursos deberían invertirse más en conectar y mejorar las ciclorrutas”.
Por su parte, Jhon Freddie Bustos, miembro del colectivo La Ciudad Verde, destacó la ejecución del proyecto y aseguró que desde el 2015 es esperado, sobre todo en la zona universitaria.
Peatón y ciclistas, prioridad
Juan Carlos Echeverry, director de Planeación de Metrocali, recordó que, de acuerdo con el concepto de movilidad sostenible, en la vía la prioridad la tiene el peatón, seguido por los ciclistas, el transporte público y por último el privado. “Lo que estamos haciendo son unos circuitos alimentadores al sistema para propiciar una condición de movilidad en bicicleta y obviamente allí se realizaron los estudios, los realizó la Universidad del Valle, para identificar que eso no impactara la movilidad en esos lugares. Hay ciertos lugares que se van a ver impactados, por ejemplo, en la Avenida Cañasgordas hay un tramo como de 300 o 400 metros a la altura del Bennett (colegio), en el cual la sección vial le tocará a la bicicleta compartir con el automóvil, entonces ahí se colocará una señalización que determine que habrá que hacer un tránsito un poco más lento, respeto por el ciclista, etcétera… la generalidad es que no nos genera un impacto en la movilidad y los estudios nos han dado esa tranquilidad”, afirmó Echeverry. Entre tanto, el ingeniero Jaime Quesada, director de construcciones de Metrocali, explicó que la segregación del carril para los ciclistas tendrá un ancho aproximado de un metro. Asimismo, añadió que además de alimentar al MÍO, están conectados con la cicloinfraestructura actual.